REENCUENTRO

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En su cabeza aún repasaba los sucesos de su día, fue echado del motel en el que se hospedaba, había aceptado un estúpido juego de voltear un papelito, perdió, llamo a un número en donde le ofrecieron dinero por jugar juegos de niños el cual aceptó, fue secuestrado, y había despertado en un lugar lleno de camas con muchas personas y vestido de un extraño "pijama" verde con el número 137 en el.

El pelinegro había aceptado unirse a ese estúpido juego con el fin de ganar los $100.000 para pagar sus deudas. Lo que sobre lo invertiría en un negocio posiblemente. Él tenía en claro su meta, y haría lo que fuese necesario para poder ganar. Claro que cuando pensó aquello, no tenía idea de lo que le esperaba.

Hasta que formulara un plan acorde a lo que estaba viviendo, decidió formar alianzas falsas para que lo protegieran por si ocurría algún altercado. Se acercó a varias personas, saludando y fingiendo ser un eslabón débil en busca de protección. 

Fue una gran sorpresa para él ver a lo lejos a aquel castaño que se había adueñado de su corazón en una sola noche. Aparentemente este aún no lo había notado, pero él se encargaría de cambiar eso en unos instantes.

No lo pensó mucho y emocionado corrió gritando su nombre. Este a penas lo escucho cuando estuvo lo suficientemente cerca. Le devolvió la sonrisa y pudo ver su perfecta dentadura, sintiendo su corazón latir una vez más. Le pidió que lo siguiera separándose de todos, en una esquina donde podían estar solo ellos dos.

-Lusuuu! No sabes cuanto te he extrañado- se abalanzó sobre el mayor abrazándolo con algo de fuerza. El correspondió a ese gesto mientras soltaba una encantadora carcajada.

-¿Cuéntame Quacks?- el mayor lo había acorralado, sintió sus mejillas arder pero eso no lo detuvo de quejarse con el por haber desaparecido.

Luzu se disculpó entre risa y risa, y Quackity se encantó aún más por la personalidad de él. Hablaron un poco de todo, contándose como habían terminado ahí. Sintió envidia y algo de resentimiento hacia el castaño cuando escucho su razón, pero esto no significo nada comparado a los sentimientos que estaban surgiendo.

"Simple avaricia Quacks, quiero ganar... quiero el dinero."

Poco tiempo después sonó la alarma dando inicio al primer juego. No les quedó más que separarse. En la cabeza de ambos era sonaba lógico que nadie notara el cariño que se tenían para no ponerlos en contra o amenazar al otro de alguna manera. 

Todos los concursantes formaron una fila para salir de ese cuarto, Quackity le dio una última mirada a Luzu y pidió en su mente que ambos pudieran ganar esta partida.

GAME OVERWhere stories live. Discover now