Los aficionados veían a José Mourihno y a Josep Guardiola como la rivalidad más interesante en la historia del fútbol, ¿Pero quién se hubiera imaginado que detrás de cada improperio que soltaba Mou para Peep en la prensa se traducía en un beso largo...
Los dos futbolistas pensaron que todo había acabado allí y que no pasaría nada más, quedaron en que en las canchas no se demostrarían absolutamente nada más que compañerismo y amistad entre ellos. Pero afuera del terreno de juego, podían hacer lo que quisieran
Grave error, porque ni así pudieron evitar los rumores de ellos dos en conjunto románticamente después de que salieran fotos en distintos lugares de la ciudad de Madrid. Tomados de la mano.
'Quillo, pero CÓMO? si esos sitios de Madrid no los conoce ni Dios!'
'Sergio, anda, cálmate, es solo un rumor y no va a pasar nada'
Mesut intentaba tranquilizar de alguna forma al español, pero también sabía que la noticia era grande y que solo se extendería aún más y más
Por su parte, José fue el primero en enterarse de la noticia y le hervía la sangre de tan solo pensar en que habían caído al mismo nivel del Barça, con homosexuales en las alineaciones de sus partidos. Obviamente el no quería que nadie viera a Özil y a Ramos en un partido juntos de nuevo, entonces simplemente dejó jugar a Sergio durante 5 partidos seguidos con el turco en el banquillo. Y después dejó entrar a la cancha al antes mencionado unos 6 partidos con el defensa de suplencia, así no habría más material para la prensa de interacciones entre ellos y se calmarían las aguas
Pero en un momento determinado Mourihno pensó seriamente en vender a estos dos jugadores a clubes distintos, solo para no tener nada que ver con ellos
Llegar a ese tipo de extremos no era algo raro para él, pero algo dentro de si mismo le impidió que lo hiciera
¿Tal vez estaba empezando a sentir empatía por sus jugadores? ¿De dónde vino ese sentimiento?
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Mientras la plantilla entrenaba cómo era de costumbre una llamada entró al móvil de Mourihno, y cuando lo revisó era un número desconocido pero que sin embargo la combinación de los dígitos se le hacían familiares. Entonces decidió contestar
'Diga.'
'¿Que tal? Soy Guardiola'
'¡Ah! ¿¡Qué quieres ahora!?'
'Hablar contigo, si tienes tiempo'
'¿Y de qué cosa podríamos hablar? ¿De lo mediocres que son tus jugadores? ¿De lo horrible que eres haciendo alineaciones?'
'No, de la noticia de Ramos y Özil'
'No tengo tiempo, si ellos ya son un dolor de cabeza para mí no me imagino que serás tú'
'Mira Mou, evadir lo que está pasando con tus jugadores no es el camino, no cometas el mismo error que yo quise cometer y haz una rueda de prensa en dónde lo expliques todo'
'Yo no-'
'Lo digo por tu bien, aunque seamos rivales en la cancha siempre seremos amigos fuera de ella. Aclara las dudas de la gente con calma y luego me dices como te fue, ¿Vale?
'Josep, no me cuelg...' Y entonces se trancó la llamada. Mourihno se quedó procesando un largo rato todo lo que dijo Pep, repitiéndolo una y otra vez en su cabeza.
