Chapter 5. Rita Skeeter

738 106 4
                                    

Capítulo 5

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 5.
Rita Skeeter

EL FLASH ME CEGÓ POR UNOS MOMENTOS, Y TUVE QUE PESTAÑEAR VARIAS VECES

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


EL FLASH ME CEGÓ POR UNOS MOMENTOS, Y TUVE QUE PESTAÑEAR VARIAS VECES.

Rita Skeeter, misma mujer que había acudido a la fiesta organizada por mi familia y nos había hecho fotos, se acercaba hacia nosotros con una enorme sonrisa.

Nos había colocado de una forma específica para la foto, separándonos levemente por nuestras escuelas. Fleur se encontraba sentada frente a nosotros, Viktor a la izquierda un poco alejado y Cedric, Harry y yo detrás de la chica.

Me encontraba en medio de ambos, con sus brazos rodeando mi cintura por petición de Rita.

— Qué quinteto más carismático. -musitó emocionada.- Yo soy Rita Skeeter, aunque algunos ya me conoceréis, -musitó guiñándome el ojo, mientras nos daba la mano a los cinco.- soy reportera del profeta. Por lo que sois vosotros los desconocidos, ahora seréis noticia.

Reprimí darle una mala mirada, e intercambie miradas con los dos chicos de Hogwarts, y supe que los tres pensamos en lo mismo.

— ¿Que artimañas se esconden tras esas rosadas mejillas? -inquirió acariciando el pómulo de Fleur, para darle un suave golpe y acercándose a Cedric.- ¿Qué misterios enmascaran esos músculos? -preguntó, paseándose por detrás de Cedric y seguidamente acariciarme el pelo por detrás.- ¿Qué historia se encuentra bajo esa cara bonita? -cuestiono ahora haciendo referencia a mí, y acabando al lado de Harry.- ¿Hay valor debajo de esos cabellos? En resumen, queda un campeón, éxito. Mi pluma y yo queremos saberlo, y no digamos mis lectores. Bien, ¿quien se anima a compartir? Empieza la benjamina, fenomenal.

Dicho aquello la rubia tiro de mi brazo, sacándome del medio de los chicos a quienes miré como si les pidiera auxilio, provocando su risa.

Mis pies casi se tropezaron por la rapidez en la que me llevaba, y al bajar una escaleras sentí que mi cabeza iba a chocar contra el bajo techo.

Finalmente llegamos a una pequeña habitación en la que apenas cabíamos las dos, y me hizo sentarme en un pequeño taburete, mientras que ella se sentó en el del frente e hizo aparecer una pluma junto a una hoja, ambas flotando a su lado.

THE SIBLINGS OF CHAOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora