Capitulo 2

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~Desconocido

—¡Detente mamá!—rogaba sollozando una pequeña niña —Por favor, mamá no me hagas más daño

Aquella pequeña se encontraba aterrada presenciando aquel acto.
Lloraba con todas sus fuerzas, solo quería que todo acabará. No sabía nada, solo era una pequeña niña indefensa que no merecía estár en aquella situación.

—¡Cállate ya mocosa!—grito la mujer que se encontraba en el mismo lugar que la pequeña—Lárgate, no quiero verte. Desaparece de mi vista ¡Ya!

La niña salió corriendo sin pensarlo. Fue directo a su habitación y se encerró, coloco todos los seguros pero ni así se sentía segura.

Se dirigió al armario y se metió en aquel, su respiración se encontraba agitada y el miedo era más que notorio. Todo su cuerpo temblaba, se a costo en una manta que ya se encontraba en aquel lugar y se tapo los oídos no quería oír nada.
Solo quería olvidar todo.
Y así fue como se quedó dormida con aquel miedo en ella.

~Annie

Intentó disimular el dolor que le causaba la desesperación y con todas sus fuerzas contuvo las lágrimas.

Regreso su mente a dónde estaba;en la sala con sus padres y la chica bonita que la molestaba.

Esa pequeña era tan dulce, y amable que se sentía mal por estar siendo tan grosera con ella. Así que intentaría ser lo más agradable con ella, al cabo solo estará unas semanas conviviendo con ella, nada malo puede pasar ¿O si?

—Entonces, ¿De verdad no te incómoda que duerma en tu habitación?—pregunto su padre—Si es así puedo dormir en la sala para que ella duerma con Flor

—No, no es necesario que hagas eso. Puede dormir en mi cuarto—dijo—Solo que no se meta en mis asuntos y todo bien—aclaro

—Ah gracias, verás que la pasaremos bien juntas y no te molestaré mucho—intervino

Se despidió y salió de casa, no quería estar en su habitación cuando aquella chica estuviera desempacando sus cosas, necesitaba olvidarse de todo por un momento.

Fue directo al mismo lugar de siempre y pidió lo mismo de siempre.
Y entonces un recuerdo apareció en su mente.

—Sabes que eso te daña, por favor tienes que dejarlo—pedía una voz cariñosa

—No quiero dejarlo, lo sabes, esto me hace bien, me daña pero me salva a la vez— contestó—La necesito

—¿Y a mí?—preguntó—¿También me necesitas?

—Mas que a nada en este mundo —Contestó con total sinceridad

—Entonces deja toda esta mierda—hablo con más fuerza —Me tienes a mi, puedes salir de esto, hazlo por nosotras

—Te amo más que a mí vida, pero no puedo dejarlo, está mierda me mantiene bien. Pero también tú, te necesito también a ti, así que quédate, por favor

—Sabes que me quedaré a tu lado siempre, sin importar que—dijo—Pero siempre te diré que te estás destruyendo y me duele ser parte de esto.

La chica empezó a llorar y entonces soltó el cigarrillo que tenía entre su mano,la atrajo a su pecho y la abrazó con suavidad mientras le acariciaba su cabello.

<Te amo> le susurro

La voz del chico que le vendía lo que tanto la salvaba y dañaba a la vez la trago a la realidad.
Pago, y se fue sin más, no quería hablar con nadie.

La vida le parecía cruel y la odiaba después de lo que pasó hace un año, odiaba todo, odiaba los recuerdos y se odiaba a si misma por lo que hizo.

Llegó a casa a la media noche.

~Claudia

Ya era media noche y aún no llegaba An, se preguntaba dónde podría estar, ella  ya había acomodado sus cosas y habían instalado ya la cama que su madre compró para que se sintiera más cómoda, ella trató de convencerla hace unas semanas de que no era necesario comprar una cama pero su madre insistió en hacerlo y al final ella solo pudo aceptar con amabilidad.

Después de un rato escuchó el ruido de la puerta abrirse

Rápidamente se hizo la dormida.

Vio cómo se acomodó en la silla del escritorio. Hacía algo ahí pero no sabía que, sólo observaba cómo movía las manos.

Después de un rato vio como llevaba su cabeza hacia abajo hasta llegar al escritorio inhalando algo pero no supo que.

Annie se levantó de la silla y se recostó en su cama, Claudia la miraba con curiosidad.
Toda ella le daba curiosidad, su misterio le causaba algo dentro de ella, algo que no podía explicarse.

Noto cómo salían lágrimas de su ojos.
¿Por qué llora? Se preguntó Claudia

Y de tanto observar se quedó profundamente dormida.

El dia que mi estrella se apagó	Where stories live. Discover now