Tócame / WinRina ૮Ꮚ

Capítulo O1

Fastidiosa
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La escuela, un lugar conocido por ser el cielo para los padres y el infierno para los niños, especialmente para Yu Jimin.

Sí, a Karina le encantaba pasar tiempo con sus amigas, especialmente cuando podía tener la oportunidad de jugar al voleibol todos los días, pero ¿aprender de verdad? Eso era un gran infierno para ella.

Los profesores la adoraban por la cantidad de respeto que le profesaban fuera de la escuela, pero cuando se trataba de educación, digamos que era extremadamente difícil incluso llamar su atención. Especialmente cuando la peliazul decidía dormir constantemente en el fondo de cada aula. Y eso no pasó desapercibido para la entrenadora Wendy.

— Otro día en un lugar que es conocido por estar lleno de miseria y desesperación sin fin. Dime, mi querida Giselle, ¿cuánto tiempo debo soportar este eterno sufrimiento?

Preguntó Karina con un terrible acento británico junto con un largo y exagerado suspiro mientras apoyaba su frente en el frío acero de los casilleros. La chica de pelo castaño que estaba a su lado soltó una pequeña carcajada y puso los ojos en blanco mientras abría el casillero justo al lado de la sombría belleza peliazul.

— Espero que no vuelvas a hablar así si vas a Londres, porque eso ha sido muy gracioso — dijo entre risas. Karina le lanzó una mirada por el rabillo del ojo antes de volver a cerrar los ojos con fuerza y soltar un gemido.

— Echo de menos a mis gatos — se quejó Karina.

— Puedes acariciar a mi gatito en su lugar Yu — le dijo una de las animadoras que pasaba por detrás de ella. — Nunca dejará de ronronear por ti — añadió con un toque de seducción. Karina cerró la boca con fuerza y se sonrojó por el comentario.

Ya debería estar acostumbrada a ello debido a su popularidad, pero no conseguía calentarla. Claro que algunos comentarios eran divertidos y halagadores, pero nunca le gustaron demasiado los comentarios que eran un poco, bueno, excesivos. Vulgares, por así decirlo.

No cabía duda de que Yu Jimin, o mejor dicho, como el instituto completo la llamaba; Karina era una persona que llamaba la atención y que cambiaba de género.

Tenía dos apodos. El primer apodo conocido que tenía era el de muñeca barbie humana. Ese apodo se inventó debido a su larga melena peliazul, su bonita nariz de botón, sus gigantescos ojos marrones de cierva y, sobre todo, sus gigantescos y carnosos labios. Tenía unos rasgos suaves y claros de muñeca bratz con un cuerpo de barbie. Por eso sus mejores amigas la llamaban de piernas largas, su segundo apodo menos favorito. Los nombres le parecían muy subjetivos.

Giselle se burló: — ¡Eso es acoso Somi!

Somi le sacó la lengua y siguió caminando junto al dúo con su camarilla.

— ¡Tu cara es acoso! — replicó con tanto descaro que Karina tuvo que contener su propia burla de incredulidad con una pizca de diversión.

Giselle enarcó las cejas y frunció el ceño al ver a Somi azotando su pelo.

— ¡Eso no tiene ni el más mínimo sentido! — gritó, sólo para ser ignorada. — Estúpidas animadoras — murmuró la de pelo castaño en voz baja. Karina se giró para mirar a su mejor amiga y se rió.

— Déjala, es sólo una estudiante de segundo año.

— La edad no justifica nada — añadió Giselle con un pequeño puchero.

Giselle era la mejor amiga de Karina. Era su Cristina Yang para su Meredith Grey, su Piglet para su Pooh, su Ying para su Yang, su negro para su rosa.

Cuando se conocieron, Karina pensó que estaba enamorada de Giselle. Estaba maravillada por su pelo oscuro y castaño, sus profundos ojos marrones y sus labios en forma de corazón. Karina solía llamarla Miss Japón, ya que era mitad japonesa. Pero, cuanto más tiempo pasaba con Giselle, más se daba cuenta de que era tan adicta a ser crack como Karina y también se dio cuenta de que nunca se había enamorado de ella.