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Aunque le haya costado alejarse, Amity podría decir que se había acostumbrado a no pensar en la chica de apellido Noceda.

— Esto es ridículo — pensaba para sí misma mientras sus dedos tocaban las teclas en busca de preguntas bobas en el modo incógnito de Google.

¿Cuánto se demora alguien en dejar de extrañar a su ex?

Inmediatamente y con una fuerza brusca en su dedo le da al botón Enter.

《Aunque no existe una fecha exacta, ya que a la hora de superar una ruptura influyen muchos factores, una investigación realizada por la University College London y la Binghamton University ha determinado que en la mayoría de los casos se necesita una media de entre seis meses a dos años.》

D

icha respuesta destacada no le hacía recuperar el entusiasmo y la esperanza que alguna vez tuvo en volver a ser feliz. ¿Y qué? Google no siempre tiene la razón, es... es un estudio tonto.

“Eh, sigues en línea???” La ventana abierta de WhatsApp Web notificaba un nuevo mensaje.

“No.” Una sonrisa boba sale de la chica con pelo morado mientras contesta con sarcasmo.

Llamada entrante por parte de la otra persona, la que rechazó inmediatamente. Le ha dicho cientos de veces que no volviera a hacer eso sin sugerirle antes, no importaba el qué. No quiere recibir el típico discurso de salir adelante, que la ruptura no era el fin del mundo, que debería dejar de descuidar su higiene y dormir más. Y era cierto, se veía terrible, pero esas ojeras tenían una razón, una razón que seguía. Fueron tantas noches que se empeñaba a darle abrazos como una loca al recuerdo fantasmal de su querida Luz.

"Boschaaa" regañaba por mensaje una vez más.

Enviado hace una hora. Como odiaba que no le contestaran enseguida, se sentía, como siempre, reemplazable, aunque la otra persona simplemente se haya ido a lavar los platos o dormir. La habitación parecía que había sido sacudida por un terremoto, huracán y cualquier otro desastre natural: vasos rotos, papeles tirados y tazas de café sin terminar. La noche que la señorita de veintidós años la dejó vio perderlo todo. Si tuviera que explicarle a un aficionado del fútbol como lo era Gus, un amigo de ambas, la situación y como se sentía, sería que, desde ese puto partido donde se lesionó y de paso ganó una tarjeta roja, no ha vuelto a enamorarse.

Cuatro meses desde la última vez que la vio, y el corazón de Amity no sabía si estar emocionado o aterrado. Bien, solo faltaban dos meses para empezar a olvidar, según Google. Mal, en realidad, no sabía si lo quería. No sin saber la razón por la que ella se fue. Ella no solía fumar, empezó a hacerlo cuando el departamento quedó bajó su único cuidado, la morena no se lo permitía tampoco. Sintió un pellizco de rabia, ¿Por qué iba a cuidar de su salud para después dejarla así nada más? “Esa… perra” Susurró. Y dejó el cigarro a la mitad sobre las fotos quemadas de lo que alguna vez fue ella y el amor de su vida.

"Lo Siento!!!"
"Es que aquí hay muy poca señal :p"
Foto

Quizás Boscha había olvidado un pequeño detalle, estaba en una fiesta como cada fin de semana, fiestas que Amity asistió solo dos veces hasta aceptar que desgraciadamente el alcohol no ayudaba a su situación emocional. Ella estaba en...

Una fiesta con Luz. Luz estaba ahí, la foto se veía realmente mal, todos le decían tacaña a Boscha por no querer comprarse un teléfono con una cámara decente, y esta alegaba con que ya no era la adolescente presumida que una vez fue, pero esas son tonterías. Era ella, Amity podía apostar eso.

No la vio sola ni tan mal acompañada.

Estaba riéndose, con alguien más. Y aunque Amity ya no podía recordar su voz debido a la distancia que habían tomado, sintió un pinchazo en su ya muy agujereado corazón.

Foto
"Omg, mira quien está aquí"

La segunda foto mostraba a Boscha en modo selfie, tratando de mostrar a Luz de lejos, pero sin éxito, pues la morena veía directamente a la cámara con una cara seria mientras sostenía una copa de vino.

"Eres imbécil"

Esa fue la sincera respuesta. Boscha no era nada discreta, eso le traía cierta nostalgia, ella era la amiga que la ayudaba a sacarle fotos a escondidas a su crush en clases. El maldito flash siempre estaba activado a la hora de tal acción algo cuestionable.

Visto.

Antes de maldecir con cariño a su amiga, un sonido la interrumpió. No era una llamada por WhatsApp Web, era directamente por su teléfono, que... mierda, no sabía dónde lo había dejado. Su espalda no era la mejor, pues era un suplicio agacharse y buscar donde estaba dicho aparato electrónico, pero tampoco quería tener que soportar ese ruido hasta que quien sea que haya llamado se canse de molestar.

— Meow — su gato parecía burlarse de ella, el sonido provenía de él, aunque, sería más correcto decir que provenía debajo de él.

— Levántate — le ordenó de forma gentil a su queridisima mascota de pelaje blanco mientras lo acariciaba. Su ronroneo era lo único que escuchaba a veces además de la música deprimente en sus audífonos.

El tono de llamada dejó de sonar, seguramente el animal doméstico había dado a "contestar" accidentalmente.

— Hey, Amity — una risita escapó de parte de la otra persona — ¿Co... cómo estás?

No era Boscha.
No era ninguna amiga suya o colega del trabajo.
Ni mucho menos su madre preguntándole cuando haría algo útil en la vida mientras le recrimina haber echado a perder su futuro por un amor que ya terminó.

Era Luz.

Quizá era el alcohol, la voz de la latina tenía un tono algo extraño, como si estuviera ebria. Aún si fuera asi o no, esto era casi cómico. Dios, ¿Por qué siempre que tener el modo altavoz? La voz de su ex novia retumbaba en todo el departamento alquilado, como una tortura. Todos estaban seguros que Amity podía fallar y de la nada un día llamar, y la verdad, siempre fue fácil suponer que, de los dos, volvería ella a sus pies, pero... nunca al revés. No era justo, Amity había borrado su número para que esto no ocurriera ¡Pero le estaba sucediendo a ella! No podía creérselo.

— Eh, Amyyy — Luz estaba empezando a desesperarse por no tener respuesta alguna. — ¿Estás... ahí?

Y tenía razón, Amity siempre volvería a sus pies.

Nunca al revés | LumityWhere stories live. Discover now