Caminaba solitario por la noche, bastante cansado del largo dia de trabajo que había tenido, trabajar en G.U.N a veces era bastante agotador. Trabajaba toda la semana, casi todo el día, iba a misiones que me dejaban bastante cansado y lo único que quería era ir a casa a dormir.
Llegué a la puerta de mi casa, la abrí y entré. Solo quería darme un buen baño e ir a dormir lo más posible.
Al entrar todo estaba oscuro. Nunca me molestó vivir solo, es más, me da bastante tranquilidad, aunque a veces es un tanto abrumador estar siempre en soledad.
Subí, entré a mi cuarto después de caminar por el pasillo y encendí la luz. Estaba apunto de ir al baño pero algo captó mi atención. Un erizo azul de ojos esmeralda estaba en mi cama, bajo las cobijas, sentado y mirándome con un sonrisa inocente.
Me sorprendió verlo ahí, Sonic no vive conmigo y nunca le he dado llaves de mi casa. ¿Cómo había entrado?
– ¿Que haces aquí?
– Esperándote
– ¿Cómo entraste?
– Aaah... Pues por la ventana– dijo volteando a la ventana de mi habitación.
Me sobe el puente de la nariz con mis dedos, a veces no entiendo cómo me dejé embaucar por este erizo.
– Y... ¿Se puede saber por qué estás aquí?
– Solo tenía ganas de verte y tal ve, dormir contigo. Tardaste mucho en llegar ¿Hubo mucho trabajo?
No supe que decir exactamente, el intentaba tener una conversación casual como si infiltrarse en mi casa y acomodarse en mi cama fuera lo más normal del mundo. Pero ya no importa... Ni modo que lo saque.
– Si hubo bastante– terminé respondiendo a su pregunta – voy a tomar una ducha rápida y vuelvo.
(...)
Terminé de sacar mis púas y salí del baño, Sonic aún seguía despierto y esperando.
Fui hacia la cama y me metí bajo las sábanas. Sonic no dudó ni un segundo en acercarse, acostarse sobre mi pecho y abrazarme, también subió una de sus piernas sobre las mías, cómo si quisiera sentirse muy cerca de mi, supongo que eso era lo que quería.
– No sabes lo mucho que te extraño cada día de la semana– dijo en un tono entre triste y cansado, ya tenía sueño.
– Si lo sé, no por nada te metiste a mi casa a escondidas.
El soltó una risa cansada.
Con mi mano izquierda lo abracé por la espalda acariciando en ese lugar ligeramente. Subí mi mano derecha, acaricié desde sus orejas hasta el final de sus púas y así lo hice repetidas veces.
Tiene el pelaje bastante suave y se ve tan tranquilo cuando duerme, a diferencia de como es cuando está despierto.
Seguí acariciando sus orejas y de vez en cuando sobaba su cabeza a través de las púas. El ronroneaba a gusto, se había quedado dormido.
A mí igual me gustaba sentirme cerca de el, sentir ese calor que podía darme y sentir ese ligero olor a limón y chillidog que lo caracteriza. Relajante.
Claro que me gusta la soledad, es tranquilizante, pero aún así esos momentos son los que más aprecio. Me hace sentir bien volver amar y ser amado, más por este erizo que no sé cómo logró que llegáramos a esto. Pero me gusta estar así y disfrutar en su compañía, disfrutar de las caricias y de lo bien que me hace sentir.
Sin duda logró algo que ni yo imaginaba que podría hacer o a sentir.
Me gustan sus toques y caricias y yo a veces se las devuelvo cunado estamos solos y la verdad, espero que esto siga así durante mucho tiempo más.
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Hola a quien sea que le interese leer ésto!!! 😃
Está vez procuré no tardar tanto en escribir. Me divertí escribiendo esto y espero le divierta a alguien más, pronto vendrá otro shot, espero no tardar tanto.
Nos leemos luego!!!
