capítulo cinco

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Luego de subirnos, estábamos todos sentados en un silencio sepulcral, nadie decía nada, todos los externos estaban tratando de analizarnos, sonreí tratando de alivianar el ambiente, pero no resultó, nos veían con recelo, excepto uno prendió vela alumbrádonos hacia nosotros, cerramos los ojos, la luz nos había cegado.

—Circo Américano...¡impresionante!

Exclamó, contento, estaba bastante risueño, a lo que le dirigí una mirada a Alex,  tratando de poder seguir la mentira, y este nos miró y sonrió tratando de hacerles creer, se sentó en una pose relajada, a lo que yo lo imité, mirándome las uñas con supuesta superioridad asintiendo, soplándome estas.

—¡Claro claro! Somos bastante famosos.

—¿Ah si? ¡Cuéntanos que hacen! Tal vez puedan acompañarnos al siguiente show.

Vitali tiró una piedra a la pared para que Estefano, el líder de este circo, no siguiera hablando, la piedra cayó en mi pierna, a lo que yo se la devolví pero más fuerte, odio que sean groseros, si ya de por si conmigo, peor con gente a su alrededor.

—Lo siento, no es tan social.

—Con esa actitud, no me sorprende.

Todos me miraron, a lo que yo sonreí dulcemente, tratando de que no me regañen, pero no funcionó, Gloria me propinó un pequeño golpecito en la pierna.

—Cuéntanos que hacen.

Insistió, y Alex sonrió orgulloso, se puso en pose de hablar, a lo que me miró y después de unos segundos reaccionamos y nos pusimos en la misma dirección, Gia enarcó una ceja sonriendo divertida.

—Yo soy la estrella, normalmente, salgo a la pasarela, camino, y luego, me muestro y sonrió, especialmente mirando a las cámaras.

Exclamó orgulloso, haciendo señas con sus manos de lo que estaba narrando, todos los veíamos orgullosos, hasta que vimos las muecas de los demás.

—¿Y luego?....

—Bueno, luego de eso, poso más.

—¿Y luego?....

—¡Y luego él toma una cuerda, y salta, y vuela!

Exclamé antes de que arruinara y se dieran cuenta de la gran mentira que habíamos dicho, me sentía culpable, pero a veces hay que ser egoísta para poder volver a donde fuimos felices. Mi corazón de pollo dolía, pero era la verdad.

—Como...¡un trapecio!

—¡Sí, sí!

Dijo Melman, parándose fingiendo sonidos de circo, mientras movía las manos, todos lo miramos disgustados, porque ciertamente hacía sonidos raros, vi a Gia, quien se enderezó sonriendo, eso le había llamado la atención al parecer.

—Trapecio Americano.

Finalizó él, maravillado con la imagen mental que seguramente le dimos, nos sentamos, viéndolo.

—Eso es genial, únanse con nosotros, nuestra siguiente parada es Roma.

—Es una buena oferta, pero tenemos que bajarnos en la siguiente parada, nos dirigimos a Estados Unidos.

—¡Que coincidencia! Nosotros también.

—¿De verdad?

Lo miré, parándome ilusionada de poder volver a casa, Alex y yo nos dimos una mirada rápida, para ver si habíamos escuchado lo mismo, por nuestros rostros, fue así.

—¡Sí! Y si todo sale bien, iremos a New York.

—¡Genial, nosotros vivimos ahí!

—Sólo podremos ir si el show les gusta.

Nueva atracción. [Vitaly y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora