▶prólogo

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El bosque, para la mayoría de las personas, no era el lugar más apropiado para pasar el rato. El calor abrasante, la interminable lucha contra los insectos, el inquietante silencio que era interrumpido sólo por ruidos todavía más inquietante. En su lugar, podrías dar una vuelta por el centro comercial, tal vez refrescarte en la piscina comunitaria, o simplemente quedarte en casa y mirar tv. Ese era el plan de los jóvenes que aprovechaban al máximo las últimas horas de su fin de semana, antes de tener que regresar a la tediosa rutina escolar al día siguiente. Con seguridad, encontrarías a cada estudiante disfrutando la tarde del domingo de ese modo. Todos lo hacían, excepto uno.

Jongho apartó una rama de tamaño mediano para poder continuar con su recorrido. Estaba siguiendo el nuevo camino que había trazado en su cuaderno de mapas en la ocasión pasada y, como en todas las veces que iba por una ruta a la que no estaba acostumbrado, andaba con precaución. En ese sitio en particular, el suelo se tornaba irregular por el cambio de temperatura. La humedad de la tierra y el calor de la tarde convertían lo que debía ser una superficie sólida en una trampa resbaladiza. Las condiciones del piso no le impedirían seguir adelante, de todas formas.

El punto que había marcado en el mapa se encontraba aproximadamente a unos cien metros de su posición actual. Llegaría a tiempo si mantenía un ritmo constante.

Lo que para otros resultaba aburrido o temeroso, para Jongho era un pasatiempo con el que podía estar horas y horas distrayéndose. Siempre que tuviera la oportunidad, tomaría su cuaderno de mapas y su videocámara, los guardaría en su mochila y saldría de casa para volver cuando el sol estuviera poniéndose. Era extraño, pero así era él.

No lo recordaba con exactitud, y si tuviera que decir un momento en específico, sería la primera vez que fue de excursión con su familia. Había sido un día de picnic común y corriente para los miembros de la familia Choi. Entre pequeños juegos, comidas dulcemente preparadas y la conversación, vieron como el sol realizó su viaje diario, de un lado al otro a través del cielo azul. Aquel día residía en la memoria de Jongho como una polaroid en la pared de su cuarto, envejeciendo con una nostalgia que trascendía lo material. Ese día había presenciado, por primera vez, lo que él consideraba un secreto mágico.

Luego de pasar una zona repleta de mosquitos, se abrió pasó entre algunos arbustos bastante altos. Cuando estuvo allí, hacia un mes atrás, esa zona le había resultado más extensa y tediosa. Pero esta vez no le tomo más que un par de minutos llegar al otro lado. Ahí estaba, el sitio que había escogido ese día como objetivo principal de investigación.

El claro estaba radiante gracias a la luz diurna. Los rayos de sol le daban una visión majestuosa a la colorida vegetación, la imagen completa brindaba una sensación de surrealismo. Cualquiera quedaría encantado al ver con sus propios ojos un lugar tan hermoso. La fascinación de Jongho iba mucho más allá. Observaba hasta el más diminuto detalle, percibía con todos sus sentidos la inefable energía que se desprendía del claro. Por más que hubiese visitado cientos de espacios con un aura como aquella, la impresión que le causaba nunca dejaría de golpearlo a la primera instancia. Se adentró con pasos sutiles, sintiendo como las flores acariciaban sus piernas por fuera del pantalón.

Ahora que había llegado, era momento de comenzar con lo que venía hacer. La parte crucial de su pasatiempo, contrario a lo que suelen decir, no era el viaje. En realidad estaba allí por la magia que se escondía en su destino.

Se quitó la mochila para empezar a organizar las cosas. Su trípode había sufrido un accidente unas semanas atrás, por lo que se había visto en la obligación de buscar un método alternativo que le ayudase a realizar las grabaciones, en lo que ahorraba para comprar uno nuevo. Sólo había conseguido armar una pequeña plataforma de dudosa eficiencia. La sacó de la mochila y, tras examinarla con ojo crítico, decidió que primero intentaría colocar la cámara en algún hueco sólido de un árbol.

fairytale || jongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora