Capítulo 1: Séptimo año.

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Hogwarts. En alguna parte de Europa.

Actualidad.


Enormes pilares tallados en piedra iluminaban con sus llamas ardientes las pesadas puertas a dos alas que daban al gran comedor. Con el ruido de copas y cubiertos chocando, Luzu se desplazó entre el pasillo a su derecha, directo a la última mesa alargada cubierta con los colores de su casa.

Rojo y dorado con un león bordado.

Jóvenes de todas las edades compartían una merecida cena después de un agotador día de clases. Charlando animadamente al degustar piezas de muslo de cordero o endulzando su paladar con una gran variedad de postres y panecillos realizados a mano por elfos domésticos.

Luzu tomó asiento en la esquina inferior de la mesa, visualizando a las otras tres frente a él. Saludando a sus compañeros de clase con una amigable sonrisa tomó asiento, curiosamente eran todas brujas. La generación actual del séptimo año de Gryffindor, era mayormente constituida por chicas, a excepción de su ruidoso y revoltoso mejor amigo albino con ojos grandes color pistache.

-¡Luzu! - gritó su amigo. -¿Todo listo para el partido? -agregó entusiasmado. Rubius siempre se sentaba frente a él, dando la espalda a las demás casas.

—Se podría decir que sí, Rabis. —Sus manos viajaron por la mesa, seleccionando deliciosas porciones de cada platillo. —Últimamente he estado algo ocupado.

Aún con la sonrisa sobre el rostro procedió a recordar la maravillosa noche que había pasado con Auron en la Sala de Menesteres. Hasta hace unas pocas noches, entre sus rutinas de patrullaje nocturno, una puerta apareció frente a él, después de haber pensado en el amor de su vida, y en la privacidad que tanto anhelaban tener...



Sala de Menesteres. Sala de los Objetos Ocultos.

Noche anterior.


El sonido de sus pisadas hacía eco contra la oscuridad iluminada por lumos. Luzu se aferraba a la mano del castaño que con dificultad seguía su andar por detrás. Se detuvieron frente a un pasillo sin salida y cuando Auron estuvo a punto de rechistar, una puerta puntiaguda y ornamentada se manifestó frente a sus narices.

¿Es lo que creo que es?  preguntó el Slytherin, incrédulo.

Lo es.

Luzu avanzó sin soltar sus manos. Perdiéndose entre la oscuridad.

¿Qué hiciste para encontrarla? preguntó el menor, perdido entre la majestuosidad de las abarrotadas hileras.

Luzu lo pensó un momento antes de responder. -Solo desee tener un lugar donde poder estar juntos, lejos de los ojos curiosos.

De pronto, Auron sintió un calor subir por sus mejillas, desviando la vista hasta su mano derecha que era sujetada con delicadeza. Si eso era verdad, solo podría significar una cosa: el castillo deseaba ser cómplice de la relación secreta y prohibida.

Durante meses se había dedicado a tontear con el Gryffindor, a amarlo con tanto empeño que a veces, y solo a veces, le ayudaba a ignorar su realidad.

Perdido en las ideas chocó contra la espalda ancha del mayor cuando se detuvo en seco.

Llegamos.  le dijo Luzu abriendo paso a un acogedor rincón rodeado de enormes pilas de objetos perdidos. Cajas de un tamaño monumental y maletas de todo tipo estaban abarrotadas sobre los muebles viejos y polvorientos. Tres pares de velas flotaban alrededor, armonizando el espacio acolchonado por una colección de cojines y suaves cobertores sobrepuestos contra una enorme alfombra azul cielo, que hacía juego con lámparas flotadoras, redondas y de luz rojiza. La sala siempre sabrá lo que deseas. mencionó rememorando lo que alguna vez había escuchado en clase. Un lugar seguro.

Breathe. / Hogwarts AU / Karmaland IVحيث تعيش القصص. اكتشف الآن