22. Nuevo Comienzo

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La sorpresa de Enzo había sido un pasaje de avión con destino en Portugal. La fecha del vuelo era un día después de mi llegada a Argentina.

Los últimos días de vacaciones estuve feliz, ansiosa y emocionada por el viaje. Mis amigas aprovecharon mi buen humor y me animaron a salir de fiesta, ir a conocer la mayoría de lugares en Cancun y también a ser más sociable con la gente.

— Estoy muerta...necesito mi cama urgente — Se quejó Guada al bajar del avión.

Habíamos aterrizado en Argentina. Nuestras vacaciones habían terminado pero todavía quedaba mucho por delante.

— Mi hermana nos pasa a buscar, me avisó que esta en el estacionamiento — Miranda le habla a Guada mientras escribía en su celular — ¿Vos Ori? ¿Vas con nosotras?.

— No, gracias. Mi mamá me dijo que me pasaba a buscar ella.

— Bueno ¿Le falta mucho? No quiero dejarte sola.

— Tranquila, espero acá. No va a tardar mucho...me dijo que ya llega.

— Bueno, amiga. Nos vemos... — se acerca y me abraza — Gracias por este viaje lindo. Espero que todo salga bien y que aproveches cada minuto con Romeo.

— ¿Romeo? — Interrumpe Guada — ¿No se llama Enzo ?...Enzo Fernández...el futbolis...

— Romeo y Julieta...Guada — la interrumpo para aclararle, pero siguió confundida.

— El libro...Romeo y Julieta...— Miranda la ayuda para que entienda.

— No leo libros, chicas...

(...)

Mañana a la mañana salía mi vuelo. Estábamos cenando con mi mamá y sus amigas, mi papá tenía un evento y ninguna de las dos lo quiso acompañar. Yo quería descansar por lo menos unas horas y mi mamá no estaba de humor, por eso no fuimos.

— ¿Viajas mañana? Estas de acá para allá ¡amo! — habla una de las amigas de mi mamá.

— ¡Si! Es que hace mucho no veo a mi hermana. Así que, quise ir a visitarla de sorpresa — le respondí mientras comía el postre.

— Seguro ni se la espera, que lindo...

— Bueno, chicas. Me encantaría seguir compartiendo con ustedes pero mañana me espera un gran día laboral — Dice mientras se paraba de su asiento.

— Tenes razón, yo también me tengo que levantar temprano.

Las dos prepararon sus cosas y las despedimos en la puerta de la casa. Mi mamá se quedó un rato más porque una vecina se acercó a hablarle y yo entré a la casa. Después de unos minutos volvió a entrar y seria se sentó en su lugar. Quedamos enfrentadas en la mesa.

— No sabía que tu hermana se mudó a Portugal...yo pensé que seguía viviendo en España — Habla cruzada de brazos. — Yo entiendo tus sentimientos pero ¿Pensaste que me ibas a boludear tan fácil? — Larga una risa forzada— Pensé que eras más inteligente, hija.

— No le digas a papá... — mi vista se iba nublando por las lagrimas.

— Revise tus tarjetas ¿Cómo las sacaste? ¿No te quedó claro que el contrato se terminó? Ya no pueden seguir con ese juego de novios.

— ¿Dónde quedó la mamá que me comprendía? — Dije muy desilusionada.

— Dejó de comprenderte cuando se enteró que mientras vos llorabas desconsolada él estaba en Portugal acostándose con otras... Yo trato de cuidarte, Oriana. Siempre lo hice a mi manera, ahora no me entendes pero en el futuro lo vas a hacer.

Oriana // Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora