Lo blanco no es tan puro

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Cap 1

Es increíble cómo puedes aprender observando, así yo he sido desde pequeño, mi madre profesaba amor a Dios, era rigurosa para asistir a las misas pero una vez saliendo de ellas buscaba placer en hombres que no eran mi padre, gozaba espiando como e...

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Es increíble cómo puedes aprender observando, así yo he sido desde pequeño, mi madre profesaba amor a Dios, era rigurosa para asistir a las misas pero una vez saliendo de ellas buscaba placer en hombres que no eran mi padre, gozaba espiando como ella enloquecía montando a esos hombres mientras mi padre salía de viaje o trabajaba, al día siguiente era una fiel creyente de Dios.

Mi padre, un hombre poderoso pero frustrado sexualmente, mi madre enfurecía cuando no podían tener sexo, esta disfrutaba humillarlo le decía mil cosas insultando la falta de erección en él, lo que ella no sabía era que este hombre no estaba enfermo simplemente no le excitaban las mujeres, él solía alquilar hombres para satisfacerse, y por último yo con el gran ejemplo de mis padres los cuales me enseñaron que todo tiene su lado oscuro, no todo lo blanco es puro, ni lo negro es tan impuro.

Con esa frase fui creciendo y me volví cada vez más observador, mis padres creyeron que yo nunca me daba cuenta de su doble vida o doble moral, me metieron a colegios religiosos dónde también tuve la gran oportunidad de observar y escuchar el gran amor que profesan a un Dios el cuál si realmente viera lo que hacen preferiría no tener siervos, no me juzgues simplemente yo no creó en la religión pues es la más sucia y llena de pecados, todas sus atrocidades se esconden debajo de la alfombra.

Por lo regular en estos colegios religiosos dependiendo a qué clase pertenecías era el trató, no nos podíamos mezclar entre si, habían tres clases de estudiantes :

La clase pobre y más vulnerable, los chicos malos que vivían en las calles, que robaban o que sus padres no los podían controlar, llegaban a este tipo de internados para según reformarse, tenían que ser vueltos al camino de Dios, y muchos lo hacían pero envueltos en sábanas blancas, otros traumatizados y muchos más con lesiones para toda su vida. Se preguntarán el por qué, pues estos jóvenes y niños eran prácticamente olvidados y dejados en las manos de los sacerdotes y monjas.
El método para recuperar sus almas y encaminarlos hacia Dios era violarlos, torturarlos con castigos crueles y despiadados, los encerraban en un pequeño cuarto en el cuál a veces habían más de 30 niños en la misma habitación, comían las sobras de la clase alta, muchos morían en el intento de escapar y otros por ya no aguantar los golpes y vejaciones a las que eran expuestos.

Todos ahí sabíamos que pasaba con esos chicos pero nada podíamos hacer, eran el platillo fuerte para los guardias, los sacerdotes e incluso para los seminaristas, con ellos practicaban todas aquellas fantasías eróticas, sucias e impuras, practicaban sus orgías con esos chicos, los golpeaban por placer y eran encadenados desnudos, esa era su forma de encaminarlos hacia Dios.

Después seguía la clase media, chicos que eran mandados por sus padres creyendo las palabras estúpidas de los sacerdotes, estos en misas o reuniones elegían a su presa, dependiendo el gusto de cada sacerdote, este se acercaba a esa familia invitando a que dejarán que su hijo fuera al colegio pues tenía vocación para el sacerdocio, los padres que no sé cómo llamarlos si estúpidos o ingenuos creían en la palabra de esté y peor aún se sentían orgullosos de que su hijo fuera elegido casi casi por Dios, pobres estúpidos no sabían que ponían a sus hijos en manos del mismo diablo, por desgracia algunos despues se dieron cuenta pero se ponían una venda en los ojos y seguían dejando a sus hijos ahí.

Estos jóvenes y niños tenían un mejor trato, en la habitación cabían perfectamente 12 chicos, tenían camas y relativamente un buen espacio, comían adecuadamente, no tan lujoso pero bien, la mayoría eran niños con rasgos bonitos, dulces y tiernos, perfectos para un depredador, no eran golpeados pero si violados, eso sí no tan cruelmente según los sacerdotes, estos eran elegidos por medio de un álbum de fotos, según el sacerdote y su gusto elegía al niño o joven que lo iba a entretener esa noche, entraba un guardia a la habitación de esté y lo llevaba con el sacerdote a su habitación para orar, supuestamente, al estar ahí tenía que obedecer y ser buen cristiano ya que era una orden de Dios que esté le hiciera sexo oral al sacerdote y que se dejará ser penetrado sin oponerse ya que a Dios no le gustaba que lo desobedecieran.

Estos chicos lograban liberarse cuando llegaba su adolescencia pues perdían el encantó para los sacerdotes, pero no sé libraban de algunos seminaristas.

Por último estaba la clase alta, en dónde estaba yo por suerte, mi padre era empresario y estaba rodeado de gente con mucho poder y políticos, una gran ventaja para mí y otros cuántos, nuestra habitación era grande y lujosa, solo estábamos dos en cada una, teníamos privilegios como agua caliente, excelente comida, podíamos ir y venir a nuestra antojo por todo el internado, no éramos tocados por sacerdotes y creo que éramos los únicos que realmente recibíamos una educación ahí, para los sacerdotes, guardias y seminaristas nosotros éramos intocables dado nuestra posición económica y social, pero eso no significaba que no nos diéramos cuenta de lo sucio y podrido de ese lugar.

Muchas veces se lo dije a mis padres pero la respuesta era la misma, que tenía una gran imaginación o simplemente me ignoraban, era, es y será un mundo de hipocresía.

Recuerdo la infinidad de veces que me tocó escuchar los gemidos de aquellas monjas siendo cogidas por sacerdotes, como siendo monaguillo un privilegio de la clase alta, vi como esas fieles y devotas de la congregación entraban a confesarse y lo que realmente hacían era practicarle sexo oral al sacerdote.....así fue mi vida hasta los 18 años, pues mis padres decidieron que era el momento de interactuar con más personas y conocer otros países, fui a estudiar al extranjero por dos años pero realmente no me adapte del todo, así que decidí regresar y comenzar la universidad aquí en Beijing.

Si les relato todo esto es porque en el transcurso de mis 20 años de vida he logrado ver la miseria humana en su máximo esplendor, la hipocresía de la sociedad y la doble moral de esta misma, me han juzgado por tener gustos diversos, me han señalado por no ocultar mis preferencias, pero a veces esas mismas personas son las que en verdad son más sucias e inmorales.

Perdí mi virginidad a los 14 años por decisión propia, jamás me ha gustado meterme con alguien menor a mí, hablando de niños, y si he tenido relaciones sexuales con hombres o mujeres mayores ha sido con total consentimiento, no vivo con mis padres pues su farsa de matrimonio perfecto me da náuseas, respeto la decisión de ambos de estar juntos, al fin y al cabo es su vida, yo no me meto en ella para que ellos no se metan en la mía.

Vivo solo en un gran departamento de tres recamaras, disfruto de un jacuzzi y una hermosa vista de la ciudad, mi recamara es la más grande del lugar, está pintada de tonalidades grises con negro para que luzcan mis cuadros y las pocas plantas verdes que tengo, también por lo que en un principio les dije, es un recordatorio de que no importa lo blanco que esté el lugar o lo oscuro, ambos colores tienen su parte buena y mala, por supuesto mi cama es una California King, en tonos grises también, el departamento está totalmente alfombrado, la segunda recamara la convertí en una pequeña biblioteca, por que aunque no lo crean me encanta leer y la tercer recamara es mi área de juegos, ahí guardo toda clase de juegos sexuales y disfraces, siempre está cerrada con llave por si algún curioso quiere mirar, son mis juguetes y no me gusta compartirlos más que con quién los voy a usar.

Mi sala es grande, pocas veces tengo fiestas pues casi no me gusta el desorden, tengo una enorme pantalla y obviamente consolas de videojuegos. Soy totalmente normal , igual que tú, lo único que es diferente es que gozó de mi vida sin inhibiciones y sin esconderme para hacer las cosas, en cuanto al amor realmente no sé que sea pues no creó aún haberlo experimentado, tampoco me cierro a él, aunque sinceramente no creó que exista.... Ese soy yo Wang Yibo.

SATISFACCIÓN Where stories live. Discover now