Capítulo 8

1.2K 65 1
                                    

La cena fue mejor de lo que me esperaba, el sitio era de muy buena calidad y Tomás se había comportado como un caballero toda la noche. Me fui a la cama feliz y cansada, había sido un día muy largo y bueno.

El día siguiente pasó realmente rápido, ya estaba acostumbrada a las clases. ¿Lo raro? Pablo se había comportado seco con Tomás todo el día y también pude notar como a mi me miraba mal. Al principio pensaba que era porque me juntaba con Marizza y pues no querría que Tomás se juntará con una amiga de la anteriormente nonbrada, pero no, luego de pensar y consultar a Luna, deduje una cosa, Pablo Bustamante estaba celoso.

¿No será que te gustó Pablito?, yo diría que si.

Pero bueno dejando ese tema de lado me encontraba con las locas de mis amigas, esta vez estaban nerviosas, sobretodo Marizza.

-¿Pero que ha pasado?

-Nacho... Ayer estaba discutiendo con Pablo, Nachito me denfendio y ahora está desparecido.-Las tres se veían realmente preocupadas.-¿No le habrá pegado o algo?

-No tranquila Mar, no creo, Nachito es un chico inteligente.-Intente relajar la situación, pero la aparición de Dunoff no ayudo mucho.

-Spirito, porfavor acompañeme a mi oficina.

-Estoy cenando, ¿no podría ir mañana?

-No, ahora es ahora.

Marizza se levantó con mala gana y se fue junto al director. Luján, Luna y yo al haber terminado nos dirigimos a la habitación para poder descansar.

Al entrar vimos a un Nacho asustado.-¡Nacho!, ¿qué te pasó donde estabas?

-Dos... dos hombres me estaban persiguiendo.

-¿Cómo eran?

-Uno tenía el pelo blanco, al otro no lo vi bien.

-Dunoff... Seguro que era el.-Aseguró Luna.

-¿Tú estás bien?, ¿te hicieron daño?

-No, pero no tenía a dónde ir y por eso vine aquí.-Yo le acaricie la cabeza para tranquilizarle.-Tranquilo, si yo estoy aquí nadie te va a hacer daño.

De pronto escuchamos a alguien llamando a la puerta.

-Mierda... Nachito ven.-Le abrí la puerta del armario para que se escondiera ahí.

-¿No será Marizza?

-No creo, esta es su habitación, siempre entra sin llamar.

Las tres nos acercamos a la puerta y la abrimos.-Pablo, ¿qué haces aquí?

-¿Estabais con alguien?... ¿Con un chico?

-No, ¿por?

Se pasó las manos por la cara, parecía angustiado.-Nada. ¿Podemos hablar en privado?

-Sí, claro.-El me cogió la mano y nos sentamos en un banco cerca de las habitaciones.-Bien, ¿qué querías decirme?

-¿Qué tal lo pasaste con Tomás?

-Bien, me llevo a un sitio muy bonito. ¿Por?

-Nada, solo curiosidad.-Se veía nervioso, parecía que quería decir algo pero no le salían las palabras. Pero se lanzó.-¿Te gusta?

-A ver... es muy bueno y eso, pero  necesito conocerlo más para poder saber si me gusta.-El se acerco más, poniéndome nerviosa.

-Es que a él le gustas mucho.-Estabamos cara a cara, podia sentir su frío aliento.

-¿Ah sí?-Qué pregunta más tonta, pero los nervios que me produce este chico y más a esta distancia me impedían poder hablar con normalidad.

-Sí.

DESTINO || Pablo Bustamante. Where stories live. Discover now