Quiero ir contigo

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El sexo que Hannibal y Will tienen después de deshacerse del cadáver de Matthew – colocado en unas cuántas bolsas de basura, que se llevan en el coche a altas horas de la madrugada – es el mejor sexo que han tenido desde que se conocen.

Llámalo adrenalina, pasión, el deseo de dos almas perturbadas. Hannibal se siente más unido a Will como jamás lo ha estado con ninguna persona. Que él le conozca significa el mundo entero, una aceptación absoluta hacia lo que con tanto ahinco ha escondido años.

Cuando Will vio los órganos de Matthew fuera de su cuerpo, no le hizo falta explicación aunque Hannibal aún así se la dio.

- Will – le dijo con los guantes ensangrentados. Los órganos....no los voy a tirar con el resto del cuerpo. Siempre los utilizo, siempre.

- Te los comes, ¿no? – la pregunta de Will no tiene sentimiento.

- Así es.

Se queda pensativo. Su amante no sólo es un asesino sino también un caníbal. Will empieza a comprender la obsesión que Hannibal tiene con él, no se trata sólo de un rasgo de la personalidad suya, sino también de ese dominio que anhela en todo lo que hace.

Se entristece. Ahora entiende el daño que le causó a Hannibal cuando decidió follar con aquel joven de su residencia.

Hannibal había perdido el control sobre Will y eso le atormentaba. Había perdido – o eso creía él – el amor de Will.

- Te amo, Hannibal – le respondió. Te amo más que nunca.

Hannibal creyó estar soñando. Lo continuó creyendo cuando Will le acompañó a deshacerse de Matthew en un vertedero de basura, bastante lejos de Baltimore, y esa sensación de estar en el limbo se convirtió en algo real cuando regresaron a la suite del hotel y Will se desnudó directamente, atrayéndole a la cama para tener el mejor sexo de sus vidas.

- Will....

- Mmmm, ¿qué pasa?

Es de día, no han dormido apenas. El sol entra por el gran ventanal y empieza a ocupar la cama donde están, llenándola de vida.

- Deberíamos hablar sobre lo que ha pasado – Hannibal está eufórico y preocupado.

La aceptación de Will, tan directa, sin preguntas, sin peros, sin miedo...le extraña sobremanera. No concibe que el amor que el joven siente por él sea tan grande o, más bien, no concibe que el amor sea ciego ante esta clase de cosas. Para Hannibal quitar una vida humana tiene la importancia que le quiera dar dependiendo del fin; alimentarse de dicha vida es el acto final a una deshonra que las víctimas hayan cometido. Will no debería haberlo aceptado tan a la ligera.

- No hay nada de qué hablar. Te amo a ti, con tus peros, con tus sombras, con tus puntos fuertes y sobretodo con los débiles – le responde.

- Will...no...no es tan fácil.

- Tengo que ir a clase, Hannibal, aunque me duerma allí.

- No vayas, llamaré a mis pacientes para no ir tampoco yo. Quédate aquí y hablemos, cariño.

- No.

Will besa sus labios para bajar por su pecho y llegar hasta la polla de Hannibal. Masturbarle con la boca es algo que adora, que se corra dentro es el premio a un trabajo bien hecho.

Siempre acaba manipulando a Hannibal, que se le olvida completamente hablar del tema sintiendo los labios de Will en su pene. Un fugaz recordatorio le vuelve a la mente cuando el joven se despide de él, besándolo de nuevo, y atrayendo a Hannibal a su cara para besar cada rincón de ella.

Sugar Daddy  (ACABADA)Where stories live. Discover now