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—¿Estás seguro de que quieres ir ahí? —preguntó Chan agarrando la mano de su novio, quien tenía una pequeña mueca

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—¿Estás seguro de que quieres ir ahí? —preguntó Chan agarrando la mano de su novio, quien tenía una pequeña mueca.

—Estoy seguro, Channie, quiero verla y entenderla... Eso creo —Jeongin suspiró mientras acariciaba su, ya algo abultado, vientre.

Tres meses habían pasado desde que ellos se habían enterado de la noticia que estaban en la dulce espera de una pequeña niña o un pequeño niño y al parecer, Jeongin ya estaba cumpliendo casi el cuarto mes de embarazo. Su vientre empezaba a hacerse notar y cosas importantes habían pasado.

Por ejemplo, que hace dos meses cuando estaban acostados solamente viendo películas, Chan puso su mano en el pecho de Jeongin y logró sentir como su corazón palpitaba, se sorprendió mucho en un inicio, aunque era algo obvio, pues si tenía una vida en su interior, él también tendría vida.

Y ahora estaba por suceder otra cosa bastante importante, Jeongin le había pedido a Chan el ir a visitar a su madre en el hospital psiquiátrico. Claramente, no se registraría con su verdadero nombre para poder ir a verla pues, ¿no sería sospechoso que un adolescente que murió hace ocho años fuera a visitar a su madre? Bastante, es por eso que Chan sería el que se registrará y Jeongin iría con el nombre de "Yang Hyunjin", sí, le había copiado el nombre a ese demonio insoportable de la avaricia.

—¿Y qué excusa le daremos para que nos dejen visitarla? —cuestionó Bang levantándose de la cama para poder caminar hacia el armario y empezar a vestirse.

—Ninguna, le diré la verdad, soy su hijo y tengo mi completo derecho a poder verla —Jeongin se encogió de hombros y al igual que su novio se levantó para empezar a vestirse, haciendo un puchero cuando el pantalón no podía prenderse—. ¿Sabes? Podemos ir otro día.

Jeongin hizo un puchero y se tiró en la cama, picando su vientre con un su dedo índice.

—Innie, anda, levántate y vístete, puedes usar uno de mis pantalones.

—¿Hasta cuándo seguirás creciendo? —preguntó Yang ignorando a Chan—. Me harás ser una bola que pueda rodar, ¿verdad? Mira, bebé, teníamos un trato. Yo te mimo dándote con los antojos, pero tú no me hacías sufrir, ¡y ya lo estás haciendo! Estás rompiendo tu parte del trato.

Chan casi muere de ternura al ver al demonio hablar con su vientre, donde su futuro bebé se encontraba, una sonrisa se instaló en su rostro y acercándose a su novio acarició su vientre.

—Anda, cielito, ponte el pantalón más grande que tengas y cuando volvemos te compraremos más ropa de talla más grande —agachándose dejó un beso en el vientre de su pareja.

Sin responder, Jeongin se levantó y buscando el pantalón más grande que tenía se lo puso a duras penas, luego una de las camisas de su novio, una nueva costumbre que tenía, y finalmente, sus zapatillas rojas favoritas. Todo eso mientras aún tenía un puchero en sus labios, no le gustaba el estar gordo. ¡¿Y si su Channie dejaba de amarlo por estar gordo?! ¡No quería!

Sex Demon ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora