•Malentendido.•

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Eran las 8:00 de la mañana, era ya San Valentín. sorprendentemente, el dulcero aún no se despertaba, tenía el día libre, así que no quería levantarse, solo quería descansar. En cambio el vampiro, quería ir a algún lugar con el. Así que esta vez, Streber fue el primero en levantarse. Se quito la sábana que lo cubría y fue directo al baño a cepillarse sus dientes y a lavarse su cara. Cuando estaba secando su rostro, sintió cómo unos brazos envolvían su pecho, debió imaginárselo, era Kevin.

-¿Qué haces despierto tan temprano? Vamos a dormir.

Dijo el dulcero aún adormilado.

-¿Por qué? ¡Es San Valentín! Vamos a algún lugar a pasar el rato.

-Claro, ven, vamos a pasar el rato durmiendo

-¡Claro que no! ¿Por qué de pronto eres tan perezoso?

-Tengo el día libre, y quiero descansar.

-Aw, vamos, hoy es un bonito día, y quiero pasarlo contigo.

Kevin solo soltó un gruñido molesto y a la vez cansado, Streber sabía bien que no quería ir, pero si su pareja tenía el día libre, tenía que aprovechar. Cuando Streber estaba dejando su cepillo de dientes en su respectivo lugar, le empezó a hablar al dulcero con seguridad.

-Vamos a ir a pasarla bien, quieras o no.

De pronto, a Kevin se le había ocurrido una espectacular idea.

-Hm, ¿y si trato de convencerte?

Streber se había sorprendido, pero le siguió hablando con la misma seguridad de antes.

-Jaja, quiero ver que lo intentes.

El dulcero, al escuchar estas palabras, puso en marcha su plan. Kevin dio una sonrisa y empezó a dejar pequeños besos en la cara de Streber.

-Hm, vas a necesitar mas que eso para convencerme.

Kevin, al saber que su plan estaba saliendo bien, empezó a bajar lentamente hasta su cuello y empezó a dejar mas besos en esa parte. Streber se sobresalto mucho, no esperaba que su pareja hiciera eso, pero, al poco tiempo de que el dulcero estuviera haciendo eso, el vampiro intento no reírse, le estaba dando cosquillas. Streber no podía aguantar mas y se empezó a reír.

-¡No no! ¡Ya no hagas eso! ¡Da cosquillas!

El vampiro se siguió riendo sin parar, pidiéndole al dulcero que se detuviera, pero el dulcero no tenía intenciones de detenerse.

-¿Entonces te rindes?

-¡Jamás! ¡Eso no es justo! Vamos a salir, yo ya me decidí, y vas a venir conmigo.

-Ugh, bien.

-Con unos pequeños besos no me vas a ganar, ahora, vamos a desayunar.

El dulcero y el vampiro salieron del baño y fueron a la cocina a preparar algo de desayunar. Al terminar su comida se vistieron y fueron a un centro comercial, habían oído que se había estrenado una nueva película en el cine. Iban platicando sobre distintos temas.

-No entiendo por que no querías salir. ¡Está precioso el día!

-Sabes que no me gusta trabajar, quería descansar un poco mas.

-Jamás quieres salir conmigo.

-No es eso, simplemente no me gusta salir mucho.

El vampiro ya parecía molesto con el dulcero así que volteó hacía otro lado con el ceño fruncido.

-Aw, vamos, sabes que no me refiero a eso, sabes que amo estar contigo.

-No te creo.

-Bien ¿me perdonas?

𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡Where stories live. Discover now