LA ESTRATEGIA

1 0 0
                                    


  Ahora bien, hablemos un poco de mí ¿quieren?..., decía que caminábamos los cuatro buscando la manera de salir de ese lugar cuando nos tropezamos con ese lago flotante, el cual era tan cristalino que podíamos reflejarnos en el, a falta de algún camino sólido cerca los cuatro nos aventuramos como marineros y nos sumergimos en el lago, ya dentro de el nos pasó algo realmente asombroso en vez de hundirnos más caminábamos boca abajo sin pasar de las rodillas, ¿extraño no?

-ahora si que no entendí nada –Arqueo

-¡asombroso!... no tengo palabras para describirlo –profesor Algebra

-perfecto, entonces no lo haga –Resorte

-ummm... ¡miren! ¡hay una plataforma por allá! –Hombre-Hilo

-vamos para allá entonces, puede ser la salida –dije encaminándonos solo unos cinco pasos, y digo solo cinco pasos pues a esa distancia el profesor se hundió junto a Resorte

-me ahogo, ¡me ahogo! –Resorte

-nada ¡nada! –gritó Hombre-Hilo pero luego se acordó de que él tampoco sabía nadar por lo que también empezó a gritar –yo también, ¡yo también!

-ya voy ¡ya voy! –Dije transformándome en barquito mientras les decía –devuélvanse un paso ¡devuélvanse un paso!

Al hacerlo salieron del aprieto montándose velozmente sobre mí, ya arriba y luego de tomar cien bocanadas de aire exclamaron:

-¡tierra! ¡Digo papel! ¡digo tierra!, ay... como sea... que susto pase

-¡muy bonita agua!... pero ¡que va!... no me meto más

-H... 2... O... ¡no me simpatizas...!

-ya cálmense si, y empiecen a remar... miren que no me alcanzó para también incluir una vela...

-esta bien, esta bien, ya vamos... échenle...

-¿Cómo que échenle? Échale tú también

-por eso dije echémosle... jeje, que buen humor tienes... cásate...

Así, en medio de la inmensa bóveda que nos contenía flotábamos de cabeza sobre un lago de agua cristalina en medio de ramales electroestáticos sin rumbo ni idea a donde ir excepto aquella plataforma a la cual llegamos luego, lo de siempre no... jeje

Una vez que arribamos a sus orillas nos encaminamos directo a su centro observando como empezó a girar el lugar en torno a nosotros, o en tal caso éramos nosotros quienes girábamos lentamente, no se, como sea esto paraba cuando nos salíamos del mero centro, indudablemente era un lugar muy peculiar, pasamos alrededor de dos horas esperando ver algo o a alguien pero que va, nada de nada por ningún lado, Resorte entonces sugirió:

-por que no le damos la vuelta a este lugar para ver si hay algún botón o algo, presiento que puede tratarse de un portal

-¡oye si, puede ser cierto probemos! –Hombre-Hilo

Caminamos todos en círculos cada uno con su propio sentido y diámetro sin ver absolutamente nada, esto no nos amilanó ni confundió, continuamos con nuestra labor casi sin parar por un tiempo.

-debe haber algún botón o inscripción o algo... sigan buscando muchachos –Resorte

-no veo nada... no, por aquí no hay nada...

-un momento...

-¿Qué pasa? ¿Qué viste?

-mira esa distorsión del centro

Ensueño; la invasión de los juguetes violentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora