𝙎𝙚𝙭𝙮 𝘿𝙧𝙪𝙜 ━𝙉𝙞𝙠𝙠𝙞 𝙎𝙞𝙭𝙭

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Todo comenzó en los años 70's donde yo recién cumplía mis malditos quince años, era una niña aún estaba en la típica etapa que todo adolescente comienza a rebelarse frente a sus padres.

Yo me crié solo con mi madre, y mis tres hermanos pequeños, está samantha, toby y el adorable richie.
Mi madre trabajaba de mesera en una cafetería y hacía lo que podía para traer la comida a la casa, es algo de lo que siempre estuve agradecida pero en su época odiaba lo que hacía,  odiaba ser pobre, odiaba que mis vecinos humillaran a mi madre.

A la mierda yo ya estaba harta de seguir viviendo así, fue entonces cuando dejé la escuela para trabajar en un maldito puesto de feria vendiendo hot dogs. Y con la plata que ganaba ahí logré comprarme una guitarra eléctrica Gibson, fue lo único bueno que conseguí después de todo. Aprendí a tocar, blues, lindos y suaves blues, siendo influenciada por las canciones de janis joplin.

—maddy —me llamó mi única amiga, joan.

Yo quien acababa de escaparme de mi casa me acerqué más a donde estaba mi amiga sentada en las vías donde pasaba un viejo tren que ya casi nadie necesitaba.

—¿lo conseguiste?—pregunté cuándo ya estaba en frente de la peli-negra.

—¿tu que crees?—sonrió levantando ambas cejas, de su bolsillo sacó un porro con un encendedor.

Con joan los últimos meses solíamos fumar marihuana lejos del pueblo,  y era algo que nos gustaba. Ambas nos conocimos en la escuela lo cual hizo que fuéramos un completo desastre juntas.

—Genial—sonreí,  una vez que joan le dió las primeras caladas me lo entregó y yo hice lo mismo.

—he conseguido un trato con el productor Kim fowley —contó joan, había olvidado de decirles que ambas queríamos formar una banda de rock n' roll.—debes presentarte a la audición,  o querrán ocupar tu puesto.

—¿es enserió?—dije entusiasmada— creo que nadie podría ocupar mi puesto,  estamos juntas en esto ¿recuerdas?

Joan soltó el humo y asintió —claro, pero tal vez a kim no le agrades.

Me encogí de hombros—¿y que si no le agrado?

—No lo sé —respondió joan y siguió fumando el porro, mientras yo pensaba en la maldita audición.