25

267 34 4
                                    

-¿Te dijo algo indebido? Dime qué fue lo que te dijo, Sunoo...

-Ya te lo he dicho muchas veces, no pasó nada. No me insinuó nada, ni me amenazó... ¿Qué más quieres saber?

Terminó de teclear en la laptop colocando un punto final para voltear a ver a su menor quien seguía de pie a su lado. El chico parecía ansioso mientras mordía sus propias uñas. Se podía sentir sus nervios a flor de piel.

-Es que... Ya sé! Hay cámaras aquí, por eso no puedes hablar... Él te tiene vigilado, ¿no?

Realmente estaba paranoico, pero es que el chico no quería abrirse al respecto. Si al menos le dijera algo de lo que habló ese día con su progenitor, estaría más tranquilo.

-Ya, Riki. Basta con tus cuestionamientos idiotas... Tu padre no me ha hecho nada, no me ha amenazado y mucho menos insinuó algo, ¿qué clase de hombre crees que es tu propio padre?

Bueno, si lo pensaba a conciencia, no era para menos que se preocupe. Es decir, su padre era el líder de la mafia más peligrosa y posiblemente más grande del continente sumando a ello que era un hombre mayor "solo". Que no tenía escrúpulos ni con sus propios hijos y que era el doble de inteligente que Einstein junto con la astucia de un zorro viejo.

-Es Hwang InYeop... Es alguien de temer, y eso que soy el hijo "rebelde".

-No tienes de qué preocuparte, Hwang.

-¿Escuché el nombre de mi señor jefecito por aquí? —la silueta saltarina de Shim apareció de la nada—

No es que las conversaciones entre los otros dos sean "normales", siempre era como si tuvieran dos imanes que se atraían con fuerza por dentro. Lo era mucho más desde lo que pasó aquella noche entre ambos de la que no querían acordarse.

Riki tenía la muñeca de Sunoo entre sus manos mientras que este había colocado (instintivamente) su mano libre sobre el pecho contrario para calmarlo.

De todas formas, Jake se sentía como un mal tercio... Aunque no era algo a lo que él ya no estuviese acostumbrado. Más no con ese par en específico.

-Ups, creo que yo... Interrumpo algo?

-No, de hecho... Ummm, no, no, no. La verdad no estem, no interrumpes... Yo ya me iba de hecho.

El menor de los Hwang salió raudo de la oficina rogándole a la divinidad que fuere que el pesado guardaespaldas que tenía, no lo siguiera.

Suerte tuvo, pues en realidad llegaba a buscar al peliblanco.

-Pequeñito... —le llamó con cuidado—

-Tengo un nombre, por si no lo sabes...

-Bueno, Kim Sun, llegaron por tí otra vez.

-¿Quién?

La expresión del mayor fue tan obvia que lo único que gritaba su rostro era que no hacía falta preguntar.

-Supongo que son tus amigos en esa bonita y lujosa camioneta negra. Antes de que te vayas, de hecho yo... Quería hacerte una pregunta.

Lo miró extrañado, no sabía a ciencia cierta si el chico le estaba coqueteando o esa era su personalidad. Pero mentiría si dijera que la primera opción no era la más segura.

-¿Quién es ese chico? El que conduce quiero decir. Lo he visto de otro lado pero no recuerdo bien de donde, si me dices su nombre quizás se me facilite recordar.

Quedó pensativo, de los 3 el único que no conducía era Jungwon y la camioneta era de Jongseong, así que era la opción más lógica.

-¿Jongseong? No creo que lo hayas visto en ningún lado, su padre es juez y la vida que lleva debe ser lo más opuesto a la tuya que puedas conocer o incluso imaginar. No hay posibilidades.

You're My Criminal [SunKi]Where stories live. Discover now