Capítulo 12.

108 11 4
                                    

Su peor pesadilla se hacía realidad al despertar después de un par de horas de descanso reparador y trató de alcanzar con su mano donde se suponía que Jamie debía de estar, pero al abrir los ojos solo pudo observar la otra mitad de la cama totalmente vacía.

Se levantó sin pensarlo dos veces y salió de la habitación atemorizado, bajando el tramo de escalones tan pronto como pudo y antes de poder dirigirse a cualquier lugar de la casa que se le pudiera ocurrir, detuvo su paso al escuchar unas risas provenientes de la cocina.

Oh, como había extrañado aquellas risas en la casa, aquellas que la mantenían con vida.

Caminó por el pasillo hasta que entró a la cocina, donde Jamie conversaba con Jacob y uno de su guardaespaldas mientras los hombres la miraban con una sonrisa, ayudándole con los trastes que ocupaba para el desayuno.

—¡Ryan!—Chilló cuando lo vió entrar y se estampó contra su cuerpo, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.

Recargó su rostro contra su cabellera y suspiró, adaptándose a la realidad.—No cumpliste tu promesa.

—¿Uh?—Se apartó para poder verlo, con el ceño ligeramente fruncido.

—Prometiste que no me dejarías, pero tan pronto como despierto ya no te encuentro.

Un leve sonrojo apareció en sus mejillas.—Perdón, solo quería hacer el desayuno y parecías demasiado cómodo, Jacob ya me estuvo informando de todo.—Golpeó su pecho con un gesto serio.—En serio, ¿Por qué no tomabas tus comidas? Jacob no solo es tu mano derecha, sino también se convirtió en tu niñero por si fuera poco.

Ryan le dirigió una mirada al hombre, el cual se encontraba de espaldas mientras vertía una extraña mezcla sobre un molde, pero no tenía que girarse para sentir aquella penetradora mirada sobre su espalda mientras lo acusaba en silencio.

—No tenía tiempo para comer, tenía otras cosas por hacer que alimentarme.—Se encogió de hombros, apretando su brazo alrededor de su cintura.

—¿Y si te enfermabas? ¿Y si empeorabas tu salud? No te alimentabas, pero bebías demasiado y contando que ni siquiera dormías lo suficiente por andar con tus negocios, ¿Piensas que no me preocuparé por ello? Deberías de conocerme mejor.

Los dos hombres ajenos a la pareja sonrieron, mas allá de divertidos por la escena era más por la complicidad que había en ellos. No había duda que se complementaban y se sentían contentos por ver a su jefe nuevamente animado en aquella mañana.

—Ve a cambiarte mientras termino de preparar el desayuno, luego de ello nos pondremos al corriente con mi situación de la amesia, ¿Entendido?

Ryan asintió y depositó un beso sobre su frente, alejándose lo suficiente como para pasar por alto el puchero en los labios de Jamie al no recibir un beso donde quería. No sabía cuál era la razón, pero le desconcertaba que Ryan se sintiera un tanto alejado a ella, quería creer que seguía pensando en los últimos acontecimientos pero no negaba que extrañaba sentirlo cerca de ella.

La lluvia seguía presente en la ciudad cuando terminaron de desayunar, Agnes aún no aparecía pero se habían encargado de que una de las sirvientas estuvier a su cuidado mientras su visita se extendiera; la ciudad seguía siendo un caos, las comandancias del distrito parecían no ser suficientes y los teléfonos parecían explotar cuantas llamadas entraban para reportar actos vandálicos por todas partes. Carter estaba exhausto y frustrado, no tenía que tener dos dedos en la frente para saber de quién había sido la orden de todo el desastre provocado, mas no sabía como enfrentarlo sin acusarlo directamente. Era más que consciente de la situación en la que estaba con Ryan, podía sentirse en caza sin que él se lo tuviera que decir, pero al recordar a la persona que debería estar en su casa aún mantenía la certeza de que estaba un paso delante suyo. Pobre diablo.

Mientras que en la comodidad de la habitación, Jamie se encontraba sentada en el piso mientras álbumes de fotografías se extendían a su alrededor mientras Ryan la miraba con detenimiento, tomando asiento a su costado mientras hojeaban el tercer álbum con atención.

—Puedo recordar la mayoría de estas fotografías, pero aún siendo una enorme laguna si quiero profundizar el momento. En varias no consigo recordar en absoluto, mi cabeza se siente como si fuera a explotar.—Formó un leve puchero en sus labios, dándole vuelta a la hoja.

—Todo a su tiempo, no te presiones. Dijo el médico que deberíamos de cuidar esos dolores de cabeza y cualquier otra molestia que se presentara, no queremos que sufras algún daño mayor por forzarte con que recuerdes.—Murmuró mientras apilaba sobre su regazo los álbumes terminados.

—¿Y si no lograra recordar muchos de estos momentos? ¿Y si solo se quedan como fotografías sin trasfondo?

—Entonces me encargaré de volver a revivirlos, visitaremos todos estos lugares si es necesario y podemos formar nuevos recuerdos, no te agobies con algo que puedo tener en mis manos, te lo prometo.—Depositó un beso sobre su sien y posó su mano sobre su espalda baja, dando leves caricias con su pulgar.

Mordió su labio cuando sintió el nudo en su garganta traicionarle y apartó las lágrimas que amenazaban bajar por sus mejillas, enfocándose en los paisajes que tenían frente suyo.

—Jamie, te quería pedir algo antes de que pudiera suceder otra cosa.—Comenzó a hablar, mirando con detalle el álbum.

—¿Qué sucede?—Apartó su mirada de las fotografías y se giró, enfocando su atención en él.

—Sé que lo que te voy a decir no será de todo tu agrado, pero necesito que entiendas porqué lo estoy haciendo de esta manera.—Posó su mano sobre su mejilla, apartando un mechón que adornaba su rostro.—Necesito que vuelvas con Carter, todo mientras puedo terminar de idear el plan que...—Fue interrumpido cuando vió como Jamie se alejó de su tacto, como si ardiera contra su piel.

—Debes de estar mintiendo, no puedes permitir que siga a su lado.—Se levantó, necesitando crear un espacio entre ellos.

—Ami, no lo estoy diciendo porque quiero, pero si queremos que pague por todo lo que está haciendo necesito terminar de idear un plan para que no huya. Sabemos como es él, ya descubrí todas sus intenciones pero no puedo simplemente ir por él, sabes que no juego de esa manera.

—Pero no quiero volver con él, no puedo soportar estar un solo minuto más a su lado. No pienso vivir un segundo más con el miedo de que pueda hacer algo, tampoco puedo confiar siquiera en sus trabajadores, me siento vigilada todo el tiempo.

Odiaba saber como se sentía, se sentía impotente por no saber que hacer más allá de mandarla al peligro que era Carter, pero sabía que si atacaba sin tener todo bajo su coartada solo se vería perjudicado y como el único responsable de ello. Quería y debía hacer las cosas bien, siempre y cuando pudiera asegurar su propia libertad y escape de todo el problema.

—Entiendo tu postura, pero solo te pido un par de días antes de que puedas irte de ahí, estaré trabajando en esto tan rápido como pueda antes de que siquiera piense hacerte algo, debes confiar en mí.—Se levantó de su lugar hasta quedar frente suyo, colocando sus manos sobre sus mejillas para alzar su mirada.—Lo último que quiero es que vuelvas bajo su custodia, pero sé que si no jugamos como él quiere solo estaríamos empeorando la situación, no podemos arriesgarnos.

Jamie negó mientras recargaba su frente contra el pecho de Ryan y empuñaba sus manos contra la tela de la camisa, sus hombros temblando ante los sollozos retenidos. Sabía que tenía razón, pero no podía imaginarse tener que estar ahí y ahora tener que fingir que seguía sin recordar lo que había sido de su vida antes del accidente, fingir que él era su esposo y tener que estar bien con ello.

—¿Prometes que podré salir de ahí tan pronto como pueda?

—Con mi vida, no me arriesgaría más de lo que ya lo estoy haciendo al tenerte ahí, solo dame un par de días mientras sigo arreglando lo necesario. Estaremos bien después de todo esto, tan bien inclusive antes de ese día, mejor de lo que alguna vez imaginamos.

Creía en sus palabras sin dudarlo, solo anhelaba que ese momento llegara más pronto de lo esperado, antes de que cualquier cosa pudiera suceder.

⋆ Deadly Kiss ✓Where stories live. Discover now