Fisioterapeuta + masajista, son dos palabras que no pueden estar juntas, como Meg y Sam que entre estiramiento y estiramiento cada día se odian un poquito más.
Segundo año de carrera y Meg sigue sin acostumbrarse al mundo universitario: ¿colas kilom...
Primera ley de Murphy: "todo lo que puede salir mal, saldrá mal"
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—Quiero ahogarme en la salsa de unos nachos. —Susurré con la cara metida entre las manos.
Digamos que el torneo no fue tan bien como nos imaginábamos. Que todo lo malo que podía salir mal, salió mal...
* * *
Viernes
Eran las ocho cuarenta de la mañana del viernes, quedaban veinte minutos para el comienzo de la ronda y ni Elías ni Julián aparecían. Tere, Matt y yo estábamos desesperados, rezando para que aparecieran en cualquier momento por la puerta... Julián había decidido traer a Elías en coche hasta el Colegio Mayor en el que se celebraba el torneo, pero, a mitad de camino, hubo un accidente tremendo que bloqueó tres de los cuatro carriles de la M-40. Con lo cual, se habían quedado atascados y no avanzaban desde las ocho de la mañana.
¿Qué es lo que supuso para nosotros?
Pues que me tocaba doblar turno.
En un mundo ideal en el que hubiésemos estado todos, Matt y Elías eran Intro, Julián conclusor, Tere R1 y yo R2. Ahora, si la mitad de nuestro equipo no aparecía por la puerta en menos de quince minutos, Matt haría las Intro, Tere las R1 y conclu del en contra y yo R2 y conclu del a favor.
No fue de esas ocasiones en las que te dan un susto de muerte y justo en el último minuto aparecen tus compañeros y te salvan el torneo. No. No llegaron a la primera ronda. Por suerte a Elías le tocó hacer la introducción que se había preparado, Tere salió bien de la R1 pero, al momento de hacer la conclusión, sentí cómo le faltaba el aire. Tere era increíble para construir argumentos pero, a la hora de resumir, descubrimos que daba más vueltas que una noria. Eso en este mundo era como ponerse una soga alrededor del cuello.
Hay que entender que las conclusiones son difíciles de hacer, tienes que tener la capacidad de dar un paso atrás y ver qué ha sucedido en el debate para resumirlo en cuatro minutos. Según ella, en el minuto dos y cuarto estaba oliendo colores. Supongo que por el estrés y la preocupación por su novio le habían hecho distraerse. Tere es igual que yo, por eso nos entendemos tan bien, somos de las que sobre piensan. De ese tipo de chicas que dan vueltas y vueltas a las ideas hasta que se desmigajan o se clavan en nuestra piel como clavos. Por eso sé que en su cabeza también flotaba la pregunta "¿estarán bien?" y todos los escenarios posibles.
Elías y Julián llegaron para el segundo debate que, gracias a Dios salió mejor que el primero pero, no lo suficiente como para ganarlo. Así que, nos rendimos y nos lanzamos al tercero con el objetivo de pasarlo bien. Y sí, lo sé, suena muy bien, pero, cuando llegas a las once de la noche agotada, te replanteas todas las decisiones que tomaste. Entre ellas, no haber hecho más en el primer debate.
* * *
—Venga Meg, no te desanimes. —Decía ahora Leah intentando consolarme— Seguro que a la próxima os sale mejor.
