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02

-Ya llegué- Tabi entra a la habitación despacio, observando a su pareja sentada en el suelo casi dormido mientras mece la cuna de su hija con una mano.

-Te tardaste muchooo. - expresa el joven andrómeda con claro cansancio - ¿Me trajiste algo por lo menos? -siente un envoltorio de papitas caer en su cara. - ¡Auch!

-Shhh.- pone un dedo en su propia boca- Eso fue para que despiertes. -rie bajo. - De todos modos ¿Porque no fuiste a la cama?

-Es que...-bosteza- No quería dejarla sola...la escuché estornudar muchas veces antes, quiero asegurarme de que no es nada malo.

El ruso dirigió la mirada a su hija algo preocupado, sabía que probablemente no era nada, pero su conocimiento sobre bebés era prácticamente nulo. Aunque esa preocupación de su pareja le hizo recordar algo.

-Por cierto. -camina hacia la mesita dónde dejó las compras y sacó un libro para mostrárselo a su pareja. - Mira lo que encontré.

Agoti achinó un poco los ojos para lograr leer el título; el sueño le dificultaba enfocar bien. - Maa...¿Manuel? No, no. -se frotó los ojos con un puño - "Manual para padres primerizos." Oh.

-Genial ¿Verdad?, así ya no tienes que buscar como idiota en wikihow "de que lado se le pone el pañal a un bebé".

-¡Hey!

"Puta madre, juraba que hice esa búsqueda en incógnito."

-Estoy seguro que dice algo de estornudos por aquí. -pasó las páginas leyendo por encima, hasta que se detuvo en una. - "¿Por qué los bebés estornudan mucho? Este es un reflejo natural que les ayuda a despejar sus diminutos conductos nasales que pueden obstruirse fácilmente."

-Dios, busca también porque les huele tanto el culo entonces. -usó un sarcasmo no justificado, porque el libro realmente había ayudado a sacarle la duda, simplemente tenía mucho sueño como para estar contento. Abrió el envoltorio de las papitas de golpe y las vacío todas en su boca, tragando de un bocado.

El más bajo mira con una extraña ternura a su pareja, sabiendo que esos ataques de sarcasmo y hambre eran algo común cuando el más joven no duerme las horas que debería. Deja el libro a un lado y camina hacia él.

-Arriba grandulón, vamos a la cama, hiciste un buen trabajo hoy. - lo ayuda a pararse y le da un beso en la frente en el proceso, logrando como consecuencia un pequeño sonrojo.

-Que rabia, antes podía desvelarme una noche entera y estar como nuevo. - levanta las sábanas y se acomoda debajo.

-Porque estamos envejeciendo, cielo. De aquí en adelante eso es lo único que va a suceder. -hace lo mismo que el digidevil y se acomoda junto a el.

-Te tienes suerte, a ti no se te ve nada, a mi es al que le van a decir "te pusiste más gordo"

-Es mejor una pancita que un abdomen para rayar queso. -lo abraza por la cintura y se apega a el, quedando en pose de "cucharita"

-Que tonto eres. -bosteza.

-Si, pero me amas.

-Claro, tuve que llenar papeles que lo confirman y usar un anillo por el resto de mi vida hasta que se funda con mi carne.

-Oye. -le da un sape- no hables de nuestro matrimonio como si fuera una prisión, te recuerdo que tú ya te querías casar cuando a penas llevábamos un mes formalizado, luego intentaste pedirme matrimonio poniendo el anillo en mi bebida, lo que casi me mandó al hospital, y también cuando-

-Yaaa. -rie al recordar lo menso que era. - ya entendí, carajo.

-Entonces habla bonito de nuestra vida de pareja si no quieres que nuestra hija se entere que pensabas que ella era un estreñimiento y no un embarazo. -bosteza y lo abraza más fuerte, enterrando su nariz en el cuello del joven, ese bastardo siempre huele rico.