.departamento.

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— waa ¡las casas de la ciudad son realmente grandes! — decía el niño que estaba en el asiento trasero pegado a la ventana del auto blindado —.

Mientras tanto, a su lado, el ejecutivo parecía que en cualquier momento sacaría al más joven por la ventana de una patada en el trasero.

Aquel asentó canturron y típico de esas aldeas en las montañas le estaba jodiendo como una pequeña gota que cae en su cabeza cada que habría la boca.

— ¿En donde vive, Chuuya-san? — pregunto de la nada el pequeño, girando sobre si para ver al mayor —.

Y en ese momento, Chuuya se dio cuenta que estaba llevando a un desconocido a su casa, si, un niño de 12 años con un aura desde un maldito ángel, pero seguía siendo alguien misterioso que a palabras de su jefe, mintió sobre su habilidad.

Su mirada fue a ver al niño que no le dejaba de ver con una sonrisa de oreja a oreja, totalmente diferente a la cara consternada del pelirrojo con su boca ligeramente abierta.

— señor ¿Lo llevo a su casa? — llamo el conductor sin despegar su mirada del camino —.

Chuuya entendió que de igual forma se refería al niño, ¿Debía llevarlo a su casa? ¿Y si le compraba otro departamento?.

— ¡Whoa! ¿Que es eso? — pregunto Kenji y de la nada, se levantó y se hizo hacia delante hasta el asiento del conductor —.

— ¡Oye! — grito el piloto al ver al rubio casi en su lugar, por suerte estaba preparado casi para cualquier cosa y mantuvo sus manos firmes en el volante —.

— ¡Mocoso siéntate! — grito el pelirrojo tomando al chico de las correas de du pantalón y lo jalo hacia atrás volviendo a sentarlo  — ¿¡Estás loco!?.

— ¡Ay! — se quejo cuando fue sentado bruscamente. Miró al mayor poniendo una mirada triste — de verdad lo siento, Nakahara-san.

Chuuya frunció el ceño, intento ver algún rastro de malicia o inocencia fingida en el rostro del menor, ya estaba acostumbrado que la gente tuviera siempre una doble cara cuando está con el.

Pero no encontro en aquellos ojos miel y sus mejillas rojas llenas de pecas, siendo otra cosa que fuera una sincera mirada de arrepentimiento, y ¿Preocupación?.

— agh, olvídalo mocoso — susurro algo irritado —.

— si, perdón — murmuro bajando ligeramente su mirada —.

Chuuya alzo una ceja, otra vez, no encontro algún sentimiento de malicia en el.

Cerró los ojos dándose un golpe mental, obviamente el mocoso habia tenido una vida lejana en el campo, sin celulares o televisiones, no conocía lo que era la ciudad, y por ende no conocía los peligros más "comunes" (si así se podrian llamar los problemas que las personas vivían día a día sin meterse en delitos o asuntos de la mafia).

— escucha mocoso — hablo un poco más tranquilo, aunque todavía se veía que ante cualquier provocación iba a explotar el maldito auto. Pero más tranquilo — lo que hiciste fue muy peligroso, aunque estoy seguro que este sujeto lo tiene muy preparado para estás cosas, puedes ocasionar un accidente automovilístico.

— ¿Saldríamos heridos? — pregunto alzando su mirada todavía algo confundido y mirando hacia afuera de la ventana —.

— bueno.... Quizás, pero más las personas en otros autos — menciono apuntando al auto de alado —.

Chuuya iba a decir mas, pero miró la mirada del menor, sus ojos miel estaban bien abiertos, pero sus cejas estaban ligeramente inclinadas hacia abajo, y su boca tenía una pequeña sonrisa casi desvanecida.

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⏰ Last updated: May 04, 2023 ⏰

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Beatiful Boy [Kenji And Chuuya]Where stories live. Discover now