Portgas D Ace tiene comportamientos algo extraños para los Piratas de Shirohige, ya que él es el menor de la tripulación, ¿por qué se comporta como si fuera el mayor?
Tras la declaración de Deuce y que Ace, aparentemente estuvo escuchando todo el tiempo, Haruta e Izou tomaron al pecoso de los brazos, obligándolo a sentarse.
- ¿Quién es tu hermanito?- comenzó preguntando el travesti.
- Más importante, ¿estaría dispuesto a unirse a nosotros?- Thatch se llevó una mala mirada por parte de Izou al verse interrumpido.
- ¿Qué edad tiene? Si es menor que tú... menos de 18 entonces... no podemos tener a un niño con nosotros, sería demasiado peligroso.- Haruta era racional cuando se trataba de incluir a nuevos hermanos a las filas.
- Pero si es un niño y se parece a Ace, sería adorable. Y la marina se lo pensaría dos veces antes de atacar a un niño inocente.- comentó otro.
Shirohige estaba hacíendose en la mente la imagen de un mini Ace adorable y revoltoso.
Marco, recordando cómo fue Ace al inicio, solo podía imaginarse a otro gremlin... y eso le asustaba bastante.
Pero fue la fuerte risa de Ace la que hizo que todos se fijaran en él. Era la primera vez que lo veían reir de esa manera. Incluso había pequeñas lágrimas amenazando con salir de sus ojos.
Los antiguos Spade solo rodaron los ojos, divertidos. Solo aquel misterioso hermano menor de Ace era capaz de sacarle expresiones y gestos tan fuera de lo común.
- ¿Qué es tan divertido hijo?- Shirohige notó lo contagiosa que era la felicidad de su hijo menor. Todos tenían pequeñas sonrisas mientras veían al pecoso limpiarse las lágrimas de la risa y recuperar el aliento con un vaso de agua que le dió Deuce.
- Es hilarante que piensen siquiera por un segundo, que mi pequeño Lu se unirá a una tripulación pirata. Y tiene 15 años ahora mismo. Saldrá al mar en dos años. Diré su nombre completo cuando salga, porque si os lo digo, hay posibilidades de que, cuando hablen de él estando en una isla y lo oye alguien de la marina y comienza a ser conocido antes de tiempo...- se estremeció un poco, imaginándose lo tristre que estaría su hermanito.
Los piratas de Shirohige se miraron entre ellos. Con más preguntas que respuestas.
- ¿Y si lo secuestramos cuando salga al mar? Eso funcionó todas las veces.
Incluso Shirohige estaba planteándose eso.
- ¿Recuerdan lo que costó que me uniera yo?
- Yo solo recuerdo cómo me rechazaste la comida por dos meses enteros.- Recordó Thatch con cierto resentimiento por eso, aunque no hacia Ace, sino hacia si mismo por no haber logrado que comiera en ese tiempo.
- Eras demasiado terco yoi- Marco también recordando ese tiempo.- Y lo sigues siendo.
- Pues Lu es mil millones de veces peor. Y no, no estoy exagerando. Si lo secuestráramos, el barco acabaría en el fondo del mar... por accidente. Eso, o con todos más locos de lo que estamos. Aunque sería divertido tenerlo aquí y ver cómo los desespera en menos de un minuto. Tratar de controlarlo es como intentar detener un tornado con un dedo... o como intentar que Oyaji deje el alcohol.
Muchos escupieron sus bebidas o se atragantaron con su comida. Aunque la risa de Shirohige reververó por todo el comedor.
- No puede ser tan malo.- Aunque Izou comenzaba a dudar de sus propias palabras.
- Cuando tenía siete años, casi se sacó un ojo para demostrar un punto. A esa misma edad, dejó que un... maldito desgraciado hijo de... le torturara, todo para demostrar lealtad.- Ace apretó su vaso al recordar aquello. Se arrepentía demasiado de lo que hizo.
Pero se obligó a calmarse, aquello pasó hacía mucho, no había necesidad de enfadarse por sucesos del pasado.
Sin embargo, había despertado la curiosidad de todos. Pero no preguntaron, aquello parecía ser demasiado doloroso para Ace.
- Entonces... ¿cómo es tu hermano yoi?- Marco despejó el ligero ambiente pesado, haciendo que el rostro de Ace se iluminara.
- Es el niño más hiperactivo, noble, desastroso, impulsivo, adorable, orgulloso, egoista, ambicioso y glotón del mundo. Es la terquedad hecha persona. Capaz de hacer que hasta la persona más paciente salga de sus cabales. Es quien, con solo mover un dedo, derriba a los más grandes. El mejor juez que puedes pedir. . . Y casi parece el hijo del sol mismo.
Había dicho cosas buenas y malas de su hermanito, lo cual, era realista. Era aquellos defectos que hacían que Ace lo amara tanto. Porque demostraba ser humano y no una especie de ángel irreal.
Su tono había sido tan dulce y lleno de cariño, que los piratas de Shirohige no pudieron evitar sentir algo de envidia por ese Lu, el receptor de esa fuente de cariño y amor inmesurable.
Incluso los antiguos piratas Spade estaban algo celosos.
- Ahora tengo más ganas de conocerlo.- Thatch suspiró. Aunque estaba algo envidioso, no podía envitar sentir esa curiosidad por conocer a quien despertaba sentimientos tan bellos en Ace.
- Algún día, a lo mejor. Lu les agradaría... y si no, él encontraría la forma de hacer que lo amen de una forma u otra.
Su mente estaba algo lejos. Recordando aquellas tardes de verano, con el atardecer de fondo, cocinando la carne que habían cazado ese día en una fogata en la playa mientras Sabo vendaba algunas heridas.
Es cierto que había sufrido por mucho tiempo por la muerte de su hermano rubio. Incluso llegó a verlo un poco en Marco. Pero después de unas semanas en el Moby Dick, tras unirse a los piratas de Shirohige y convivir con el comandante de la primera división, que le recordaba dolorosamente a Sabo... pudo sobrellevar el recuerdo del que fue su primer amigo, hermano y confidente.
Quedando ahora únicamente hermosos y tranquilos recuerdos llenos de calidez.
Ace había apoyado la cabeza en una mano, con la mirada perdida en la mesa y una sonrisa suave y tranquila. Todas sus defensas bajadas y desprendiendo un aura de calma a su alrededor.
Nadie se atrevió a interrumpir aquel momento.
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