VII: ¿Molesto?

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Su vestido se amolda perfecto a sus caderas y cintura, es una tentación andante en estos momentos. Son las seis de la mañana y está terminando de arreglarse para poder ir a la oficina.

Tiene unos pensamientos inquietantes rondando por su cabeza, la idea de tomar cartas en el asunto es muy tentadora.

Recuerda todos los pendientes de hoy y piensa que podrá distraerse de ellos por un par de horas. Se traslada a la habitación, Harry carga al bebé Dean en sus brazos y el pequeño ríe dulcemente con las caras que hace su padre, una imagen digna de fotografiar.

"¿Qué hacen mis dos hombrecitos despiertos tan temprano?." Louis camina hacia ellos, deja un beso en la cabecita del pequeño y otro en los labios de su esposo.

"Solo nos hemos despertado con ganas de pasar tiempo juntos".

Louis le mira sorprendido, pasar tiempo... si, pasar tiempo con ellos, eso no se ha visto en mucho tiempo.

"¿No trabajarás?"

"No tengo ánimo, aparte quiero pasar tiempo con mi hijo y contigo"

"Sabes que tengo que ir a trabajar".

Oh no.

"Pero puedes no ir, no se acabará el mundo si no asistes hoy"

"Harry tuviste que avisarme un día antes o varios, sabes que tengo una agenda apretada".

El mayor rueda los ojos molesto, no podían tener una pelea ahora.

"Mierda, ahora tengo que avisarte, no te cuesta faltar un maldito dia"

"Harry cierra la boca, malas palabras delante de Dean, no"

Y solo por eso se calla pero su rostro rojo de furia expresa que quiere gritar. Louis llama a unas chicas de la cocina para que lleven a Dean con ellas y le den algo de comer. Cuando las muchachas salen de la habitación quedan solo ellos, el de pie y Harry sentado a la orilla de la cama con solo un pans puesto, el abdomen descubierto y muy bien marcado hace que se distraiga por unos segundos.

"Odio tener que pelear contigo porque nos amargados el día". Louis es el primero en hablar para captar la atención del rizado.

"Il suffit d'obéir et c'est tout".-Solo obedece y ya-.

"Estas tonto, por algo tenemos el fin de semana para estar juntos, tu y yo o con Dean, tenemos dos días para pasarla en familia pero..."

"Carajo no todos los fines de semana podemos pasarla los tres juntos porque a veces solo necesito estar contigo".

"¡Siempre estamos juntos!". Louis alza la voz.

"¡Solo te pedí este día!". Y se pone de pie para encararlo. "Solo es un puto día no te estoy pidiendo la jodida semana pero si tu estúpido trabajo es más importante que nosotros esta bien, vete, y aquí muere el tema".

Lo deja con la palabra en la boca y el solo pasa delante de él dirigiéndose directo al vestidor. Toma su bolsa y sale de la habitación dándole un portazo a la puerta.

Maldito inicio de día.

Con tan solo ver su cara de nuevo los empleados temen por su vida

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Con tan solo ver su cara de nuevo los empleados temen por su vida. Niall ni siquiera se acercó a él en todo el día, con coraje hizo llamadas, realizó bocetos chuecos pero tenía algo en mente para después corregirlos, bebió más de un litro de café y terminó los últimos detalles del vestido de su cuñada.

Las telas habían llegado, la pedrería igual, hilos de diferentes colores llamaban su atención, todo perfectamente acomodado frente a él.

Mira su teléfono de reojo, ni una llamada o mensaje.

Pelear con Harry no es algo seguido, pasa rara vez pero cuando sucede es algo fuerte pero fácil de arreglar, aunque sabe que esto es solo unas del montón aún asi le causa estrés. Desde que Dean nació, se prometieron no pelear por cosas tontas ya que quería estar en un ambiente sano y en familia, el rizado acepto pero hasta ahora van como tres discusiones pequeñas y por tonterías.

Louis no está para soportar esto, cosas así, tiene un trabajo y cosas por la cual realmente preocuparse, por algo está donde esta. Aún así, el no es de piedra y le hace sentir mal las acciones de su esposo.

Mira su anillo brillante en su mano, una piedra linda que Harry mando a hacer, quería que fuera una pieza única, como él.

Deja a un lado el lápiz y cierra su carpeta, juega con sus manos sin dejar de ver el anillo, puede recordar las palabras de su madre, "Solo hazlo", "Valdrá la pena", "Se feliz".

¿Esto es felicidad?

Vivir con el miedo de que algo le pase a lo que más ama no era una vida, dormir con un ojo abierto por si alguien intenta entrar a su habitación, discusión y discusión. Harry en el fondo era bueno, lo único malo de él era su trabajo y su carácter.

Pero no tiene que reprochar nada, así el lo quiso, y en serio lo ama incondicionalmente, es el mejor hombre que a estado en su vida y el único que estará.

Una notificación llega a su teléfono y es un recordatorio del viaje a New York que tiene para la pasarela que es en tres días, mierda se le había olvidado por completo, no había visto nada de lo que llevará o si necesita comprar ropa nueva. Le hace un llamado a Niall para que venga a su oficina lo más rápido posible.

"Dime Louis". Niall entra y le sonríe, temblando mientras agarra la tablet en sus manos fuertemente.

"Se me había olvidado por completo el viaje a New York, ¿Porqué no me lo recordaste?"

"Lo siento Louis, pensé que estabas al tanto".

"Ahora mismo tengo en la cabeza muchas cosas y esto no estaba presente". Louis revuelve su cabello muy bien peinado y empieza a desesperarse. "Okay, iras conmigo, lógicamente, avísale a Taylor y a Lilia...".

"¿Algo más?".

"Adelanten lo pendiente, saldré pero regreso en la tarde para revisar eso".

Toma su bolso y tira todas sus cosas dentro de este desordenadamente y lo cierra, se despide y camina a paso apresurado por el pasillo. Iba tan distraído que solo sintió como chocó su cuerpo contra uno más grande y corpulento, no alcanzó a caer al suelo ya que fue tomado de la cintura a tiempo.

"Lo siento, soy un tonto, no vi bien estaba distraído". El hombre se disculpa con el.

Y se miran por unos segundos, cabello rubio, ojos azules, piel blanca, con barba pero no tanto, le calcula que mide pasadas de uno con ochenta, y una sonrisa de dientes blancos perfectos. Oh no, aún sostenía su cintura.

Cae en cuenta y se separa de él, la atenta mirada de todos están sobre ellos y lo siente.

Ignora al hombre y sigue con su camino al alevador, al dar la vuelta cuando esta dentro, el sigue de pie donde mismo mirándolo, antes de que las puertas se cierren el rubio le sonríe.

Mafia Roja. LsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora