Cap 3 : Confundido

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Shhh —.

—Cállense —.

—Creo que esta despertando —.

Las voces apesar de ser dichas en susurros despertaron al vaquero. Parpadeo un par de veces hasta que pudo ver bien.

—Hola dormilón — dijo una muñeca de trapo con un hemoso vestido de princesa.

Woody la quedo mirando unos segundos confundido, no la conocía, ¿será algún juguete perdido? Pero para cuando miro a su alrededor se dio cuenta de dos cosas, una, que no estaba en el parque, en su lugar estaba en una habitación con paredes café y unos estantes del mismo color, y dos, fue ver al niño de ayer, viéndolo como se movía, en su pánico sólo se dejó caer y estar como era debido, pero eso sólo provocó risa ante todos los presentes.

—No te preocupes, es de confiar, puedes moverte todo lo que quieras, el mantiene el secreto — dijo esta vez un Furby de color morado.

Pero aún asi Woody no se movió, sintió pánico, mucho pánico, ahora mismo no sabía cómo reaccionar, se le había formado un nudo en la garganta y sentía como no podía hablar.

—Ya se acostumbrara, ahora si me permiten, nesesito mi cepillado diario — dijo una Barbie mientras se acercaba a el pequeño Andy con un cepillo en mano.

Algunos juguetes hicieron caso, volviendo a hablar entre ellos o jugar con la infinidad de juguetes no vivos.

—Oye… hola, me llamo Dorothy— dijo un juguete de perro para niños pequeños, tenía muchos colores y figuras en su cuerpo, al igual que botones en distintas partes de su cuerpo donde probablemente lo hicieran decir alguna frase.

Woody aún no se movía, se sentía aterrado y confundido, y aunque él hubiera querido moverse no podía, era como si su cuerpo estuviera congelado.

—Se que da miedo al principio, pero una vez que te acostumbras se siente muy bien. Andy nos cuida muy bien, ve que estemos en buen estado y se preocupa por que nos sintamos bien, deberías agradecerle. Y por mientras que luchas contigo mismo, te hablaré de algunas reglas de este lugar — esas últimas palabras callaron la voces en la cabeza de Woody que no lo dejaban pensar y puso atención a la perrita — En primer lugar, cero peleas, aquí a nadien le gusta los juguetes problemáticos, segundo, solo te puedes mover cuando no haya nadien o solo este Andy, tercero, no te alejes de casa y por último, cuarto… — Dorothy quedó pensando unos segundos — Solo diviértete. Creo que son reglas muy fáciles de seguir, esto es por el bien tuyo y nuestro, ¡ah! Y quinta, no hagas mucho ruido — la perrita por fin dejo a Woody solo y se fue a jugar con un grupo de juguetes, mayoría echos de tela, siendo ese perrito uno de los pocos juguetes echos de plástico.

Pudo ver por mucho tiempo como los juguetes jugaban felices, moviéndose y haciendo distintos escenarios imaginarios, mientras que Andy los ayudaba con algunas cosas, areiglaba a algún juguete o se ponía a coser. Lo último le pareció extraño, nunca había visto a un niño de 6 años coser. Desde su posición fue difícil saber que era lo que estaba cosiendo, pero después de un rato cayó en la conclusión de que era unas prendas de distintos tamaños, y parecía que se divertía, ya que mientras lo hacía escuchaba las historias que algunos juguetes le contaban. Pero en ningún momento habló, no podía escuchar su voz, ¿se parecerá a la voz de Andy? ¿O sería algo más que lo ayudara a lograr hacer entender a su cabeza que él no es su niño? Se sentía confundido.

Después de aproximadamente 2 horas alguien tocó la puerta. Los juguetes automáticamente se quedaron quietos y Andy fue a abrir la puerta, resultó ser su hermana quien lo venía a ver para jugar un rato con sus nuevos juguetes, los cuales consistían en una figura de acción de el Capitán América, un peluche de tiburón, y una tortuga grande de plástico.

El niño no se lo negó y empezó a jugar con ella. Tampoco está vez dijo algo, solo movía sus manos haciendo señas raras, pero al juzgar como su hermana lo entendía debían ser señas que ellos habían creado, tal vez el niño es más tímido de lo que pensaba.

—Veo que todavía no areiglas a Woody — el niño asintió mientras seguía manejando a la tortuga de juguete que tenía ahora, a un amigurumi de tortuga en su espalda —Ya lo quiero ver como nuevo, buscaré su caja de voz, tal vez tienen en la tienda alguna caja que te sirva, y también tendré que buscar su disco de voz — después de eso la niña no hablo más del vaquero y siguo jugando.

Por fin la voz femenina de la madre llamó a los dos pequeños, revelando que la niña se llamaba Carmen.

—Vamos, sabes que a mamá no le gusta que no bajemos al tiro — tomó la mano de su hermano y se fueron de la habitación cerrando la puerta.

Por fin Woody se movió y pudo ver como otra vez los juguetes se movían.

—Veo que por fin te mueves vaquero — Woody no respondió y solo quedó mirando la puerta donde los niños se habían ido.

Miró mejor toda la habitación, era un lugar muy acogedor, cálido y bonito. La cama era de madera oscura y sus mantas eran de color celeste con nubes, en cuanto a su almohada, no se sabía si se podía llamar así, ya que realmente era una gran almohada la cual se veía muy esponjosa y cómoda. La habitación tenía más que todo juguetes, haciéndola más colorida y contratando con el cafe. Era un lugar maravilloso, casi mágico.

Dorothy fue la primera en acercase al vaquero quien la quedó mirando.

—¿Quieres jugar? — apuntó a los demás juguetes que lo miraban con una sonrisa.

Woody no lo pudo evitar y sonrió, para después asentir, tal vez ese lugar no sería tan malo, y será mejor que se relaje un poco, ya que con todo el caos que tenía en su cabeza no había podido aclarar nada, pero una mente relajada funciona mucho mejor que una mente estresada.

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Toy Story 5 : el regreso de AndyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora