Capítulo 16 - Tiempo estimado

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Washington DC
21 de Enero de 2015
4:30 A.M.

-¡Maldita sea! -El estruendoso puño de Leon chocó contra la mesa denotando su exasperación.

Estuvo treinta minutos tanteando una y otra vez un sinfín de combinaciones buscando desbloquear la laptop que se encontraba en el pseudo-laboratorio escondido en la casa de McGowan. El agente Kennedy tocó fondo en el momento en que se iluminaron el número de intentos restantes que le quedaban antes de que se bloqueara permanentemente el dispositivo. Únicamente contaba con uno, difícilmente lo hallaría. No tenía ni una sola idea más en su cabeza. Reposó sus codos sobre la mesa y se llevó las manos directo a su frente, definitivamente estaba estancado. Debía saber aprovechar la última oportunidad que le quedaba, levantó su vista y echó el ojo por toda la habitación en busca de algo que pudiese ayudarle. Fue entonces que se le iluminó la bombilla y sacó su teléfono móvil tan rápido como pudo, entró en la agenda de contactos y marcó el número de Hunnigan.

-Levántalo, levántalo, por favor... -Suplicaba rezando que la contestadora se cambiase por la voz de su amiga.

-¡Cuatro y media de la mañana, Leon Scott Kennedy! -La furiosa pero oportuna voz de Hunnigan se escuchó a través del dispositivo.

-¡Gracias al cielo, Hunnigan! Necesito tu ayuda, es urgente.

-Es curioso que lo menciones porque cuando yo necesito de tu ayuda, tu buzón de voz es el único que me recibe de brazos abiertos.

-Hunnigan, de corazón te digo que lo lamento. Pero en serio te necesito en este preciso instante. No puedo darte los detalles pero necesito de tus dotes informáticos para acceder a una laptop con contraseña. ¿Puedes? -Le imploró a la morena que no le colgara el teléfono pensándose que era alguna broma.

-Definitivamente me merezco ser directora de la D.S.O. mucho más que tú... -A regañadientes aceptó brindarle su apoyo a Leon. -¡De acuerdo, déjame encender mi computadora y prepararme un maldito café!

Pasados algunos minutos, Leon se había dispuesto a brindarle la información pertinente a su amiga para que ésta pudiera hackear y acceder remotamente al dispositivo que tanto necesitaba

-En teoría, ya deberías poder ingresar sin problema. -Le comunicó con ironía en su voz. Claramente la morena deseaba regresar a su sueño tan pronto la dejase en paz.

-Déjame probar... -En la pantalla se iluminó una luz verde indicando el acceso concedido. -¡Asombroso, sí funcionó! Gracias, Ingrid. Te lo agradezco de verdad.

-Sí, sí... lo que quieras, casanova. Pero no creas que esto es un favor, ¿me puedes explicar por y para qué necesitas la laptop de Matt McGowan?

Leon no supo idear una mentira con la cual zafarse del regaño de Hunnigan, era evidente que Leon no podía contarle a acerca de todas las pistas, indicios y especulaciones acerca de Matt.

-¡¿Y puedo saber también qué diablos haces en su casa!? -Vociferó histérica, tanto que Leon tuvo que separar el móvil de su oído.

-¿Cómo sabes que estoy acá? -Preguntó inocentemente volteando a ver a todos lados si habían cámaras en el cuarto donde se hallaba.

-Joder, Leon. Soy una hacker. Podría pasar rastreándote todo el día, si así lo quisiera. -Contestó sarcásticamente.

Resident Evil - The Light Behind Your EyesWhere stories live. Discover now