XI.

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Busco y buscó, pero no encontró lo que deseaba. Minho estaba en el ordenador de la universidad, investigando acerca de una receta que le habían pedido para su próximo plato, pero que simplemente no encontraba.

— Yo te puedo ayudar a encontrarla.

Resulta que Jisung apareció detrás suyo y dijo conocer a una persona muy experimentada en esas recetas. Minho le agradeció y le pidió el número de esa persona.

— Yo te llevaré.


Cuando llegaron a la pequeña casa, Jisung abrió la puerta para el y Minho entró sonriendo, ya que apenas entró, un exquisito olor llegó a sus fosas nasales.

Después de pasar unas 4 horas en esa casa, supo que la persona de la que hablaba Jisung era su abuela. La señora era muy amigable y dejó a los chicos solos cuando Jisung se lo pidió.

Minho estaba feliz de tener a Jisung a su lado mientras amasaba la mezcla. El lo miraba, y de vez en cuando, sacaba algunos cabellos rebeldes que se interponían en su vista. Cuando Minho acabó y colocó lo que había hecho en el horno, Jisung se sentó en la encimera, y rió.

— De que te ríes?

El mayor se acercó al chico de brillante sonrisa.

— Me gusta tu dedicación.

— Siempre le pongo dedicación a lo que me gusta.

— Ah si?

one kiss - minsungWhere stories live. Discover now