El de los ojos color violeta

1.2K 107 1
                                    

Ambientado en otra época.
POV: Narrador

Con paso elástico bajó del andén del tren. De cuerpo delgado, pelo negro cubierto por un sombrero pero lo que más resaltaba de aquel joven era su rostro, más específicamente sus inmensos ojos violeta.

Se hospedó en el hotel del pueblo bajo el nombre de Samuel de Luque y al cuarto día preguntó en la recepción dónde vivía la familia Doblas y aunque llovía a cantaros, salió igualmente en su búsqueda.

Al encontrar su destino tocó en un viejo portón cuya aldaba dorada había perdido el brillo. Su ropa y sus zapatos estaban empapados aunque este hubiera llevado un paraguas consigo.

-Buenas tardes, perdone la molestia. ¿Es esta la casa de los Doblas?

Frente a él estaba, un hombre joven, rubio y alto quien quedó maravillado al ver los ojos de el contrario solo atinó a decir:

-Sí, sí, aquí es...

-Usted no me conoce. Me llamo Samuel De Luque y vengo desde muy lejos a cumplir una promesa.

Rubén abrió de par en par la puerta y lo invitó a pasar.

-Me dijo que se llamaba...

-Samuel de Luque, Samuel.

-Rubén ¿Quién está ahí?-Se oyó preguntar una voz gangosa.

-Perdone la interrupción. Es mi abuela Federica, que tiene casi cien años y quiere estar al tanto de todo, aunque la mayoría del tiempo tiene la memoria perdida y aveces ni siquiera recuerda quién es.

Rubén explicaba y explicaba pero no lograba apartar sus ojos de aquella mirada violeta. El pelinegro también lo examinaba mientras pensaba en lo bien que lucía el castaño.

-Por favor, siéntense en el sofá y no se fije en el desorden; aquí como ve, hay cierto abandono. Soy médico y paso mucho tiempo fuera, cuando regreso debo ocuparme de la abuela. ¿Podría decirme el motivo de su visita? ¿Está usted acaso enfermo?

-No, no, nada de eso, gozo de muy buena salud. Soy nieto de Iván de Luque. ¿Ha oído alguna vez hablar de él?

-Bueno, realmente, sí, y no sé por qué el apellido de los de Luque se mencionaba aquí por lo bajo, tanto que siempre pensé que había un secreto; nunca quise averiguar.

-Si me atiende, como espero, le contaré lo sucedido. Mi abuelo vivía aquí en este pueblo y era dueño de numeroso ganado vacuno; la familia Doblas, que es la suya, tenía grandes terrenos cultivados. Todos se querían y se llevaban muy bien. Hasta que... un comerciante en joyas trajo a este lugar un diamante conocido por "Luz de la reina" y tanto su abuelo Vicente como el mío Iván, se enamoraron de aquella fastuosa piedra que ambos por sus riquezas, podían obtener.

Se detuvo unos segundos para continuar con la historia.

-El negociante, como no quería la enemistad ni del uno ni del otro, decidió que se quedaría con ella quién ganara en las carreras de caballos, que se celebraban en la feria por las fiestas de mayo. Sucedió que el caballo de Vicente fue drogado y como es lógico perdió la competencia. El que cometió tal fechoría inculpó a mi abuelo, por ser el único que se beneficiaba.

-Todas las miradas acusaban a Iván, quien al poco tiempo y aunque era inocente, decidió mudarse a otra ciudad; aquella piedra le quemaba el alma porque había perdido su buena amistad con Vicente. Los años fueron pasando y al morir el abuelo le contó a mi padre lo sucedido pidiéndole que devolviera el diamante; papá siempre pensó hacerlo, y por un motivo u otro no llegó a cumplir su promesa; ahora está invalido en una silla de ruedas y me pidió que viniera aquí...

La voz tranquila del joven envolvía a Rubén quien no le quitaba la mirada de encima.

-Samuel, lo que me ha narrado me deja perplejo, a mi particularmente no me interesa ese brillante diamante; no soy rico, aunque sí tengo lo suficiente para vivir con holgura. Quédese usted con la piedra o haga con ella lo que prefiera.

-No, imposible, estaría faltando a una promesa. Entre los dos debemos pensar en algo.

-¿Se quedaría usted más tiempo?

-Si, si, es lo mejor.

Samuel y Rubén se veían a menudo con la excusa de discutir que hacer con el diamante; a veces, en el cine, otras en el parque o paseando por el mirador... por último, decidieron entregar "Luz de la reina" a la alcaldía para que con su venta se construyera una escuela de arte.

Y finalmente sucedió, como en las novelas románticas; Rubén y Samuel, el de los ojos color violeta, no solo se enamoraron, sino que unieron para siempre sus vidas, trayendo consigo un niño con los mismos hipnotizantes ojos violetas que su padre, al cual decidieron nombrar Iván, en honor a su historia y a su antepasado.

Antes de nada aclarar que esto es una adaptación de un libro que tengo desde muy pequeña

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Antes de nada aclarar que esto es una adaptación de un libro que tengo desde muy pequeña. Obviamente cambié muchas cosas a más o menos mi forma de redactar y al contexto. Ojalá les guste.

También agradecer los 2k, de verdad, los tqm 😽

Me tardé tres dias en hacer esta poronga por paja y por cansancio, la escuela me toma todo el tiempo 😿

Eso es todo, voten y sigan apoyando la historia wacho, los amo 💖

One-shots Rubegetta Family Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang