No tan heterosexual ♧ SungJake

♧ 17

Heeseung   miró los ojos cristalizados de la pelirroja, cuidadosamente se acercó a ella, observando como esta cubría su boca con su mano, tratando de reprimir sus sollozos. Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos al mismo tiempo que trataba de cerrarlos, comenzando a llorar.  

El pelirosa sintió algo dentro de su pecho estrujandose, sin decirle nada a la más baja, la atrajo hacía sus brazos, envolviéndola en un cálido abrazo. Jayoon correspondió aquel abrazo por parte del chico, escondiendo su rostro en el pecho del más alto, mientras pasaba sus brazos por su cintura, desahogándose. 

Por que sabía desde un principio que el plan de Minji iba a fallar. Así que, ahora, Jake pensaba que lo mejor era olvidarse del estúpido plan y de sus sentimientos por el menor. 

Estaba más que claro que Sunghoon siempre preferiría a Minjeong.

— Tranquila, bebé —susurró el pelirosa, acariciándole suavemente su largo y lacio cabello rojizo— Puedes contar y confiar en mi, yo siempre estaré para ti cuando más me necesites. Nunca te dejaré sola. 

— G-gracias, Hee... —murmuró Jayoon separándose del abrazo, para mirar fijamente los ojos azules del coreano, regalándole una sincera sonrisa. 

Casi de inmediato, Heeseung le regresó el gesto, acercándose lo suficientemente a su rostro como para poder escuchar sus respiraciones mezclarse y con su dedo pulgar limpiar dulcemente las últimas gotas saladas que caían de sus ojos. 

Sus miradas se cruzaron, haciendo que el pelirosa detuviera todo movimiento, perdiéndose en los ojos de la chica como si el tiempo se hubiera detenido, solo para poder admirar lo hermosa que ella era, ninguno aparto la mirada del otro, perdiendo la noción del tiempo como si ellos fueran los únicos en aquel sitio, aunque no fuera así. 

Lee tomó la iniciativa, acercándose al rostro de la chica, rozando sus labios, creyendo por un momento que la australiana se alejaría o lo alejaría, incluso imaginó que podría llegar a darle una bofetada, pero jamás contó con que la chica se acercará aún más a su rostro, juntando sus labios en una inocente y simple presión, sorprendiéndolo. 

Pero gustosamente, Heeseung correspondió, tomando a la pelirroja de la cintura y pegándola más contra su cuerpo, empezando a mover sus labios. Sorprendentemente, Jayoon comenzó a tratar de seguirle el ritmo. 

Ambos dejándose llevar por el momento. 

Minji tomó a su hermano fuertemente del brazo, tratando de impedir que fuera a romperle la cara bonita al que, según él, fue su mejor amigo desde la infancia, Lee Heeseung. 

— Ni se te ocurra hacer alguna estupidez, Park—sentenció su hermana enojada. 

— ¿Qué a caso no lo estás viendo? ¿O acaso estás ciega? —dijo, provocando que su hermana frunciera el ceño, aún con la mirada puesta en la escena. 

— Sí, si lo estoy viendo, Sunghoon. —respondió, girando su rostro para centrar toda su atención en su hermano— Pero tú tienes la culpa de todo. Si tan solo hubieras detenido a Kim, estoy segura de que ese serías tú y no Lee. 

El mayor abrió su boca para reprocharle a su hermana, pero sin saber que decirle exactamente, la volvió a cerrar, haciendo un puchero con sus labios, por que sabía que su hermana tenía toda la jodida razón. 

Si hubiera hecho algo, tal vez ahora estaría probando los dulces y suaves labios de la chica. 

Estúpido Lee Heeseung y su jodida suerte.