🔥 Custodia ❄️

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Jamás le han gustado los niños, de hecho, desde que tiene memoria nunca en su vida le ha gustado tener un niño frente suyo o a un metro de distancia. Hakuji dice que nunca se ha dado la oportunidad de interactuar con un infante puesto que cada vez que Akaza escucha el lloriqueo de alguno, una rabieta, gritos e incluso el ver como se meten objetos a la boca inmediatamente se activa algo llamado "lucha y huida", tal vez puede sonar algo como el sistema nervioso central pero la verdad es que en verdad lo lleva acabo no solo en su sistema si no emocionalmente.

Muchas veces Kyojuro le estuvo insistiendo para que pasará más tiempo con su sobrino algo a lo que Soyama no podía negarsele y que a regañadientes tuvo que aceptar.

El convivir con Tojuro no fue una de las cosas más agradables que le pudo pasar. Sentía que el niño le tenía un odio profundo sin razón alguna, no lo puede culpar también el era así.

Antes de que pudiera tener la custodia del pequeño tuvo que pasar por muchos papeleos, varias sesiones psicológicas y muchas pero muchas reuniones del juzgado. No era nada comparado con las películas que lo que veía en la realidad, pero si de algo estaba seguro es que Tojuro lo necesitaba aún si el niño no quisiera.

De hecho ese era el plan inicial, hacer que tanto el como Tojuro tengan un ambiente armonioso, lindo y hasta cierto punto estable.

La información de la autopsia junto con las causas de la muerte de Kyojuro llegaron tan rápido que al leer las primeras líneas sus lágrimas empezaron a brotar como cascada. Tuvo una hemorragia cerebral, causada por un metal que impactó su cráneo. Miles de dudas y de preguntas se adueñaron de su mente le era imposible aceptar que tal vez fue un asesinato, el ministerio público había concluido a ello...un asesinato.

Y la pregunta es ¿Quién y por qué?

Como el único familiar más cercano al rubio era Akaza urgía tener su presencia en la fiscalía puesto que los padres de Kyojuro habían muerto ya hace tiempo, sin embargo, un único familiar que todavía seguía con vida no podían localizarlo, Senjuro, hermano gemelo de Kyojuro.

Suelta un suspiro después de leer el documento que el mejor amigo de Tanjiro le había enviado. Zenitsu Agatsuma trabaja como médico forense y del cual fue el encargado de enviar dicho documento, esto a petición de Kie y Tanjuro. Soyama presiente que a partir de ahora las cosas cambiarán mucho. El pelirosa se acuesta en su cama viendo fijamente el techo siendo iluminado por la luz de la luna.

— Kyojuro...¿Qué carajos pasó?— Susurra.

Al día siguiente llega a la casa de los Kamado por Tojuro, la psicóloga le había dicho que necesita estar en un periodo de prueba para ver si el infante se acoplaba o definitivamente tendría que conseguir otra familia. Tocó dos veces la puerta esperando pacientemente que le abrieran y después de varios minutos Kie le abrió.

— Akaza —

— Señora Kie, buenos días — Hace un reverencia y saluda con la mano.

La señora Kamado muestra una sonrisa tranquila deja que el joven pase y cuando Soyama entrá sentado en las escaleras y con el rostro inexpresivo Tojuro se encuentra, algo en su estómago se removió.

— Tojuro — Con pasos sigilosos se acerca al menor — Soy el tío Akaza.

El rubio traga grueso aferrandose a la barandal de la escalera, el pelirosa rasca su nuca nervioso había olvidado el diálogo que había practicado horas antes incluso el pan tostado se le había quemado.

— Cariño no tengas miedo — Intervino Kie al parecer dándose cuenta de lo difícil que era para el hablar. Cabellos flama mira detenidamente al mayor a lado suyo, ladea un poco su cabeza y de pronto se abalanza hacia el mayor en un llanto.

— ¡Tío Akaza! ¡Mamá... Papá! — Exclama llorando y  restregandose en la camisa ajena. Akaza al principio se había sorprendido pero en cuanto escuchó "Mamá, Papá" por primera vez se dispuso a llorar. Porque desde el funeral no había soltado ni una lágrima porque nunca tuvo un papá o una mamá, porque Kyojuro era todo para el, era todo lo existente que había en su vida. Porque Rengoku a pesar de la muerte de sus padres siguió sonriendo como nunca, siguió a su lado y jamás se fue.

Pero ahora se había ido y con ello la esperanza  que tenía de si mismo.

¿Y si le fallaba a Tojuro?

Siguieron llorando por un hora aproximadamente hasta que el menor se quedó dormido entre sus brazos, con los ojos hinchados y su pulgar en su boca.

— ¿Por qué no te quedas a dormir?— Le pregunta la fémina cuando noto como el de cabello rosado en una mochila empacaba las cosas de su sobrino con una sola mano.

— No quiero molestarlos, además se ve muy cansada necesita dormir— Le aconseja echando la mochila hacia atrás.

— Nunca has molestado, o por lo menos es lo que yo pienso. Tanjiro decía que ibas a quitarle al marido tarde o temprano.

Akaza suelta una risa nerviosa.

— Solo consideré a Kyojuro mi mejor amigo, nos conocemos desde niños usted lo entiende.

— Por supuesto —

Ambos se quedan mirandose por un largo tiempo hasta que la llamada entrante de la mujer hace acto de presencia.

— Me tengo que ir señora Kie — Menciona. La aludida asiente se acerca hacia el y al estar lo suficientemente cerca deposita un beso en su mejilla  misma hace con Tojuro. Soyama se sonroja pero después se pone firme no era momento de ponerse tímido.

— Cuídense — Finaliza.

Akaza de verdad sentía la tristeza que ocultaba Kie Kamado, el era un experto en identificar aquella rasgos que ocultan las personas depresivas pues el también lo hacía y a pesar de que Tanjiro y el no se llevaban bien aún así empatizaba con la señora, sabía lo difícil que era sobrellevar las cosas sola y que la carga era mucho más pesada si no tienes a nadie quien te acompañe o te apoye. De haber sabido que el pelirrojo cometería suicido hubiera llegado antes, el trauma en Tojuro no se habría desarrollado. Sabe perfectamente lo que implica el suicidio el mismo lo ha intentado muchas veces y jamás lo haría.

Al menos no por ahora.

Al llegar a su casa primero deja al menor en su cama para que descanse, lo arropa, le quita los zapatos y le deja a lado suyo un peluche de búho. Se dedicó a verlo por un breve instante sin darse cuenta de la tranquilidad con la que el de cabellos flama respiraba, le recordaba mucho a su padre. Inmediatamente deshizo esas ideas y salió de su habitación, necesitaba un cigarro.

Por aquellos años de los 80's cuando apenas Akaza descubría el vicio del cigarro, en esos años Kyojuro y el estaban un poco distanciados. El rubio se juntaba con los más inteligentes de la preparatoria y el pelirosa con los más problemáticos, entonces rara a la vez se podían ver algo que ha Soyama jamás le gustaba porque cada vez que se veían siempre eran peleas, regaños y sermones y sinceramente Akaza estaba muy harto de seguir a Kyojuro.

Recordaba mucho el lugar donde se encontraban y también las miles bofetadas que algunas chicas le daban por rechazarlas, no era su culpa, estaba enamorado de su rubio.

Pero fuera de eso, a pesar de lo distanciados que se encontraban siempre los dos podían contar el uno con el otro. Así fuera para llorar en el hombro contrario como solamente el hablar de cosas que les molestaban de otras personas y solamente llorar y gritar lo cual comúnmente pasaba mucho en Kyojuro pues Akaza aún le costaba confiar en alguien. Y no es que no confiara en el rubio simplemente que sabía la diferencia de opiniones y si el decía "No llores ahorita voy y me lo puteó" Rengoku lo contradecía diciendo que la violencia no arregla nada. Pero cuando los papeles eran intercambiados sentía que Kyojuro lo podía juzgar ahora que el bando era de los "problemáticos" y lo menos que quería era dañar la reputación del rubio por una estupidez suya, entonces decidió guardar muchas cosas dentro de si.

Algo que no ayudo en absoluto pues Kyojuro sabía lo que el pelirosa sentía pero así como Akaza lo escuchaba y lo reconfortaba con bromas o chistes sin sentido, el quería hacer lo mismo solo que adaptándose a Soyama.

Solamente abrazándolo. Porque cuando lo abrazaba de la nada Soyama se permitía llorar en silencio...

— Te extraño tanto— Dio una calada a su cigarro observando la luna desde su balcón.

Detrás de sus ojos Where stories live. Discover now