Heartbeat [Yasuhiro Muto x Reader]

II

Atender una llamada de trabajo no parecía algo aceptable, pero no le importaba en lo absoluto, él era su propio jefe después de todo.

Además de que Haruchiyo no dejaría de llamarlo hasta el hartazgo.

Mientras que se movía de un lado a otro, limpiando los restos de los granos de café que terminaban en la máquina, sus oídos estaban completamente centrados en la voz que salía de los auriculares de sus manos libres.

- Tengo una amiga que estaría feliz de conocerte.- Exclamó el pelirosa desde el otro lado de la línea.

Muto ni siquiera reaccionó ante la propuesta de su viejo amigo, después de todo, no era la primera vez en la que el hombre más joven lo animaba a tener una cita.

- No gracias.- Respondió casi de manera mecánica, no muy distinto al tono que usaría en un cliente.

Un gemido de decepción salió del otro lado de la línea.

- Vamos, al menos podrías intentar ir con ella a tomar una copa...

Mientras que las divagaciones del pelirosa siguieron, Muto cada vez más se separaba en su mar de pensamientos.

Ahora que lo pensaba, una de las licuadoras había comenzado a fallar, tendría que encontrar una solución pronto.

- Ajá.

- Oye ¿De verdad me estás escuchando?

- Si, lo hago.- Dijo con un encogimiento de hombros.- Es solo que no entiendo por qué tanto afán de que consiga una novia.

- ¡Ese es tu problema!- Exclamó el más joven.- Estás en los 30.

- Qué sorpresa.

- No te lo tomas en serio, pronto serás un viejo y ni siquiera tienes planes de casarte.

Soltando un suspiro pesado, el rubio frotó el puente de su nariz.

- ¿Ahora te crees mi madre?- Murmuró.- Además, tu hermano es mayor que yo, por lo que sé, Takeomi sigue soltero.

- Es porque es un perdedor.- Refunfuñó.- Tú eres un buen partido.

De nuevo, hizo oídos sordos ante la perorata del más joven, no importaba cuánto intentará prestar atención, siempre terminaba en el mismo tema una y otra vez, con el tiempo aprendió que era mejor aceptarlo y fingir interés.

- Sí, mira, estoy algo ocupado por aquí, te llamo más tarde.- Interrumpió el hombre.

Tras una pequeña protesta por parte del joven de cabello rosa, Yasuhiro colgó la llamada.

Haruchiyo Akashi era alguien sin duda excéntrico, nada que no pudiese esperarse de una reconocida figura pública. Con los años, Muto aprendió a vivir con las acciones y comentarios de su viejo amigo, pero últimamente había un tema en el que tanto él como Nahoya parecían concordar.

Su soltería.

Realmente nunca fue partidario de salir con mujeres, en su juventud pudo haber tenido un par de novias o aventuras, pero ahora que tenía más cosas en mente, las relaciones parecían algo insignificante en comparación.

Debía administrar un negocio, al mismo tiempo que apoyaba a su amigo en su organización benéfica.

¿Dónde podría sacar el tiempo para complacer a una esposa?

Quisiera que Sanzu entendiera aquello, al menos así dejaría de molestarle con sus estúpidos intentos de ser un cupido.

Decidió dejar el tema de lado y concentrarse en trabajar, tenía muchas cosas que hacer antes de que Izana y el resto llegaran.