Sweet Baby.[KooKV]

~04~

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-¡Aaah... Aaaaah... Daddy!.

-!Aaah! mmm...bebé eres tan hermoso.

La zona sensible del rubio recibía a la perfección el gran miembro de azabache, un que aún le dolía al entrar, luego terminaba por disfrutarlo el doble, las estocadas certeras de Jungkook llenaban de placer aquel pequeño Omega, las caricias firmes quemaban su piel.

El Alfa mordió la clavícula bien marcada del pequeño, haciendo un gran esfuerzo por no lastimarlo, por la diosa luna que quería dejar aquella marca de pertenencia, no obstante luchaba por contenerce, necesitaba más del néctar de aquel dulce Omega, como una droga haciendo que pierda la razón.

Pasó su lengua por aquellos gruesos labios rosas, fue despacio disfrutando su sabor, para luego atrapar con su boca la ajena, mordiendo y succionando aquellos labios.
Deseaba más que nada en el mundo tenerlo así para él, el resto de sus días, disfrutar cada rincón del cuerpo de aquel lindo chico.

-¡Aaaaah!. - se escucho los gemidos a unísono.
El Omega se desplomó en el cuerpo ajeno temblando.

-¿Estas bien?. - murmuró mientras acariciaba la espalda del rubio.

-Si... daddy. - susurró entre cortado.

-Quisiera llevarte conmigo, lejos de aquí, y de todos.

-También lo quiero daddy. - levantó su cabeza para darle un suave besos en los labios ajenos.

-Espero que todo salga bien bebé, y así poder hacerlo realidad.

Ambos se quedaron disfrutando aquel momento, llenándose de caricias tranquilas, Jungkook observo las caderas del Omega, y vio aquellas marcas moradas.

-¿Bebé yo te hice eso?. - sonaba preocupado.

-Si daddy, pero no me duele. - respondió con una sonrisa, tratando de calmar al Alfa, para luego morder sexy su labio inferior.

El azabache se daba topes mentales, no quería lastimar a su bebé de ninguna forma posible, y a la vez ese gesto volvía a despertar su instinto animal. El Omega era Angelical, y sexy una combinación que volvía loco al Alfa.

-Lo siento bebé, no quiero lastimarte, trataré de ser más suave.

-Me gusta como lo haces daddy, las marcas no me molestan.

Pasó su pulgar por aquellas marcas, un cosquilleo recorrió su mano.
-¿Por qué tardaste tanto bebé? - murmuró

-¿De qué hablas daddy?. - preguntó inclinando su rostro hacia un costado.

-En llegar a este mundo, a mi vida, no creí que podía amar tanto a alguien. - lo envolvió con sus brazos.
Su pecho dolía, sabía que estaba todo mal, aún así no podía dejar de amar a ese pequeño.
-Debo comprarte ropa, rompí todo, soy un idiota. - susurró.