La pequeña Salvatore

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Mini maratón 1/2

Lo ví bajar las escaleras con el teléfono en el oído, estaba peleando con Klaus. Se había dado cuenta de que mi cuerpo no estaba y Kol tuvo que decirle que regrese, Klaus se puso como loco y casi golpea a Kol por el teléfono.

—Si, aquí está, te la paso. —Rueda los ojos, me entendió el teléfono y lo tome rápidamente

—¿Si? —Hable, Kol se sentó frente a mi mientras me miraba con una sonrisa juguetona

—¡Emma Lilith Revenge! —Escuche su grito— ¿Cómo estás, amor?

—Bien, ¿Cómo está todo por haya? —Pregunte

—Nada bien, cuando regrese te cuento todo. ¿Cuando regresas? —Me pregunta, mi mirada se dirige a Kol

—No lo sé.

—¿No sabes?, ¿Cómo que no sabes? —Pregunta— ¿No quieres verme?

Sentí la mirada pesada de Kol encima de mí, trate de no verlo.

—Claro que sí pero hace mucho que no veía a Kol, quiero pasar tiempo con él, tu sabes que es como mi mejor amigo. —Respondí

—Sabes que no me gusta que estés con mi hermano, exepto por Elijah, es mi único hermano con el qué puedes estar, y también Rebekah. —Escuche que alegaba por el teléfono, suspire profundamente.

—Klaus..

—No, Emma. —Dice firmemente.— Por favor regresa.

—Klaus, estaré más tiempo con Kol y después regresaré. —Dije firme, escuché como suspiraba— ¿De acuerdo?

—No, no estoy de acuerdo pero tú puedes hacer lo que quieras, no soy quien para prohibirte cosas. Solo ten cuidado, ¿Si?

—Lo tendré.

—Te quiero, Lilith. —Suspira.

—Te quiero, Klaus. —Suspire.

Colgué rápidamente y le entregué el teléfono a Kol sin mirarlo y volví mi mirada al libro que estaba leyendo hace unos momentos.

—Ti quiro, klaus. —Me copia, lo mire fulminante— Cuánto amor.

—Cierra la boca, Kol. —Rode los ojos

—¿Quieres salir o te vas a quedar aquí todo el día? —Me pregunta

—Me voy a quedar aquí todo el día, no tengo ganas de salir. —Dije

—Que aburrida. —Se para y se sienta al lado de mi, recarga su cabeza sobre mi hombro— ¿Jugamos?

Deje de leer mi libro para verlo a él, me sonrió pícaramente y sus manos rodearon mi brazo.

—¿Jugar a qué? —Pregunte

—A las escondidas. —Responde

—Esta bien, tu te escondes. —Dije indiferente, él chico muy emocionado se levanta y corre a la planta de arriba para esconderse— ¡Tú me dices cuando ya estés listo! —Grite

—¡De acuerdo! —Grita de vuelta

Estuve leyendo unos diez minutos más cuando escuché el grito de Kol, me levanté y subí la planta de arriba mirando a todos lados, me fijé en el baño y también en el cuarto de cine, camine directo a otra habitación, mire a todos lados en busca del chico pero no lo encontré. Estuve como veinte minutos buscando hasta que me enfade, camine directo a su habitación y me acosté en su cama.

—Kol, si sales de tu escondite te doy un beso. —Dije en forma alta para que me escuchará, en cuanto termine la oración él chico salió del armario a tropezones— Te encontré.