VEINTIDÓS

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    Kouki es atractivo.
 
    Tal vez no sobresaliente, pero tanto su rostro, como su cuerpo y el aura que desprende, atrae a las personas.

    Esa aura es misteriosa, y a la vez sensual, su caminar, seguro y firme era atractivo también, luciendo como nadie su ropa discreta pero a la moda, para los varones de su edad, era inevitable no voltear más de una vez al verlo y que sus ojos no bajaran a admirarlo.

    Kouki podía sentir esas miradas descaradas sobre él, aún sin que esa sea su intención, aún cuando su ropa no mostraba nada.

    Algunos sinvergüenza se atrevían a acercarse a él, pero claro y frío, Kouki los rechazaba, ganándose feas palabras de desprecio.

    Era algo normal cuando salía al centro comercial.

    Se sigue sintiendo incómodo con las miradas, pero sabe ocultarlo.

    Existen muchos tipos de personas descaradas...

    — Vaya... El destino me llevó a encontrarme con un ángel y se lo agradezco. O tal vez es una búsqueda personal que el universo me dió, donde mi misión es lograr que firmes el acta de matrimonio. Él universo es cruel, porque sabe que te llevarás toda mi sangre y lágrimas.

    — ...

    Pero lo descarado que podía llegar a ser el presidente del consejo estudiantil, estaba a otro nivel.

    Kouki a penas y lo miró, siguiendo con su camino.

    Seijuro caminó a su lado, sin importarle recibir una mirada asesina.

    — Te ves bien, amor. ¿Te preparaste para nuestra cita con anticipación? Sabes, al outfit le hace falta un anillo en el tu dedo anular, ¿me esperas a que lo compre? No, mejor ven conmigo, hay una joyería aquí a la vuelta. No, mejor te llevo a mi joyero personal. ¿Te gusta el oro rosa? Creo que te quedaría bien, combinaría bien con nosotros. ¿Qué joyas prefieres? ¿Diamantes? ¿Rubíes? Espera, aún no tengo los conocimientos sobre que joya es mejor para la prosperidad del matrimonio. ¿O tal vez quieras un anillo con cada una y luego investigamos? ¿Quieres ir ahora?

    — Jodete. ¿No tienes mejores cosas que hacer?

    — ¿Hay algo mejor que pasarla contigo?

    — ... Jodete...

    Kouki caminó más rápido y Seijuro sonrió cuando vio las orejas rojas de Kouki por detrás.

    Seijuro aún no sabe muy bien que es lo que hace a veces para avergonzar a Kouki...

    Volvió a su lado, sin quitar su boba sonrisa.

    — ¿A dónde vas? ¿Me dejaras solo? ¿Y yo que tanto me esforcé para verme lindo para tí? Mira, vamos combinados, tu de negro, yo de blanco, ¿estás practicando para la boda? Creo que nos vemos bien, aunque también creo que podríamos ir ambos de blanco... El blanco se te ve muy bien también... El traje se te vería... Tan bien...

    — ...

    Kouki no contestó a las extrañas divagaciones de Seijuro, que parloteaba, aunque, al final, con una voz más suave y baja, no parecía tan en broma.

    Luego de un rato, Kouki murmuró:— ... Aléjate de mi. Si te ven aquí conmigo...

    — ¿Que? ¿Qué sucede si me ven contigo...?

    — ...

    Seijuro tomó la muñeca de Kouki y detuvo su andar, Kouki quería quejarse, pero las palabras no salían de su boca.

    Seijuro se acercó más a él.

    Kouki era más bajo que él, media cabeza para ser más específico, pero eso era más que suficiente para ser feliz al ver sus ojitos levantarse al verlo.

    Se veía tierno, y como nunca, se veía un poco avergonzado y dócil.

    — Si nos ven juntos... ¿No pensarán que hacemos una linda pareja...?

    — ...

    — "Se ven tan lindos tomados de la mano" o "sus prendas combinadas son tan tiernas", pensarían eso, amor, ¿no te hace feliz? Las mierdas de la escuela no importan...

    — ... Suéltame...

    — ... Kouki...

    Cada vez, Seijuro se acercaba más a Kouki. Cada vez, Kouki se veía más nervioso.

    Cuando Kouki sintió la respiración se Seijuro sobre su piel, llamándolo por su nombre de pila, no aguantó más y se alejó, empujando su rostro con con su mano.

    — ¡...!

    — ¡C-cuando me veas fuera de la escuela, no te acerques a mi!

    Kouki lo apuntó acusadoramente, y antes de que Seijuro pudiera contestar, salió corriendo.

    Seijuro sostuvo su nariz palpitante y rió con los ojos llorosos.

    Fue un simple golpe con la palma de su mano, pero Kouki tenía la mano pesada y más fuerza de lo que parecía, ese simple golpe dolió, pero en la mente de Seijuro solo podía pensar en la linda expresión de Kouki.

    Hoy, Kouki se comportó diferente de lo usual, no en el mal sentido, sino que en el sentido de que le mostró una nueva faceta de él.

    Fue inevitable que una sonrisa genuina no apareciera en su rostro.

    'Tan lindo...'

    Mientras tanto, en la distancia, alguien observaba todo con rabia...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rumores.Where stories live. Discover now