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Aquel día, sabía que iban a pasar muchas cosas, demasiadas cosas que seguramente no alcanzaría a tolerar, pero se había armado de toda la paciencia posible desde antes de salir de casa esa mañana, para ir a recoger a su compañero de clase. Iba mentalizado, completamente iba con la idea de que iba a recibir todo con una sonrisa y que al final iba a ser como el año pasado.

Nada iba a cambiar.

Llegar a las taquillas para cambiarse de zapatos y encontrar una buena cantidad de bolsitas de chocolates de diferentes sabores en su locker como en el de su compañero, era algo que sabía que pasaría, inclusive, desenterrar sus zapatillas de al menos unas veinte cartas diferentes le parecía divertido.

-¡Creo que este año, soy más popular que tú, Yosshi! - había soltado de la nada mientras veía al pelinegro como es que tenía la vista puesta sobre todos esos presentes y cartas con una expresión amenazante.

Lo sabía, a Kanemoto Yoshinori esas cosas no le gustaban, le parecían superficiales, banales y estúpidas. Por eso soltó un suave bufido divertido al verle exasperarse tan temprano por tantas muestras de cariño de todos esos admiradores que tenía, al final de cuentas él era la estrella del equipo de baile, el mejor promedio de todo el instituto YG y sin contar que físicamente era muy guapo.

Sonrió ladinamente cuando le vio sacar una bolsa de plástico, Yoshi comenzó a meter las cartas y los chocolates que sabía que terminarían en las manos de su mejor amigo, a menos que pudiera devolverlos educadamente.

Por su parte, solo suspiró y miró todo lo que traía, tuvo que pedir prestada una bolsa de cartón para poder rellenarla con todos los detalles que le habían dejado, inclusive miró con cierta sospecha un osito de felpa de color verde que comenzó a juguetear entre sus dedos hasta la clase, fue cuando el propio castaño se lo arrebató y lo metió a la bolsa de cartón.

- Deja de jugar con eso. Especialmente hoy, no puedes perder ese osito verde. - dijo con una expresión seria -más de lo normal- y fue cuando volvió a ver el osito de peluche. Le entró curiosidad, ya que solo habían tres cosas que hacía que el castaño fuera tan serio.

Los estudios, el baile y por supuesto,el horóscopo.

Sin sentir vergüenza o remordimiento alguno, sacó su móvil de su maleta para colocarse los audífonos y comenzar a buscar la transmisión del horóscopo ese día. No era que le importase, realmente, pero le entró una curiosidad insana al conocer a su excéntrico, loco y milagresco amigo que tenía.

Tauro: Hoy estás en el puesto número 3, ¡felicidades!, es un buen puesto para ti. Recuerda ser agradecido con todo lo que te rodea y sobre todas las cosas no olvides que debes de ser amable con los que están contigo. Tienes que ser sincero siempre con lo que dices. ¡Puede que hoy sea ese día en que esa persona se te declare, así que pon muchísima atención y no dejes pasar la oportunidad!, tu objeto de la suerte de hoy es una bolsa de plástico.

Levantó ambas cejas al escuchar y mirar, se dio cuenta de que el castaño estaba tan serio como de costumbre, prestando atención a la clase y se preguntó lo que habría pensado el castaño de aquella premonición. ¿Habría alguien que realmente fuera el objeto de deseo de Kanemoto Yoshinori?.

La sola idea hizo que se sintiera enfermo de celos. Frunciendo el ceño miró su celular. Igualmente no estaba en sus planes declararse -no al menos todavía-, y el horóscopo acertaba aterradoramente como casi siempre lo hacía, simplemente sabía que algo iba a salir mal el día de hoy.

Acuario: ¡Hoy estás en el puesto doce! Ten mucho cuidado con tus emociones, ya que estás demasiado sensible a todo lo que tienes a tu alrededor, tu corazón está nublando tu razón y puede que cometas alguna locura si no sabes controlar tus palabras. ¡Ten cuidado con lo que dices y a quién se lo dices!, tampoco creas todo lo que ves a simple vista, ya que tu corazón está tan alterado que incluso puede cegarte completamente. Tu objeto de la suerte es un Osito de Peluche de color Verde.

Chocolates🍫《Yoshihwan 》Where stories live. Discover now