águila roja y Halcon verde, comienza el legado

Déjame en paz

Paso una semana después, todo seguía igual en la familia, ese día por la tarde, Cristina había quedado con Ángel en el rio, el se mostraba algo serio aunque Cristina no le dio importancia.

- Hola Ángel, ¿Cómo estas?

- Bien...¿y tus heridas?

- Están mejor- dijo Cristina sonriendo, Ángel siguió mostrándose serio, él le dijo

- Oye Cristina, tenía que decirte algo- Cristina la verdad es que seguía mostrándose normal y no le daba importancia a esa seriedad de Ángel, ella dijo sonriendo

- Claro dime- Ángel suspiro y dijo

- Tenemos que dejar lo nuestro- Cristina empezó a mirarlo seriamente

- ¿Cómo dices Ángel? ¿por que?

- Mi familia y yo nos vamos de la ciudad y no podemos seguir

- Pero Ángel, eso no significa nada, puedo esperar a que vuelvas

- No volveré Cristina

- ¿Cómo estas tan seguro?

- Porque debo estar con mi familia

- ¿Y yo no soy de tu familia? Yo si te lo considero

- ¡Tu y yo no somos ya nada!- dijo Ángel algo alterado, Cristina bajo la cabeza, lo miro y le dijo seriamente

- Muy bien, pues que te vaya bien con tu familia

- Oye quería decirte también que por mi parte, tu secreto esta a salvo conmigo- Cristina con las lagrimas un poco saltadas le dijo

- Adiós Ángel- ella se fue un poco mas alejada de donde estaba con él, se sentía rota y no quería volver a casa, pensaba que le todos le preguntarían que le pasaba y no quería recordarlo y mucho menos dar explicaciones, así que decidió quedarse en el rio un rato mas.

Hacia la noche en la casa Cristina aun no había vuelto y era la hora de cenar, Margarita dijo preocupada.

- Oye chicos, Cristina aun no ha vuelto