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Capítulo 4

Shi Man miró la mano en su hombro.

En el segundo siguiente, el brazo del hombre de la cicatriz se torció 180 grados con un crujido. Un aullido de cerdo resonó instantáneamente en toda la fábrica.

“¡Mi brazo!”

Shi Man apartó el brazo y se limpió la mano en la bata del hospital con una mirada de desdén.

“Hermano, ¿estás bien?” Los dos hombres corpulentos a su lado rápidamente ayudaron a levantarse al hombre de la cara llena de cicatrices.

Su rostro estaba cubierto de sudor y su brazo colgaba sin fuerzas a su lado. Obviamente estaba dislocado.

“¡Maldita sea, mátala!” gritó ferozmente el hombre con la cara llena de cicatrices.

Shi Man no tenía expresión. Los miró a los tres con frialdad, como si ya estuviera mirando a tres personas muertas.

Bajo la mirada fría de la niña, los hombres de repente sintieron miedo. Pensándolo bien, ella era solo una jovencita. Eran claramente el partido más fuerte. ¿Por qué los miraba como si fueran repugnantes basura y ratas de alcantarillado?

“A la mierda con tu mamá. Te mataré.” No querían volver a encontrarse con los ojos de Shi Man y corrieron hacia ella.

Shi Man ni siquiera los miró. Los siguientes treinta segundos fueron el momento más inolvidable de sus vidas.

Una joven los había golpeado en todos los aspectos. Ni siquiera podían acercarse lo suficiente para ver sus movimientos.

Sus rodillas estaban rotas y sus palmas se sentían como si fueran atravesadas por barras de hierro. Rayos de dolor insoportable vinieron uno tras otro, recorriendo todo su cuerpo. Solo podían dejar que la otra parte los devastara sin poder defenderse.

Después de un rato, los dos hombres corpulentos se desmayaron en el suelo.

Shi Man levantó la mano para colocar su cabello ligeramente desordenado detrás de la oreja y caminó hacia el hombre con la cara con cicatrices, que se había derrumbado en el suelo.

“¿Quieres morir?” Shi Man lo miró con ojos fríos y no había calidez en su voz.

“Por favor, por favor, por favor, perdóname, por favor, perdóname…” El hombre con la cara llena de cicatrices tembló mientras se arrastraba hasta los pies de Shi Man y le suplicaba desesperadamente.

Shi Man frotó la sangre en la punta de su zapato en el hombro del hombre con la cara cicatrizada y pisó su omóplato.

“Ah…” El hombre con la cara llena de cicatrices gimió de dolor, pero no se atrevió a alejarse.

“Piérdete. Piensa cuidadosamente antes de hacer algo en el futuro”. Shi Man lo pateó. “Aléjate de aquellos a los que se supone que no debes tocar”.

El hombre con la cara llena de cicatrices salió de la fábrica, mientras que los otros dos hombres corpulentos yacían inmóviles en el suelo como si estuvieran muertos.

Su Tang se acurrucó en la esquina mientras observaba cómo se desarrollaba la escena.

Ella la reconoció.

Ella era Shi Man, la prometida de Yi Zheng y la persona que la había estado atacando.

Pero ¿por qué estaba ella aquí?

¿Por qué… ella la salvaría?

Shi Man le dio unas palmaditas en el polvo de la pelea en su cuerpo y caminó hacia Su Tang, queriendo desatarla.

Su Tang acababa de ver la apariencia feroz de Shi Man. Al verla extender la mano, se encogió reflexivamente.

Siempre había pensado que Shi Man era solo una niña rica mimada, pero después de esta batalla, su impresión de Shi Man cambió por completo.

Anteriormente, Shi Man podría simplemente torturarla, pero ahora, realmente podría matarla.

“Tú, qué quieres …” Su Tang preguntó con cuidado.

Shi Man suspiró. Acababa de salvar a Su Tang, pero este último le había hablado con las mismas palabras que usó con los hooligans. Olvídalo. Como solo tenía la intención de limpiar el desorden del Anfitrión, no esperaba que le agradecieran.

“No te muevas”, dijo Shi Man mientras desataba a Su Tang.

Su Tang estaba un poco aturdida mientras miraba a Shi Man, que la estaba desatando seriamente.

El tiempo seguía siendo muy caluroso. Como Shi Man estaba un poco ansioso, el sudor se filtraba desde la punta de su nariz. Sus espesas pestañas proyectan sombras bajo sus ojos. Sus labios pálidos estaban apretados con fuerza, y su rostro estaba tenso.

Su Tang estaba muy desconcertado. Shi Man fue quien le pidió a alguien que la secuestrara. ¿Por qué se apresuró a salvarla? ¿Podría ser un acto? Con este pensamiento, no se atrevió a bajar la guardia contra Shi Man e inmediatamente volvió a estar alerta. 

Shi Man no tuvo tiempo de preocuparse por lo que estaba pensando Su Tang. ¡Había una cosa más que tenía que ser resuelta pronto!

Ella siempre había sido así de resuelta. En el pasado, cuando estaba en la organización, tenía que hacer todo lo más rápido posible. Una vez que hubiera alguien a quien considerara digno, siempre sería buena con esa persona.

Debido a su personalidad, se convirtió en una de las principales agentes de la organización y ocupó un puesto importante.

Pero debido a esto, ella no supo la verdad hasta que se retiró y fue purgada por la organización.

Sus pensamientos se alejaron mientras desataba la cuerda.

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 °Erinnee°