3

3.1K 318 166
                                    

Me quede sorprendida ante la inesperada propuesta. Muchos padres ante de dejarme cuidar a sus preciados hijos, primero me hacen variedades de pruebas ante de dejarme a cargo de ellos y de sus casas. Incluso algunos nada mas dejan a sus hijos con personas de confianza y recomendados. O me tiene que conocer 4 meses antes de dejarme a cargo. 

Pero no, el solamente me lo pidió al saber que era una niñera y por como acababa de tratar a Miri. Es exagerado. 

—¿Eh? 

—Por favor, se la niñera de Miri. Te pagaremos todo lo que quieras. Pero encárgate de ella. 

—Solamente soy niñera de medio tiempo. Si deseas que la cuide por un día, esta bien, pero...- 

—¡Te daré todo lo que quieras! 

—Pero.. ¿Porque? 

Desvío la mirada y se rasco la cabeza, se levanto y su altura hizo que tuviera que subir la mirada para verlo a la cara. 

—Rei y yo tenemos un trabajo.. 

—¿Quieres que sea su niñera mientras trabajan? 

—Si... 

—¿Por cuanto?— Pregunte, levante una ceja incrédula.

—Nada mas por una noche.— Dijo.— O bueno.. cuando terminemos este trabajo. 

Me pensé la respuesta, no quería tener encargos por un tiempo. Pero ellos me agradan, aparte.. 

—¿Cuando?

—Mañana por la noche.

—¿Hora?

—No importa, pero después de las 7.

—Estaré aquí a las 6, entonces.— Acepte. 

—¿¡Enserio!? 

El rubio se abalanzo a tomarme de los hombros, sacudiéndome. Me puse rígida ante su contacto. 

—¡Rei! ¿¡Lo escuchaste!? ¡Tenemos una niñera! 

Mire hacia el pelinegro quien nos miraba con una expresión de aburrido, asintió y continuo con su videojuego. Vaya, que emocional. 

...

Cuando todos estuvimos en el comedor, era la única que parecía nerviosa por la presencia de los dos chicos guapos que estaban justo en la misma mesa. Kazuki estaba a mi lado, con una enorme sonrisa de felicidad, Miri estaba enfrente de mi, masticando su alimento. Y a su lado, el pelinegro comía tranquilamente sin prestar atención a su alrededor. 

—¿Y cuantos años tienes Tn?— Pregunto el rubio.

—24. ¿tu? 

—¿yo? 28.— Respondió.— Rei tiene 25. 

Parpadee, sorprendida. 

—¿Con una.. hija?— Alce la ceja. 

Los dos pararon de comer y me miraron fulminantes. Un escalofrió recorrió mi espina dorsal. 

—No es..— Empezó el pelinegro, pero un sonido debajo de la mesa lo detuvo. Carraspeo.— La gaviota la trajo. 

—¿mmm? 

Miri levanto la vista de su plato, inocente. Un sentimiento se derritió en mi interior y trague en seco, prestando atención a mi plato. 

—¿Tienen alguna mascota?— Cambie de tema.— Soy alérgica a los perros, para poder venir preparada. 

—No.

—¿Piensan tener un animalito en algún futuro? 

Mire al pelinegro, su mirada no decía nada de sus emociones, pero sus ojos achicados miraban expectantes al rubio. El rubio oculto su rostro en el plato. 

Rei Suwa - Buddy daddiesWhere stories live. Discover now