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— Sé que tienes miedo, Minji.

— No tengo miedo, Kang.

— Shhh... —calló— Déjame hablar, por favor.

Minji reviró los ojos —Tienes 2 minutos y cuelgo el celular. —advirtió.

— Bien, bien. Escucha, sé que no has terminado los estudios, sé que no quieres irte del país, Minji, mi padre no te va a presionar más, esperará hasta que termines el colegio. ¿Bien? Pero le gustaría no solo a él, si no también a la directora —Minji suspiró, la directora era su tía— que fueras a un partido de la CEV en vivo para que veas cómo es todo allá y a ver si te gusta y te convence el ambiente. —al otro lado de la línea, la expresión de Minji era todo un poema, no se podía creer que lo estaban invitando a aquello— Pero ¡Oh! Hay una mala noticia.

— Kangcita, se te acaba el tiempo.

— Tendrás que ser acompañada por Pham Hanni.

Minji colgó el teléfono luego de escuchar aquello; a veces se ponía a pensar en que la vida tenía algo contra ella. ¿Por qué Hanni? La persona a la que ella más detestaba en todo el colegio. ¿Acaso sería el destino?

Destino marrano.

La pantalla de su celular se iluminó, era un mensaje de Haerin:

Haerin 15:32 P.M.

La directora espera tu respuesta.

¿Iría? Sí, sí iría; Iba a ver un partido, no a tener que socializar con Hanni, no estaba obligada a tener que hablarle, así que la ignoraría todo el viaje. Agarró su celular nuevamente y le marcó a la Directora.

— Minjicita, bebé, dime qué pasó. —la voz de su tía resonó pronunciando aquél estúpido apodo.

— Iré.

— Lo sabía, Min; En 15 minutos estará la jovencita Pham Hanni en la puerta de tu casa, el vuelo es mañana a las 5 am; suerte, preciosa— y colgó.

No fue broma lo que su tía dijo, ya que en exactamente 15 minutos sonó el timbre de la puerta, lo que anunciaba la llegada de la bastarda de Pham.

Minji, sin emoción alguna, abrió la puerta y pudo observar la brillante sonrisa de aquella idiota.

— Hola, Pham Hanni presenteee. —alargó, quitándose los zapatos y entrando a la casa con su maleta— ¿Ya hiciste tus maletas, Minji? —sonrió.

— Pham, son las 15:48 de la tarde, no sé ni siquiera que haces tú aquí, pudiste venir más tarde.

— La directora dijo que nos teníamos que ir conociendo y todo eso.

Minji suspiró— Bien, puedes dormir en el sofá.

— ¿Quéee? —expresó con tristeza— Que mala anfitriona, deberías decirme que tú duermes en el sofá y yo en tu cama; Además, tu casa es grande, ¿no tienes una habitación para invitados?

— Sí, pero tú no eres una invitada, eres una intrusa.

— Que mala eres, Kim.

— Cierra la boca antes de que cambie de opinión y te haga dormir en el suelo del baño. —Minji le dio la espalda a Hanni y se fue a su habitación.

Se echó en la cama y conectó sus auriculares a su teléfono, un poco de música la relajaría.

Como por ejemplo: R&B

Solo pasaron unos minutos hasta que su tranquilidad fue concluida por su intrusa.

—Minji. —habló mostrando 3 botellas de cerveza— Estaba aburrida y pues, recordé que me había traído esto.

— Ven, pasa. —invitó, sentándose en su cama.

Hanni abrió una botella y Minji sacó unos vasos de plástico que tenía guardados. Se sirvieron y empezaron a tomar.

— ¿Vives sola? —preguntó la menor.

— No, pero ahora mis padres están en Tailandia, un viaje de negocios. —se acabó el contenido de su vaso y se sirvió más.

— Oh, ya veo. ¿Y no te sientes triste porque tus padres están lejos? —Pham también se sirvió más de la bebida.

— No tanto, después de todo, puedo hacer lo que quiera mientras ellos no están. —bebió más de su vaso— Oye, no vayas a poner nada de esto en tu estúpido periódico porque te daré una patada en el culo que no vas a poder caminar en 3 días. ¿Entendido? —Hanni tragó en seco.

— Eh, eh, tranquila; Nada de esto irá al periódico estudiantil.

— Eso, así me gusta; sirve más.

— ¿Te sirvo?

— No, tu no me sirves para nada, sólo para amargarme los días.

— ¿Qué? —rió.

— Nada, olvídalo.

— Minji, ¿estás mareada ya? —soltó una risita— ¿Tienes novio?

— No, no me llaman la atención los chicos.

La sorpresa de Hanni fue inevitable.

— ¿Entonces eres lesbiana?

— No lo sé Pham, sólo cierra la boca y dame más alcohol.

— Estás borracha.

— No.

— Estás borracha, Minji. 

— Dame la botella.

— No, ya no, mañana hay que viajar.

— ¡Cállate, Pham! 

— ¡Cállame! —gritó.

Y Minji se abalanzó a ella, dándole un beso.

kiss cam.              [bbangsaz] auTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang