Vanica - Frenar Enero

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SALTO TEMPORAL

NARRA MÓNICA

Si me llegan a decir de pequeña que tendría mi trabajo soñado, a una mujer maravillosa que me ama y me lo demuestra a diario, 3 hijos perfectos y una casa en las afueras, no me lo hubiera creído.

Junto a Vanesa hemos atravesado muchos momentos difíciles a lo largo de estos años pero cada día estaba más segura de que era el amor de mi vida.
Ahora estábamos en un muy buen momento. Había decidido tomarse un largo descanso de la música para centrarse en otros proyectos y poder disfrutar juntas de la adolescencia de nuestros hijos.

Hace unos años tuvimos que lidiar con otro diagnóstico, esta vez en nuestra pequeña Gala. El autismo llegó a nuestras vidas cuando ella era aún muy pequeñita, pero afortunadamente no lo sufre con gravedad. Con su medicación nuestro apoyo y alguna terapia a la que va, lo lleva muy bien.

-Gordi, tienes que comer algo - dije entrando a la habitación donde Vane estaba aún tumbada.

-No me apetece levantarme Moni, solo quiero dormir y que todo esto sea una pesadilla.

Caminé hacia la cama y me senté a su lado para poder acariciar su pelo.

-Vamos mi amor, hoy viene tu madre y tienes que estar bien para apoyarla.

Hacía menos de una semana Paco nos había dejado. Fue todo muy repentino y sin avisar. Según nos contó Toñi el iba a sus revisiones y todo estaba bien, pero aquel día se acostó temprano y ya no volvió a despertar.

Vane se incorporó y fue al baño de nuestra habitación.

-¿Te han dicho algo los niños?

-He hablado con la profe de Gala. Me ha dicho que ha seguido las clases con normalidad pero si que estaba un poco distraída.

-Pobrecita mía. ¿Te encargas tú hoy de traerlos del instituto y luego llevarlos a las extraescolares?

-Si cariño, tu ya sabes aquí con tu madre y tus hermanos que seguro que vienen.

Me comencé a vestir y conseguí que Vane comiese algo en la cocina. Dejé preparada la comida para los niños y para mí y caí en la cuenta de que hoy Gala tenía cita con su psicóloga.

-Vane, Galita tiene hoy psicóloga. No me hace gracia que vuelva sola, saldrá con todas las emociones revueltas. Intentaré pedir un permiso de 20 minutos para ir a recogerla pero no sé si podré, y Alan o Marcos con la moto me hace aún menos gracia.

-No te preocupes, yo la recojo en un momento.

Dejé a Vane comiendo y conduje hasta el instituto de mis tres pequeñines que ya no eran tan pequeños.

Como siempre visualicé a Marcos y a Alan corriendo entre la multitud de adolescentes para ver quién era el que llegaba primero y por lo tanto se sentaba en el asiento delantero.

-Vigilad la carretera que siempre pasáis sin mirar - dije cuando Alan abrió la puerta delantera.

-Es un tramposo - dijo Marcos sentándose detrás de mi. -Encima Gala tarde 3 horas en salir.

-Mama, dile algo porque se queda hablando con sus amigas y me estoy meando muchísimo - dijo Alan

-Tranquilizaros porque ya mismo vendrá.

-Y, mama, ¿Has hablado con la mami sobre lo de la fiesta? - me preguntó Marcos

-No, aún no, la mami no está bien, vamos a dejar unos días que se tranquilice y vuelva a ser ella misma.

-Ya pero es que nuestro cumple es en 3 semanas, tendremos que ir invitando a la gente - dijo Alan

-Bueno a ver esta noche intentaré hablar con ella, pero si dice que no no os pongáis muy pesados que ya sabéis que no está pasando por un buen momento.