Competencia De Alfas

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"—¿Por qué no siente el brazo izquierdo aún? Ya pasaron dos días —le preguntó frustrado North.

—La herida tocó terminales nerviosas —le dijo el médico—. Es posible que el daño sea irremediable, y pierda por completo la movilidad y sensibilidad del mismo. La médula fue lesionada en el corte."

Brenda observó a Kaelan y se acercó lentamente a él, antes de sentarse a su lado.

—Kaelan —murmuró.

Su mirada estaba perdida en algún lugar de la habitación, sin mirar nada realmente. Y Brenda podía sentir el dolor en él, la frustración, la rabia e impotencia que había en el muchacho.

Tenía el brazo izquierdo contra su pecho, sostenido por un cabestrillo.

—Mi amor, yo sé que recuperarás la funcionalidad de tu brazo, y la sensibilidad también —pronunció en un tono suave, antes de tomarlo del rostro para que la mirara—. Kaelan, mírame por favor.

—No tengo ganas de nada, Brenda. Sin mi brazo ya no puedo hacer nada, no soy nadie.

—No digas estupideces, esto sólo condiciona un poco tu vida, pero no por eso, has dejado de ser tú. Y esto, no cambia nada para mí, yo te sigo eligiendo como el primer día, y sigo sintiendo lo mismo —le dijo acariciándole suavemente la mejilla—. Estaré a tu lado, y no importa cuánto nos lleve, recuperarás tu brazo.

—Es fácil decirlo, pero-

—Pero nada —lo interrumpió, seria—. No voy a dejar que te hundas en una depresión por esto. ¿Y sabes qué? Debes pensar que esto podría haber sido peor, Kaelan. Podrías haber muerto, o haber perdido la funcionalidad de ambos brazos. El médico dijo que la lesión en tu médula te podría haber dejado sin sensibilidad en ambos brazos, incluso el tórax completo.

Asintió levemente con la cabeza y desvió la mirada. Brenda lo observó afligida, antes de inclinarse hacia él y besarlo suavemente en los labios.

—Esto no cambia nada, amor, te lo prometo, vas a estar bien.

🌘🌘🌘

Le habían dado el alto después de unas semanas, y finalmente podría regresar a su hogar junto con Brenda. El problema ahora sería el lugar dónde vivirían.

Por un lado, tenían las tierras que Redrivers había perdido y ahora le pertenecían a ellos, o las que Kaelan le había ganado a Stonegold.

—Mi familia está en casa de tus padres —sonrió abrazada a él—. Quieren conocerte.

—¿Crees que sea un buen momento?

—Por supuesto que sí, Kanelita. Además, debemos decidir donde viviremos.

—Redrivers no es una opción en estos momentos —le dijo en un tono bajo—. No estoy en condición de pelear en caso de que vengan a atacarnos, y Stonegold nos queda muy alejado de todo. O nos quedamos en las tierras de mi padre, o en la de tu familia.

—O en las mías —propuso ella—. Tengo seis hectáreas pegadas a las tierras de tu padre, se las gané a los Woods.

—¿Peleaste contra los Woods?

—Ajá, y no murió nada, lo juro —sonrió divertida—. Fue una pelea únicamente, sin muertes de por medio, sólo para probar fuerzas.

—De acuerdo, podemos hacer nuestra casa allí.

Ella lo observó y sonrió suavemente, antes de apoyar su cabeza contra su pecho. Tenía una noticia para darle, pero aún no quería hacerlo.

—Tendremos que pedir ayuda para hacer nuestra casa, porque yo no puedo hacer nada.