una chica en la escuela de hombres TN x ENHYPEN

el problema del alumno destacado

— Si, lo estoy. No fue nada. — murmure sentandome en el sofá.

Observé como todos reían mientras Sunghoon se mantenía inexpresivo.

Algo que realmente me preocupaba.

— ¿Está todo bien? — pregunté.

— ¿Porque no lo estaría? — preguntó.

— Curiosidad.

Me quedé en silencio y dejé de mirarlo.

Ya buscaría la manera de hablar con el.

2 AM

Solté un enorme bostezo mientras preparaba mi bolso con más ropa de Tomy y salí de casa.

— extraño mi cama. — Susurré.

Caminé por la vereda mientras tarareaba una canción.
A medida que me iba acercando a la entrada del vecindario privado en el cual vivía pude notar una figura negra caminar hacia un poste de luz.

— No pares. Suficiente que debas arreglarte antes de entrar al instituto.

Seguí caminando mientras observaba cómo la figura de la persona era iluminada hasta levantar mis cejas asombrada y detener mi paso.

— Es Sunghoon... ¿Sunghoon vive en este vecindario?...

Me acerque a cortos pasos hasta toser inconscientemente por el humo de su cigarrillo.

— ¿T... Tn? — preguntó dejando de fumar.

— Sunghoon, no sabía que vivías aquí... Y menos que fumabas. — Susurré observando con atención.

— Vivo en la casa 24. — respondió — y no soy un fumador constante — comentó expulsando el humo.

¿Casa 24?

La enorme mansión cuya seguridad es imposible hasta de hablar con los dueños.

Sunghoon estaba de perfil, su espalda se encontraba contra el poste de luz y su cabello estaba por doquier dejando únicamente la luz del humo y la linda figura de su cuerpo y perfil.

— Ya veo.. yo en — comienzo a toser ante el humo.

— Ah perdona... — Murmuró tirando el cigarro al suelo.

Sunghoon arrojó el cigarro en el suelo y dejó de mostrar únicamente el perfil.

¿A qué me refiero?

Directamente se mostró por completo dejando mucho que decir del grande raspón de su mejilla y nariz.

— Estás lastimado. — respondí preocupada.

— No es nada. ¿Necesitas que te lleve?

— ¿Te caiste? — pregunté acercándome.

Dejé mi bolso en el suelo y tomé su rostro mientras acariciaba sus mejillas con atención.

— parecen golpes...