22- Navidad

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Bianca Otamendi

23/12/22

-SOLTA ESO TE DIJE- le grité.
-Dejá de gritarme Bianca- me dijo ya enojado.
-Perdon amorcito- le di un beso en el cachete.
-Ultimamente andas muy bipolar vos.
-Nada que ver- me reí.

Bueno, en realidad si era verdad. Y ya empezaba a tener una sospecha para nada linda.

Vómitos.
Mareos.
Náuseas.
Dolores de cabeza.
Cansancio.
No me viene.
Cambios de humor.

Llego a estar embarazada y no se que va a decir Juli.

Estamos preparando las cosas en mi departamento de Buenos Aires. Van a venir Nico y su novia, Licha y su mujer, Lean, su mujer y los nenes, y Enzo con Valen y Oli. Emi no podía venir porque se fue a Inglaterra y eso me puso triste, pero por lo menos íbamos a hacer una videollamada mañana a las 00:00 de Argentina.

Julián salió a comprar cerveza y otras cosas que faltaban, en ese momento me puse a pensar

<¿Y si estoy embarazada? No puedo tomar. Debería hacerme un evatest por las dudas>

No sabía a quién pedirle que lo compre, pero que mejor que tu mejor amiga.

Llamé a Kari y a los 2 tonos respondió.

-Amor de mí vida- me saludó.
-Karina compra un evatest y vení a mí casa.
-Siempre diciendo las cosas con tanto tacto vos. Ahora te caigo.

Ella sabía de mis síntomas, pero ninguna de las dos quiso pensar en la posibilidad de que tenga un nene en la panza.

Unos 10 minutos después estaba Kari entrando por la puerta. Durante el mundial se mudó y ahora vive más cerca de mí casa.

-¿Compraste uno solo?- le pregunté.
-No, compré tres, dos de los que te dicen si positivo o negativo y uno que te dice las semanas.
-Bueno- estoy muy nerviosa a decir verdad.

Agarramos las cajitas y las leímos. Seguí las instrucciones y después de ponerles la tapita los mentimos a la caja, Kari puso un temporizador de 5 minutos y nos sentamos en el sillón a esperar.

-¿En cuanto llega Julián?- me preguntó.
-No sé, me avisó que buscaba a Enzo y venían a almorzar acá, un rato más supongo.

El ruidito de la alarma avisó que el tiempo de espera había terminado.

Enzo Fernández

Entramos a la casa de Juli y encontramos a Bian y Kari en el sillón con cara de querer morirse.

-Buenas buenas- habló Juli a mi lado.

Bianca se paró al instante y sonrió disimulada.

-Hola Ju- su mirando fue hacia mí -hola pupu.
-Hola chanchi- le sonreí -Hola Kari.
-¿Que onda?

Julián fue directo a la cocina a dejar las cosas que compró, yo miré a Bian algo preocupado por la expresión de su cara.

-¿Podemos hablar?- me preguntó.
-Obvio.

Se acercó y me agarró de la muñeca.

-JU, VOY CON ENZO A COMPRAR HELADO PARA EL POSTRE- gritó.
-DALE- le respondió el.

Bian le sonrió a Karina y salimos. Subimos al ascensor y me miró, al instante sus ojos se cristalizaron.

-Enzo- susurró.
-¿Que pasa?- me acerqué y agarré su cara entre mis manos.
-Estoy embarazada- empezó a llorar.
-¿Que?
-Si, tengo 3 semanas.
-¿Ya le dijiste a Julián?
-No, me enteré hace un rato.

La abracé y el ascensor llegó a la planta baja.

Salimos del edificio y empezamos a caminar. Después de unos minutos en silencio hablé.

-¿Segura que no es un falso positivo?
-Me hice 2 y ambos dieron positivo.
-Todo va a estar bien ¿Si?- pasé mi brazo por sus hombros y seguimos caminando.

Ella suspiró y paró de caminar para mirarme seria.

-Pero hay un problema.
-¿Cuál?
-Hace tres semanas era 25 de noviembre.

Abrí mis ojos muy grandes.

-Estas diciendo... Es... Yo... Nosotros- dije dudoso.
-No sé, después me reconcilié con Julián y también... Bueno eso.

Suspiré.

-¿Y ahora como sabemos? ¿Usaste condón con Julián?
-Si, pero con vos tomé la pastilla del día después.

Pasé una mano por mi pelo.

-¿Y que vas a hacer? ¿Lo vas a tener?
-No sé, capaz que si, pero no sé.
-¿Y a Julián le vas a decir que es suyo?
-Supongo.

Me reí sin gracia.

-¿Y si es mío?
-Lo vamos a saber solo cuando haya nacido Enzo.
-Si es mío, yo quiero asumir mis responsabilidades como papá.
-Obvio que si Enzo.
-Igual sabe que yo te voy a cuidar todo lo que pueda durante el embarazo aunque no sea mío.

Ella sonrió.

-Te amo.

Suspiré, esto me va a matar por dentro.

-Yo más Bianca.

Ella me abrazó.

-Vamos a la heladería, dale- le dije agarrando su mano para cruzar.
-¿Por qué no te conocí bien antes?- murmuró.
-¿Que?- fingi no escucharla.
-Nada pupu.

Seguimos hasta la heladería en silencio. Y al llegar pidió un kilo.

-¿Que sabores?- preguntó la chica sonriéndome.

Bianca me miró.

-Elegí uno vos amor- me sonrió.

La miré en completo shock por lo que dijo. Sin dejar de mirarla a ella elegí.

-Tramontana.

Se que es su favorito y gracias a ella lo probé, a mi también me gustó mucho. Julián dice que no tiene sentido que le guste tanto.
Ella sonrió y miró a la chica.

-Tramontana, Dulce de leche y banana split.
-Pero no te gusta- murmuré mientras la chica servía en el pote.
-Pero a vos si, y a Kari igual.

Sonreí y pasé otra vez mi brazo por sus hombros.

Cuando nos dieron el helado salimos.

-Celosa- me reí.
-¿Yo? Nada que ver.
-¿Y por qué me dijiste amor entonces en la heladería?- la miré.
-Yo no dije eso- se rasca la nariz.
-haces eso siempre que mentis, te conozco.

Se rió y suspiró.

-No es de celosa, es que me da miedo que una piba que vende helados te rompa el corazón.
-Ajá.

Caminamos de vuelta a su edificio y fuimos a su departamento, entramos y Kari todavía tenía cara de preocupación, mientras que Julián estaba en su habitual nube de pedo sin darse cuenta de nada.

-Ya está la comida, pongan el helado en el freezer- dijo Julián.

Hice lo que pidió y todos nos sentamos a la mesa.

-Nina ¿Querés una cerveza?- le preguntó la araña.
-No, gracias amor.

Puse los ojos en blanco por lo último y Karina me miró conteniendo la risa.

Estoy al tanto de que ella sabe lo sucedido entre Bianca y yo, después de todo hasta se hizo mi amiga también.

Seguimos comiendo y en eso me puse a pensar.

<¿Y si es mío?>

Si Tu Marido No Te Quiere (Enzo, Julián y vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora