Mueres por mi

6 0 0
                                    

Mateo se acerca a una cabaña un poco alejada de la ciudad de Augsburgo ubicada en Alemania, con un gran deseo de a fin conseguir el amor que tanto soñaba. Al tocar la puerta le abre una señora mayor algo desaliñada, era la persona que le ayudaría a cumplir su cometido. Había estado buscando por muchos lados a alguien que de verdad pudiera hacer un hechizo de amor y por fin encontró a esta bruja.
—pasa, por favor — le invito  señora—.Ya se a que vienes.
—¿Hablamos de lo mismo?— pregunto confundido.
—Estas en busca del amor ¿No es así?—. Los dos se sentaron en la pequeña mesa que había en el centro del cuarto.
Todo parecía bastante descuidado, las paredes de madera estaban casi podridas, los muebles llenos de polvo, cómo si nadie los hubiera usado en bastante tiempo y el piso por alguna razón estaba bastante pegajoso que no se podía caminar sin hacer ruido.
—Pues está en lo cierto — Mateo estaba seguro de que estaba en el lugar correcto al escuchar esas palabras —. A eso vengo.
—Veo que tienes mucho que ofrecer, así que te ayudaré.— la señora invitó a Mateo a sentarse.
—Claro que lo daría todo por amar y ser amado, estoy dispuesto a hacer todo lo que pueda por conseguirlo— Mateo parecía bastante entusiasmado— ¿Qué es lo que debo hacer?.
—Tienes que conseguir un objeto de alguna chica que ames para que pueda ayudarte.— le explicó la bruja—. Pero…
Mateo ni siquiera la dejo terminar, se levantó apresuradamente de la silla y se dirijo a la puerta — volveré lo más pronto posible, se lo aseguro —. Y de un portazo se marchó.
Mateo va en busca de una chica, una perfecta, a sus ojos la indicada.
Se dirijo a un bar uno de sus favoritos, dónde se sentía bien, gracias al ambiente. Este estaba bastante lleno, pensó que sería difícil escoger a una chica entre tantas que le llamaban la atención, hasta que a lo lejos su mirada se fijó en una linda chica de pelo rubio y ojos azules tan bellos como el mismo mar, era alta delgada y con una hermosa sonrisa, Mateo se preguntó como una chica tan bella podría estar sola en un bar lleno de gente, decidió acercarse a ella y entablar una conversación.
—Hola, ¿Puedo sentarme contigo?— dijo mientras hacía una señal hacia la silla que tenía a su lado.— Claro si no te molesta.
—No hay problema— dijo ella.— ofreciéndole el lugar.
Tuvieron una chala un tanto extensa, dónde él se convenció de que ella es la indicada, su nombre era Lila, que hermoso nombre pensó Mateo, descubrió que tenían muchas cosas en común, parecían dos almas gemelas hasta el punto que pensó que ya no necesitaba la ayuda de la bruja, pero decidió hacerle la pregunta que rondaba por su cabeza. —¿Por qué una chica tan linda está sola aquí?— le pregunto.
—Solo estoy esperando a mi novio, viene con un poco de retraso.
A Mateo se le rompió el corazón, acaso no era obvio una mujer tan bella no podría estar sola, así que aprovecho a qué se distraerá para sacar una liga de pelo de la bolsa.
—Disculpa, tengo algo que hacer de último momento — se levantó de la mesa despidiéndose de Lila —. Espero que tú novio llegue pronto.
Mateo mira la liga decidido a llevarla con la señora, pensando en que ella es perfecta para el y merece poseerla.
Al día siguiente se vuelve a dirigir a la cabaña.
— Siéntate por favor te estaba esperando — Mateo se sobresalto , porque no esperaba que le abriera la puerta de golpe.— ya inicie con el ritual.
En la mesa había una mezcla bastante extraña, por lo que pensó que sería una especie de poción, la habitación estaba solo iluminada por las velas que yacían en las repisas.
La bruja hace que el objeto quede rápidamente hechizado, al tirarlo en la mezcla y pronunciando unas palabras que a Mateo se le hizo imposible descifrar, al finalizar la bruja le pide que vea un poco de la poción para que sus almas y corazones se conecten, el tomo la poción con cara de asco pero decidido se la tomo de un trago, al final agradece por esta ayuda, pagando así lo acordado.
La bruja trata de advertirle algo pero Mateo está tan ensimismado en sus pensamientos que no logra escuchar nada, y solo asiente por cortesía.
Lila está tranquila en su sala, estaba viendo una película con su novio cuando empiezo a sentirse mal.
—ay mi pecho duele mucho — gimió del dolor. No pudo soportar el dolor así que terminó cayéndose de su sillón
su novio intenta ayudarla pero ella lo alejar y comienza a gritar. El está bastante confundido y asustado, nuca había visto a Lila en ese estado y no sabía que hacer.
— Amor ¿qué te sucede? — dice mientras se arrodillaba junto a ella para sostenerla, cuando Lila levanto la mirada ya no parecía ella, había algo en sus ojos que había cambiado.
— ¡ Aléjate me mi, no quiero volver a verte, solo eres un estorbo, siempre lo has sido!—grito mientras lo golpeaba e intentaba aléjalo—¡Terminamos!
Al cabo de un tiempo Mateo y Lila empezaron a salir. Mateo estaba muy feliz con su nueva novia, pero al pasar los días lila empieza a tener un comportamiento algo obsesivo, persiguiendo a Mateo a dónde él valla, celándolo por cualquier cosa, llamándolo en todos momentos y atormentándolo.
El bastante asustado por ella decide acudir de nuevo a esta señora.
—¡Ya no puedo con ella!— grito entrando desesperado a la cabaña— esto no es lo que pedí.
—¿No estabas feliz con tu deseo?— le objeto la señora— Tu fuiste es que estaba seguro de hechizarla, para que ella se volviera loca por ti.
—pero ahora ella me está volviendo loco, ¡pero no de la forma que yo quería!— Mateo estaba muy desesperado esa clase de amor no es lo que el quería en realidad.
—Solo el rojo carmesí de la sangre liberará el vínculo que se creó— recito la señora mientras le entregaba una navaja que tenía entre sus pertenencias.
—Esta bien…, si no tengo otra alternativa— salió de la cabaña pensando el que estaba apunto de hacer.
Cuando ella vuelve a verlo, él ya estaba preparado con una navaja tras de él, listo para clavársela en cualquier momento. Ya no quería continuar así, estaba bastante asustado por su comportamiento y eso le incomodaba bastante, tenía que acabar con esto, lo que había causado era un error, un fatal error.
Cuando Lila intento abrazarlo y él correspondió, pero entre su ropa escondía la navaja que terminaría con todo.
Pero ella no era tonta, lo había seguido hasta la cabaña y escuchado toda la conversación, sabia que se quería  deshacerse de ella y en un movimiento rápido  toma la navaja volteándola hacia él,—¿Querías deshacerte de mi?, ¿Por qué?— dijo ella fingiendo miedo, su mirada ya no era normal estaba vacía y loca.
—lo que haces no es normal, es obsesión no amor, me asustas ya no puedo más—. Le dijo demasiado asustado, intento caminar hacia atrás para alejar la navaja de su cuerpo, pero era imposible estaban en un lugar cerrado, no había escapatoria— esto debe de parar.
—pero yo quiero estar siempre contigo— le expreso con una sonrisa macabra en la cara— yo te amo, creí que tú también me amas, por algo me hechizaste ¿No?
Mateo la miro con terror — ¿Cómo sabes eso?— ahora estaba paralizado, no podía moverse ni un poco, no entendía como lo sabía.
—Amor, tu no puedes ocultarme nada a mi, deberías saberlo — Lila cada vez se acercaba más a el, dándole un largo beso en los labios
—El amor duele, ¿no es así?.— dijo Lila— tu solo eres mío y siempre lo será.
Lo último que supo Mateo fue que sentía un gran dolor en el pecho y escucho un susurro “ahora tendré tu corazón por toda mi vida ”

Mueres por mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora