°The Chapter 19°

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La pareja regreso a Buenos Aires el dos de enero, luego de finalizar todos los festejos correspondientes y de vivenciar una triste despedida con la familia Álvarez. Muchas cosas habían ocurrido en Calchín y a Abigail le resultaba casi imposible tener la cabeza en otro lugar que no fuesen esos recuerdos junto a Julián.

Tras haber aterrizado en la gran ciudad, ambos regresaron cada uno a su hogar e intentaron volver a sus rutinas habituales previas a aquel viaje, pero les estaba resultando casi una tortura mantenerse separados de esa manera. Aquel periodo de convivencia los había unido más que antes, por lo que inevitablemente se echaban de menos y anhelaban la presencia del otro en sus días. Así que no tardaron mucho en volver a reunirse para pasar tardes enteras juntos, sin ningún motivo más que el de disfrutar de la compañía del otro.

Abigail comenzó a notar como gradualmente ambos comenzaban a comportarse como una pareja real sin siquiera cuestionárselo, sus acciones y demostraciones de afecto ya no tenían una excusa que los justificase. Aquello la aterraba, debido a que no lograba ver las intenciones verdaderas del jugador y no podía evitar ilusionarse, a pesar de que Julián la siguiese llamando "Amiga" de vez en cuando. La muchacha era consciente de que todo podría terminar terriblemente mal para ella y sus sentimientos, pero le resultaba imposible detener aquello que estaba sucediendo entre ambos. Su corazón le impedía mantenerse alejada de Julián y de sus muestras de afecto, por lo que únicamente podía preocuparse al notar como iba cayendo lentamente rendida ante él.

Por otro lado, Julián había cambiado ligeramente al regresar a Buenos Aires. El jugador estaba más decaído de lo normal y su estado anímico era lo suficientemente preocupante como para lograr alarmar a Abby. La muchacha desconocía el motivo por el cual el cordobés se encontraba de esa manera, ya que el Julián había decidido no hablar con ella al respecto, pero suponía que estaba asociado únicamente a abandonar Calchín y dejar otra vez a su familia atrás, encontrándose nuevamente lejos de sus seres queridos. Afortunadamente, estaba segura de que no se encontraba de aquella manera por su culpa y eso la dejaba más tranquila, ya que Julián se había encargado de comportarse extremadamente cariñoso con ella para hacerle entender que sus problemas tenían otra fuente de proveniencia.

Julián no se encontraba bien y el motivo de aquello era peor que cualquier cosa que Abigail pudiese imaginar. Pero no le faltaba mucho para descubrirlo, ya que se iba a enterar de todo aquella misma tarde en el monumental.

Aquel día, Abigail había trabajado únicamente en el turno mañana de la cafetería y contaba con el resto de la tarde libre para hacer lo que quisiese. Como su horario coincidía con el final del entrenamiento de Julián, decidió que era una buena idea pasar a visitarlo e invitarlo a hacer algo juntos. Por lo que Abigail emprendió camino directamente hacia el monumental ni bien termino con sus tareas del día, teniendo en mente que además debería preguntarle a Julián si se encontraba mejor aquella tarde.

Al llegar al estadio, Abigail se dirigió directamente a la recepción para que le diesen acceso a la parte interna del club. La muchacha estaba un poco distraída y por lo tanto al encontrarse con Enzo en el recibidor, apoyó su celular en el escritorio de la recepcionista y lo dejo olvidado allí mismo.

Luego de una pequeña charla con el amigo de Julián, Abigail pudo ingresar al monumental cuando finalmente le dieron el acceso tras chequear su acreditación. La muchacha se encamino por los pasillos tranquilamente, dirigiéndose hacia los vestuarios debido a que Enzo le informo que allí se encontraba el cordobés aun cambiándose. Durante su recorrido, Abigail saludo a varias personas del staff que ya la reconocían debido a la frecuencia con la que visitaba aquel club.

Cuando llego hacia la zona de los cambiadores masculinos, Abigail se recostó contra la pared que enfrentaba la puerta para esperar que Julián saliese por allí. A los pocos minutos de llegar, Camila Armani cruzo aquel mismo pasillo mientras caminaba con arrogancia, por lo que Abigail no pudo evitar poner mala cara cuando la rubia la saludo falsamente con una sonrisa. Julián salió segundos después de ese breve encuentro, cuando Camila aún seguía rondando por aquel pasillo.

The Game - Julián AlvarezOnde histórias criam vida. Descubra agora