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Izuku tranquilamente iba de regreso a su habitación, el tiempo se le estaba acabando, ya estaban a nada de aquel día tan especial, así que esa misma noche de lunes terminaría por completo.
Cuando llegó a su habitación quedó algo sorprendido, el lugar estaba más desordenado que antes, así que se preocupo y fue a su cajón, suspiro al ver que ahí estaba.
— ¿Porque hay tantos bajos ánimos? — la pelinegra bajo a la cocina, el lugar estaba en un aura de penumbra y ganas de morirse, la pelinegra tomo una manzana y siguió viéndolos.
— Yaoyorozu... Dame... Dame tu... Nombre....— dijo la pelicastaña como si le faltará agua.
— ¡¿Qué?! ¡¿Porqué?! — dijo totalmente asustada por eso.
— Bueno, encontramos un papel que tenía una inicial, se le cayó a Midoriya — aseguro el bicolor pasando con taza de café y unas horribles ojeras — era una "M" — dijo dándole un sorbo a la taza.
Los ojos de la pelinegra se abrieron totalmente feliz y emocionada, tiró la manzana que estaba comiendo a algún lado y comenzó a gritar.
— ¡Sí! ¡Hay posibilidades de que la carta de Midoriya-San sea para mí! — si, estaba muy feliz por eso, comenzó a dar brinquitos por toda el área común de los dormitorios, los demás le veían cansados y algunos hasta algo enojados y envidiosos.
— Vaya ¿Qué sucede Yaoyorozu-San? ¿Porqué la emoción? — una voz muy conocida se escuchó en el lugar, la pelinegra volteo sonrojada mirando al pecoso que tenía brillantina en sus mejillas.
— N-no es nada Midoriya-San — dijo mirando al pecoso, Izuku le dedico una sonrisa que casi la hace desmayarse.
Izuku bajo por unas cuantas cosas para comer, necesitaba alimentarse, aunque estuviera trabajando en "eso" debía alimentarse bien, todos se le quedaron viendo un momento, aún con aquella cuestión en su cabeza.
¿Para quien era esa carta? Puede que Shoto y Ochako encontraran una inicial, pero eso no indicaba al 100% que la carta era para alguien con aquella inicial.
Así que la incógnita seguía muy presente en todos.
— ¿Qué hacías en tu cuarto Midoriya? — pregunto Denki, Izuku quedó totalmente quieto por un momento, miro de reojo al rubio y noto que todos lo veían de la misma forma, suspiro y hablo.
— N-nada importante, solo estaba terminando unas tareas — afirmó, se sacudió la brillantina que sabía que tenía en sus mejillas y se fue a su habitación.
— Es un misteriooooo — aseguro Mina dándose un golpe en la frente con la mesa.
Todos estaban de acuerdo con ella, aún era un misterio, misterio que mañana mismo se resolvería.
(🤌😂🥺🍸🤍🇯🇵🍸)
Al fin, aquel día donde los enamorados se besaban y se regalaban rosas, el día en el que todos se ven con caras sonrojadas, unos se declaran y otros salen a hacer tonterías con sus amigos, mientras que algunos son rechazados y consolados por sus amigos.
