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Todo parece ir muy rápido y el fin de semana llega rapidísimo. Eso significa partido amistoso contra el club de la universidad de economía. Lisandro luego de aquel pequeño susto que en definitiva se lo dió a algunos, regresó a los entrenamientos con normalidad. Le sorprendió bastante cómo Paulo se  había adaptado fácilmente al modo de juego que habitualmente se juega en el club. Ni siquiera parecía el nuevo. Acá  el nuevo era Lisandro.

Después de estar varios días fuera de lo deportivo tenía que volver a acostumbrarse denuevo. Y es que desde la primera vez en dónde ejerció como defensor en el lugar, Lisandro tenía ese problema de que si corría hasta la esquina se le agitaba el corazón a mil.  Cualquiera de persona que nunca hizo actividad física antes.

No esperaba ser titular,  pero almenos jugar unos diez, quince minutos.

Esque quizá no tenía tantas probabilidades de ser titular. Bueno, eso es lo que almenos rondaba en los pensamientos de licha. Pensaba que su entrenamiento no fue lo suficiente bueno. Que le haya faltado ponerle más ganas.

Ahora no se podía sacar de la cabeza imaginarse que mágicamente  aparecía en su barra de notificaciones el mensaje del entrenador informandoles sobre las posiciones de mañana.

Sus dientes se posicionaron suavemente en su labio inferior. Algo inquieto.

Y es que licha pensaba que estaba poniendo a prueba la ley de atracción, cuando pocos minutos después, el chillido de una notificación llegó a su celular. Esperó alguna otra cosa menos eso. Cuando desbloquea este, es cuándo su corazón se agita.

Recibió la lista de posiciones para el partido del sábado. en un mensaje de texto por WhatsApp. Reenviado por Scaloni.

Se buscó entre todos los números.

"10 - Paulo Dybala" (C)

"13- Cristian Romero"

"5- Leandro Paredes"

"25- Lisandro Martínez"

.... más.

    La concha de la lora. La puta madre, todo junto.

En un intento de tirar suavemente el celular sobre su cama, pensando que iba a caer y quedarse ahí. Es todo lo contrario porque de algun modo el golpe hace que el aparato rebote sobre el acolchado tan fuerte que cae al suelo.

—Bueno, nada malo puede pasar. —Mañana tenía partido y de titular. Así que daría lo mejor de él.

El día llegó y Lisandro no pudo haberse quejado más en toda la mañana.

—¿Te pensas levantar? —Agregó el cordobés. Sus ojos se pasearon vagamente por la contextura contraria que se estaba cambiando.

Aveces se olvida que tiene que compartir con un tipo que le encanta ganar los partidos y se levanta una hora antes.

—Como rompes las guindas chee. Ya me levanto. —Para que dijo eso. No duró ni cinco minutos cuando nuevamente Cristian estaba insistiendole y insistiendole para que se levante.
    No le quedaba de otra y cuando se levantó, le dedicó una mirada asesina al morocho que lo miraba desde la puerta de la pieza. Con la mejor paciencia del mundo agarró su ropa y se metió al baño.

Perdiéndose en el agua tibia que solo lo hacía tener más sueño del que ya tenía.

[ . . . ]

—¡Vos te das cuenta de eso Leandro! No soy titular y todo por él nuevo capitan ese, tal... que se yo como se llama. Pero en fín, me quita el puesto un poco más, y ahora que quiere venir a cambiar el equipo parece ser el centro de atención de Scaloni y a nosotros ni pelota nos da. —Se quejó Lautaro. Suspirando pesadamente. La cara del de ojos azules ni se podía distinguir, no parecia tener alguna faceta para describirlo. Estaba cansado y no había dormido nada.

〃PORQUE NO SÉ SI ME GUSTAS 〃 CUTI X LICHA Where stories live. Discover now