Prologo.

15 1 0
                                    

Las manos me tiemblan, mi pierna se mueve frenéticamente de arriba abajo, mi hermano al lado mío con la computadora en las piernas actualizando la pagina de vez en cuando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las manos me tiemblan, mi pierna se mueve frenéticamente de arriba abajo, mi hermano al lado mío con la computadora en las piernas actualizando la pagina de vez en cuando. Si esto no sale como espero no sé qué hare, es la única oportunidad que nos queda para entrar en una buena universidad.

—¿Ya? —pregunto impaciente por quinta vez a mi hermano.

—No, Gea, aun nada. Relájate, no se acabará el mundo —dice, aunque sé que también esta impaciente de saber si nos han aceptado o no.

—El mundo no, pero si nuestra oportunidad de entrar a una buena oportunidad este año.

Me levanto y me paso las manos por el cabello.

—Calmate.

—Bien, me calmare...Actualiza otra vez...

—Listo, hazlo tu y me avisas —dice levantándose y dándome la computadora.

Ve como mi mellizo sube las escaleras dejándome sola en la sala. Me siento en el mueble y dejo la laptop en la mesa de centro. Los siguiente treinta minutos se resumen en mi actualizando la pagina del correo a más poder. Cada vez me tiemblan más las manos, intento resistirme al impulso de morderme las uñas, juego con mis anillos y pulseras.

—¿Cómo va eso, Gea? —pregunta la voz de mi madre detrás de mí.

—Aun nada.

Tengo la respiración un poco agitada y mi madre parece notarlo.

—Hey, calma, todo saldrá bien. Respira —dice mientras me toma las manos.

—¿Y si no? ¿Y si no nos aceptan? ¿Qué hare mamá?

—Hay mas universidades a las que pueden aplicar.

Estoy por responder, cuando la laptop suena. Me volteo rápido, es un correo de la universidad. No celebro antes de abrirlo, por bien puede ser una carta de rechazo. La abro y la leo un poco lento ya que está en inglés. Al terminar de leerlo se me llenan los ojos de lágrimas. Me giro hacia mamá, que me ve preocupada.

—¿Y? ¿Qué dice? —pregunta cautelosa.

—Entramos. Nos aceptaron.

Ella me abraza fuerte y yo se lo devuelvo, aún estoy en shock. Mamá me felicita, se separa mientras dice que ira a llamar a la familia y a contárselo a papá. Cuando desaparece yo reacciono y corro escaleras arriba. Entro en la habitación de Ilan, esta acostado boca abajo en su cama. Corro y me le tiro encima.

—Pero... ¿¡Que te pasa!?

—¡Me pasa que entramos hermanito!

Me bajo de él y nos levantamos de la cama, yo con una sonrisa y el con cara de no poder creerlo.

—¿De verdad? ¿No es una broma?

—No, de verdad entramos.

—¡Los mellizos Galanis se van a Londres! —celebra haciéndome reír. Me abraza fuerte y empezamos a saltar.

Pasamos un rato hablando de todo lo que tendremos que hacer allá. Ambos estábamos contentos y aliviados de quitarnos esta angustia de no ser aceptados.

—Estoy entusiasmado por salir de Atenas —dice, mientras bajamos luego de ser llamados por mamá.

—Yo igual, ya quiero ver cómo es Londres.

El día paso en llamadas de felicitaciones de algunos familiares y amigos y visitas.

Estaba feliz de poder lograr este sueño.

Inmarcesible.Where stories live. Discover now