La poesía del todo

1. Ser

Soy la espuma del mar
que desaparece en cuanto
a la orilla llega.

Soy el charlatán convencido
de su propia actuación.
Soy una canción
de desamor.

Soy un clavo que mantiene pegada a la pared las alas de las moscas... Soy un cuadro de una pintura renacentista que nunca tuvo el valor que creía tener.

Soy un pedazo de árbol
que no respira.

Soy tu corazón a punto de destrozarse, a punto de sufrir un colapso.

Soy el pico, la pala y el azadón.

Un espermatozoide gigante con patas, un sistema nervioso con cerebro, una manzana mordida, un espejo que no refleja, una mentira que te crees, un amor adolescente, uno que pasa desapercibido en las fiestas y que nadie ve;

un perdedor, un vagabundo, un perro callejero, un otaku con cartas de Yugi, un nerd, uno que se cree rapero, un rarito que le tiene miedo a todos, un mamón, un hijo de puta, un mexicano come-frijoles, (por cierto que es un manjar) un dinosaurio, un gay, un hipócrita, un fracasado...
soy cualquier cosa que ellos quieran pensar. Soy un avatar con los rasgos que ellos prefieran.
Soy todo lo que se imaginan antes de siquiera hablarme porque suponer es mejor que asegurarse.

Soy el que los ignora,
pero no del todo pues escribí esto.
Soy el depresivo solitario.
Soy el que a todos les sonríe pero no a todos desde su alma.

Añadir también que son lo que ellos mismos reflejan.
Por mi parte, yo quiero vencerme y ser un mejor yo que yo mismo.
Por mi parte y de mi parte
para mi parte quiero ser mejor mañana.
Porque soy muchas cosas, pero soy.

Porque soy un nada,
soy un todo.